Hola Mundo.
Comparto
con mi amigo Jerónimo
Tristante
que “estamos comandados por gente que adolece de graves carencias
formativas” que, en mi opinión, no logran soslayar pese a los
muchos asesores técnicos de que se rodean porque incluso para ser
asesorado y saber escuchar es necesario tener formación; quizá por
eso la política ha dejado de anticiparse a los problemas de la gente
y ya no se percibe como un instrumento útil al servicio de los
ciudadanos sino como una pesada y costosa carga.
En
una región como Murcia donde el sol está llamado a ser el nuevo
petróleo (de eso se les llena la boca a nuestros dirigentes
políticos) resulta inconcebible que aún no exista ninguna
planificación sobre corredores energéticos que den salida a la
electricidad generada por la plantas de energía fotovoltaica
existentes y proyectadas. Ese aspecto solo es hoy un apunte en el
plan energético de la región de Murcia 2016-2020 que reconoce como
debilidad “el desigual desarrollo de las redes para evacuación o
suministro de energía en el territorio” cuya solución –dice el
documento- deberá diseñar la UPCT en colaboración con las
compañías distribuidoras mediante la elaboración de un plan del
que no se tienen noticias Sin ese plan de evacuación eléctrica, la
región de Murcia corre el riesgo de convertirse en una gran telaraña
de cables porque soterrar kilómetros de líneas eléctricas resulta
muy caro y las empresas, que se deben a sus accionistas, optan por
transportar la energía a cielo abierto.
Es
el caso de la planta solar proyectada en la pedanía lorquina de
Zarcilla de Ramos por la empresa X Elio de capital norteamericano con
una capacidad de 333MW sobre una superficie aproximada de 1.000
hectáreas y que supuestamente generará 3.000 puestos de trabajo
durante la construcción (590 durante la explotación), cifras que se
antojan bastante exageradas si tenemos en cuenta que la empresa
Iberdrola en toda España y en todos sus negocios, tiene un
plantilla de 8.000 trabajadores.
La
empresa plantea llevar la energía mediante una línea de alta
tensión de categoría especial (400 kV) cuyo coste ronda los 8
millones de euros, a lo largo de casi 40 kilómetros desde Zarcilla
de Ramos hasta la subestación de alta capacidad que Red Eléctrica
Española tiene en Totana (en Lorca no hay una subestación de esas
características capaz de absorber ese torrente de energía),
atravesando por zonas de cultivo de uva de mesa y hortalizas y
sobrevolando naves ganaderas, agrícolas y viviendas. Un proyecto del
que los vecinos afectados se enteraron en 2015 por los medios de
comunicación aunque los acaldes populares de Totana y Aledo hasta
mayo de ese año, Isabel
Sánchez
y Simón
Alcáraz
respectivamente estaban al tanto desde 2013 porque alegaron al
proyecto. No debieron considerar importante informar a sus vecinos
de lo que les pasaría por encima no fuesen a promover molestas
manifestaciones. Debieron pensar que cuanto menos supieran mejor,
contribuyendo así a la indignación vecinal que ha visto como los
grupos en la oposición también callaron. Un vecino afectado lo
resume con esta frase: “Son todos unos sinvergüenzas. No te puedes
fiar de nadie” a lo que otra vecina añade “mira si somos tontos
en Totana que hemos tenido dos alcaldes del PP en la cárcel y
seguimos votando al mismo partido”.
La
contestación social al trazado de la línea se traduce ya en más de
11.000 firmas y 6.000 alegaciones medioambientales y socioeconómicas
en contra de un tendido eléctrico de muy alta tensión que la
empresa se empeña en llevar por el lugar más inadecuado dados los
afectados aunque hay alternativas.
En
julio de 2013 el Servicio de Gestión y Disciplina Ambiental de la
dirección general de Medio Ambiente de la consejería de Presidencia
recomendó que la empresa aprovechara el pasillo eléctrico de la
línea de 132 kV de Iberdrola que ya existe entre Lorca y Totana
porque, según ese informe, “minimizaría el impacto al medio
natural”. Una opción que avaló favorablemente Iberdrola. La
empresa promotora de la planta solar la rechaza porque, según
alega, afectaría a un plan parcial aprobado hace años por el
ayuntamiento de Lorca cuyo alcalde, Fulgencio
Gil,
se está poniendo de perfil en este asunto y está dando largas a
los actuales alcaldes socialistas de Totana y Aledo que, junto a la
plataforma, llevan desde julio pidiéndole una reunión. La
plataforma cree que bastaría con modificar ese plan parcial a no
ser que el consistorio lorquino ya haya hecho caja a cuenta del mismo
y su modificación conlleve la devolución del dinero a los
promotores que es lo que sospechan. Gil
está
siguiendo la
estela de su antecesor en la alcaldía, Francisco
Jodar que
siempre defendió la planta y nunca quiso hacer frente común con los
primeros ediles de los otros municipios del Guadalentín afectados
que solo se oponen a la línea.
La
empresa X Elio, que en su página web informa de que la planta solar
“está en operación”, se ha limitado a modificar 15 kilómetros
del trazado de la línea de alta tensión aunque con ello no ha
impedido que siga habiendo viviendas a menos de cien metros de la
línea. Al contrario, ha conseguido aumentar los afectados hasta 600
que el año pasado pidieron protección a la Asamblea Regional y
están comprobando que los acuerdos de pleno del Parlamento importan
un pimiento y menos.
En
febrero de 2016, por unanimidad de todos los grupos parlamentarios,
la Asamblea instó al Consejo de Gobierno a que en colaboración con
los Ayuntamientos de Lorca, Aledo y Totana, estudiase y aplicara las
medidas necesarias para que “el corredor a utilizar para el
transporte de la energía producida en la planta fotovoltaica de
Zarcilla de Ramos tenga la menor afección a las viviendas,
industrias y a las explotaciones agrícolas y ganaderas”. Ni caso.
La consejería no ha hecho nada al respecto y la empresa sigue a lo
suyo, solo que ahora ofrece dinero a los afectados a cambio de que
desistan en sus protestas con el argumento de que “quien acepte los
acuerdos se ahorra el proceso de expropiación y cobra más dinero”
aunque aún no disponen de la declaración de utilidad pública que
debe aprobar el Consejo de Ministros.
Los
vecinos afectados e interesados, que están dispuestos a llegar hasta
Bruselas, creen que se ha prevaricado al ocultarles el proyecto y
han solicitado al Ministerio de Industria que declare la nulidad de
la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de la central solar
porque alegan que, vulnerando la legislación vigente, no les
consultaron ni les dieron participación.
Resulta
tan elocuente como descorazonador que con tantos políticos cobrando
del erario público, los ciudadanos se vean obligados a organizarse
en plataformas para defender sus derechos, compensar la ineficacia
de otros y evitar despilfarros, tropelías y disparates como hemos
comprobado este verano con la plataforma Salvemos el Faro de Cabo de
Palos y estamos viendo con la plataforma del Soterramiento y ahora
con la plataforma contra la línea de Alta Tensión. Los políticos
al mando todavía no han captado que la sociedad ha cambiado y que
los viejos parámetros de actuación política caducaron porque el
acceso a la información se ha universalizado y un nutrido grupo de
whastapp es tan potente o más que un departamento de prensa. Los que
nos comandan no han entendido aún que están obligados a analizar
todas opciones para minimizar perjuicios. Y esa línea de alta
tensión desde Zarcilla de Ramos hasta Totana perjudica a muchos
cuando podría no perjudicar a nadie siguiendo el pasillo eléctrico
de una línea ya existente; solo que nadie ha sido capaz de sentar a
una misma mesa a todas las partes implicadas y analizar su viabilidad
técnica, ambiental y económica de tal forma que ganen las personas
ahora que al presidente López
Miras no
se le cae de la boca que su gobierno “es el de las personas”. Y,
por supuesto, que gane la empresa cuyo principal objetivo es empezar
a producir energía lo antes posible y más ahora que desde el pasado
26 de julio tiene adjudicada la producción de 440 megavatios por
parte del ministerio.
Según
datos de la consejería de Industria, la potencia solar instalada
actualmente es de 439MW, el 9,4% del total español y en proyecto hay
otros 1.140MW. Mula, por ejemplo, albergará la mayor planta de
Europa y la séptima del mundo según el ranking de la consultora IHS
Markit por parte de la empresa alemana Promosolar Juwi que inició en
2012 los trámites para la autorización. Se trata de una planta de
450 MW de potencia y una extensión de 1.000 campos de fútbol que ya
cuenta con autorización de la Comisión Nacional de Mercados y
Competencia. La inversión prevista es de 450 millones de euros y
permitirá generar más de 750 millones de kilovatios/hora al año,
suficiente para abastecer a una ciudad como Murcia. Otra planta solar
actualmente sometida a exposición pública la promueve la empresa de
origen austriaco Desarrollos Fotovoltaicos Carril 400 SL y se ubicará
en Puerto Lumbreras con capacidad de 400 MW y una extensión de 1.000
hectáreas. Reitero que, dado el panorama, resulta inconcebible que
sigamos sin un plan de evacuación de energía eléctrica en esta
región, una prueba más de la inacción en la que parece sumido el
gobierno regional y el partido que lo sustenta. La política debe
anticiparse a los problemas y si no lo consigue, al menos intentar
solucionarlos. De lo contrario, la política se convierte en una
pesada, inútil y costosa carga.
Mientras
no demuestren lo contrario, da la impresión de que muchos de los que
nos comandan saben de energía y de muchos otros temas tanto como la
Bruja Avería que cataba aquello de: Zoom, zoom, culombio, culombio.
Zoom, zoom, y me pego un voltio. Zoom, zoom, faradio, faradio...