El objetivo no era otro que pedir la dimisión de la incómoda edil de Ahora Murcia, Ángeles Micol pese a que no ha cometido ninguna ilegalidad o irregularidad y ha aclarado con documentos que su casa, su huerto de limoneros y su piscina son legales, están declarados y paga sus impuestos. Es más, la Agencia Municipal Tributaria aún le debe 1.715 euros en concepto de IBI pagado de más durante varios años. Micol ha pagado más impuestos por su casa que ahora deben devolverle. Y todavía sugiere el concejal del PP, Jesús Pacheco que la edil dejó de pagar el IBI engañando al Ayuntamiento de Murcia.
El mismo PP que pide la dimisión de Micol rozando el rídículo porque el caso es que no hay caso contra la edil a la que están sometiendo a una campaña de desprestigio sin precedentes, ampara a un concejal de urbanismo, Antonio Navarro Corchón, que ha incurrido en una grave dejación de funciones porque acaba de descubrir que ocho edificios de la UCAM llevan años operando sin licenica de actividad. Y ha abierto expediente sancionador porque hay un juez investigando las edificaciones ilegales de la citada universidad y debe haber estimado conveniente cubrirse las espaldas por miedo a que ocurra una desgracia en esas instalaciones y le exijan responsabilidades. ¿Quién sabe? Puede que hasta el propio Navarro Corchón haya impartido clases dentro de esos aularios ilegales y sin licencia de actividad porque estuvo vinculado como profesor a la citada universidad a la que parece proteger porque no se entiende tanta miopía.
Navarro Corchón se enteró por los medios de comunicación, tras la denuncia de Ahora Murcia en 2015, de que esos edificios se hicieron sin licencia de obras. Eso declaró ante el juez que igual le cita nuevamente porque ha dicho que "los aularios ilegales son prefabricados". El juez aún no lo sabe porque no encuentra arquitectos que se atrevan a hacer la pericial que deberá incluir la vivienda y la piscina del dueño de la universidad que, según Ahora Murcia, también carecen de licencia de obras porque al sur del monasterio de los Jerónimos no se podía construir nada al tratarse de huerta protegida por el PGOU y de un entorno BIC. Para que la UCAM pudiese ampliar instalaciones, el Ayuntamiento de Murcia ya le cedió gratuitamtne más de 100.000 m2 al norte del monasterio.
Navarro Corchón se enteró por los medios de comunicación, tras la denuncia de Ahora Murcia en 2015, de que esos edificios se hicieron sin licencia de obras. Eso declaró ante el juez que igual le cita nuevamente porque ha dicho que "los aularios ilegales son prefabricados". El juez aún no lo sabe porque no encuentra arquitectos que se atrevan a hacer la pericial que deberá incluir la vivienda y la piscina del dueño de la universidad que, según Ahora Murcia, también carecen de licencia de obras porque al sur del monasterio de los Jerónimos no se podía construir nada al tratarse de huerta protegida por el PGOU y de un entorno BIC. Para que la UCAM pudiese ampliar instalaciones, el Ayuntamiento de Murcia ya le cedió gratuitamtne más de 100.000 m2 al norte del monasterio.
El PP cree que los grupos de la oposición apoyarán su petición de dimisión en el próximo pleno porque "no hacerlo supondría ser cómplices de las maniobras de la concejala de Ahora Murcia, sobre la que se acumulan las sospechas". Y tiene gracia que eso lo diga un patido al que la corrupción le ha costado la presidencia del Gobierno de España. En realidad, apoyar esa moción supondría ser cómplice de una campaña de acoso que, según Ahora Murcia, ha diseñado el PP "rebuscando en expedientes de hace lustros y filtrando información parcial y sesgada para construir un relato plagado de acusaciones infundadas sobre Micol".
La cuestión no es si debe dimitir Micol, eso eso es irrelevante. La cuestión importante es si debe dimitir Navarro Corchón por "hacer la vista gorda durante años con la UCAM". Eso es lo que los grupos municipales en la oposición tendrán que dilucidar en el próximo Pleno porque el grupo Ahora Murcia va a registrar una moción que pide su dimisión por hechos probados y documentados.
Ya solo falta que escarben en su expediente médico o le exijan mostrar los tickets de Mercadona de los últimos años para demostrar que ha pagado la compra dado el lodazal en el que han convertido la política. Haga lo que haga seguirán pidiendo para ella la hoguera y no porque se avecine San Juan, sino porque como canta Javier Krahe "tiene un no sé yo que sólo lo tiene la hoguera". En el fondo nos encanta la Inquisición.
LA HOGUERA (canción):
Es un asunto muy delicado
el de la pena capital,
porque además del condenado,
juega el gusto de cada cual.
Empalamiento, lapidamiento,
inmersión, crucifixión,
desuello, descuartizamiento,
todas son dignas de admiración.
Pero dejadme, ay, que yo prefiera
la hoguera, la hoguera, la hoguera.
La hoguera tiene qué sé yo
que sólo lo tiene la hoguera.
Sé que han probado su eficacia
los cartuchos del pelotón;
la guinda del tiro de gracia
es exclusiva del paredón.
La guillotina, por supuesto,
posee el chic de lo francés,
la cabeza que cae en el cesto,
ojos y lengua de través.
Pero dejadme, ay, que yo prefiera
la hoguera, la hoguera, la hoguera.
La hoguera tiene qué sé yo
que sólo lo tiene la hoguera.
No tengo elogios suficientes
para la cámara de gas,
que para grandes contingentes
ha demostrado ser el as.
Ni negaré que el balanceo
de la horca un hallazgo es,
ni lo que se estira el reo
cuando lo lastran por los pies.
Ya solo falta que escarben en su expediente médico o le exijan mostrar los tickets de Mercadona de los últimos años para demostrar que ha pagado la compra dado el lodazal en el que han convertido la política. Haga lo que haga seguirán pidiendo para ella la hoguera y no porque se avecine San Juan, sino porque como canta Javier Krahe "tiene un no sé yo que sólo lo tiene la hoguera". En el fondo nos encanta la Inquisición.
LA HOGUERA (canción):
Es un asunto muy delicado
el de la pena capital,
porque además del condenado,
juega el gusto de cada cual.
Empalamiento, lapidamiento,
inmersión, crucifixión,
desuello, descuartizamiento,
todas son dignas de admiración.
Pero dejadme, ay, que yo prefiera
la hoguera, la hoguera, la hoguera.
La hoguera tiene qué sé yo
que sólo lo tiene la hoguera.
Sé que han probado su eficacia
los cartuchos del pelotón;
la guinda del tiro de gracia
es exclusiva del paredón.
La guillotina, por supuesto,
posee el chic de lo francés,
la cabeza que cae en el cesto,
ojos y lengua de través.
Pero dejadme, ay, que yo prefiera
la hoguera, la hoguera, la hoguera.
La hoguera tiene qué sé yo
que sólo lo tiene la hoguera.
No tengo elogios suficientes
para la cámara de gas,
que para grandes contingentes
ha demostrado ser el as.
Ni negaré que el balanceo
de la horca un hallazgo es,
ni lo que se estira el reo
cuando lo lastran por los pies.