jueves, 12 de junio de 2014

UNA BOMBA DE RELOJERÍA CON UNIFORME POLICIAL


Hola Mundo.

“Nadie ordenó la carga policial. Un policía se volvió loco y cargó porra en alto contra los manifestantes y los demás le siguieron”.

Eso ha declarado ante el juez instructor el subinspector que durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012 supervisaba al grupo de agentes antidisturbios que cargó contra un grupo de manifestantes en la calle Bando de la Huerta, y el activista Carlos Gorairis resultó brutalmente agredido por un par de policías que llegaron a romperle el tabique nasal según se puede ver en un vídeo. 



Este agente, que está imputado en el caso por falsificación de documento público al asegurar en el atestado policial que Gorairis se cayó al suelo accidentalmente y que ningún agente le agredió, también ha declarado que se limitó a firmar el relato de los hechos que hicieron sus compañeros en el atestado y que él "no vio nada de lo sucedido porque estaba intentando contener a los agentes para que no cargasen".

Además hemos descubierto que los dos agentes de Policía Nacional que presuntamente agredieron al activista Carlos Gorairis durante la huelga general del 14 de Noviembre  ya están imputados por otras agresiones previas.

Según el informe interno  que maneja la Policía Nacional y que ha sido puesto a disposición del juez que investiga los hechos, el agente que primero pateó la cabeza a Gorairis atropelló  el 29 de septiembre de 2012 a un joven de 16 años llamado Alan Duque tras una concentración frente a la Delegación del Gobierno contra los recortes. El policía le embistió presuntamente con su moto y el joven sufrió la rotura del tobillo y fue retenido en comisaría sin asistencia médica durante un largo periodo de tiempo.  El policía tuvo la desvergüenza de presentar denuncia falsa contra menor y asegurar que fue el joven quien se abalanzó contra él tirándole de la moto y causándole lesiones. La denuncia falsa del agente llegó a juicio en el que el menor resultó absuelto de todos los cargos y, sin embargo, el agente imputado.

El segundo agente presuntamente agresor de Carlos Gorairis, según el informe de la propia Policía Nacional, es Benito Z. que también está imputado por "presuntamente" estrangular y dar una patada en los testículos a tres de los manifestantes que se concentraron frente el palacio de Justicia durante la declaración ante el juez del alcalde Miguel Ángel Cámara por el caso Umbra en junio de 2012. 



Este agente también ha sido investigado por el departamento de Asuntos Internos por incitar al odio y la violencia contra los políticos y colectivos ciudadanos de ideología progresista. En el aparente perfil de facebook  de este agente hacía un llamamiento a «pegar fuego a los locales de los perroflautas» y «a la casta política que los ampara». También hacía “un llamamiento al fusilamiento de políticos progresistas".

Y para rematar el jefe superior de policía, Cirilo Durán, que ha declarado en el juicio en calidad de testigo, se lava las manos. Dice que no estaba allí y que "sólo sabe lo que le han contado sus agentes". 

Lo preocupante del asunto es que esos dos agentes, al parecer, siguen en activo pese a su historial de agresiones. Y no es menos preocupante que un grupo de policías que se presuponen profesionales ordenados, disciplinados y responsables, sean capaces de cargar contra un grupo de manifestantes sin que medie orden de ningún mando y sólo porque un compañero "se ha vuelto loco" y deciden seguirle. Cuesta creer que nadie ordenase la carga policial ¿Qué agente se atreve a desobedecer en presencia de un mando?

Por otra parte da miedo pensar que por corporativismo hay agentes de policía capaces de encubrir a compañeros y de mentir en un atestado policial. Eso, si no me equivoco, puede ser constitutivo de un delito de encubrimiento.

Y resulta escandaloso que el Jefe Superior de Policía, Cirilo Durán declare que no sabe nada del asunto porque su obligación es saberlo todo y depurar responsabilidades pero, sobre todo, su obligación es garantizar la seguridad de los ciudadanos y, por tanto, apartar de las calles a dos agentes que, visto lo visto, son una bomba de relojería. Si Durán hubiese sabido lo que está obligado a saber muy posiblemente la agresión a Gorariris se podría haber evitado.
 
Es curioso pero todavía recuerdo al Delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana calificando de "impecable" la actuación policial de aquel 14 de Noviembre porque, según dijo,  "una gota de café no puede manchar todo el traje". No se da cuenta Bascuñana de que ni la mejor tintorería de Murcia limpia el traje de aquel día. Demasiadas manchas.