domingo, 24 de septiembre de 2017

EL MURO DE LA LEY


La duda metódica de Descartes consiste en considerar falso cualquier supuesto del que se pueda dudar. Si este existe, ese supuesto se puede considerar verdadero o falso. Es decir, que si Descartes encontraba alguna duda en la raíz de un supuesto, lo podía considerar como falso.

La plataforma del soterramiento, como Descartes, duda de todo lo que le cuentan sobre el soterramiento desde organismos oficiales. Se han ganado el derecho a no creer los cantos de sirena de diputados y consejeros. Tienen sobradas y documentadas razones para sospechar de unos políticos falaces que no han sabido estar a la altura de los ciudadanos que gobiernan y se han dedicado a fabricar argumentarios de tapa blanda.

No es tiempo de conflictos, la plataforma ha conseguido todo lo que siempre ha reivindicado”. Ese es el primer punto del argumentario popular que está distribuyendo la empresa San Esteban Ediciones SL, que resulta ser un plagio exacto del distribuido por la misma agencia de propaganda tras la firma del convenio del soterramiento integral de 2006; del que no se ha cumplido ni el preámbulo porque en julio de 2012 el gobierno de Rajoy anunció la cancelación del soterramiento y la llegada del AVE en superficie a lo que el entonces presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel dijo AMÉN con el argumento: “El AVE en 2015 y soterrado no puede ser, mejor tenerlo así que nada”. Esa fue la espita que reactivó a la plataforma ciudadana del soterramiento que ha creado un movimiento vecinal de protesta ejemplar durante años en España, a cuya dirección se le puede ir de las manos si no mantiene a distancia a los que se han arrimado a las vías intentado instrumentalizar a los vecinos con intereses claramente políticos y ahora no quieren que cesen las manifestaciones en las calles bajo ningún concepto. Hasta los sindicatos ferroviarios están metiendo baza para que el AVE no llegue porque afectará a los trenes de cercanías con Alicante.

Los vecinos habrán conseguido el soterramiento cuando esté terminado y los trenes pasando bajo tierra. Lo creerán cuando vean las máquinas empezar a excavar el agujero. Tienen todo el derecho a dudar, como el presidente de ADIF, Juan Bravo, tiene todo el derecho a que le concedan el beneficio de la duda y a que le den la oportunidad de ganarse la credibilidad que otros han dilapidado torpemente porque lo único que se ha soterrado en Murcia es el nivel político. Es lo que tiene la credibilidad: que se pierde muy rápido y luego cuesta mucho recuperarla.

El presidente de ADIF, Juan Bravo, tuvo que volver el jueves a Murcia para explicar a los periodistas, con los que se encerró durante dos intensas horas, que aunque no haya AVE (con línea electrificada o sin ella) el desvío provisional de la vía, las pantallas acústicas y el cierre del paso a nivel de Santiago el Mayor son absolutamente necesarios para soterrar las viejas vías al tratarse de un tramo de vía nueva puesto que tiene más un kilómetro de longitud. La alternativa –dijo- es no hacer el soterramiento a pesar de haber atendido y aceptado muchas de las peticiones de la plataforma vecinal como prolongar el soterramiento a cota menos ocho metros hasta la estación del Carmen o alargarlo hasta Senda de los Garres tras eliminar un puente que ya estaba adjudicado. Para hacer el soterramiento entre Ronda Sur y Senda de los Garres, que son otros 583 metros han encomendado al adjudicatario ALDESA un contrato complementario que, según Bravo, ya dispone de informe favorable de la inspección y autorización por parte del consejo de administración de ADIF. Lo han hecho así -dicen- para evitar una nueva licitación que retrasaría el proceso otros nueve meses.

La plataforma ha logrado con argumentos técnicos y sentido común diseñar el soterramiento que ahora planea hacer ADIF en un plazo estimado de dos años en cuanto la vía provisional esté terminada y desviado el tráfico ferroviario para lo que, según Juan Bravo, disponen del dinero necesario para asegurar las obras aunque no haya presupuesto en 2018 y Rajoy se vea obligado a prorrogar las cuentas de 2017 dada la tensión política que se vive en España con Cataluña.

Lo que en mi opinión ya no admite discusión es que el paso a nivel de Santiago el Mayor debe cerrarse una vez que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria ha dictaminado que mantenerlo abierto supondría una riesgo de seguridad “inaceptable”. Con un informe tan tajante, solicitado a instancia de ADIF por si estaba interpretando mal el artículo 8 de la Ley de Transporte Ferroviario, ningún organismo oficial se puede arriesgar a tomar la decisión de mantener abierto un paso a nivel compatibilizando el cruce diario de entre 8.000 y 10.000 personas con el paso de 90 trenes. Sería una temeridad y una decisión irresponsable porque la legislación actual es más rigurosa a la hora de exigir responsabilidades si se produce un accidente en un paso a nivel que se mantenga abierto con una vía nueva. En este caso, el muro es la ley.

La plataforma ha rechazado la explicación de ADIF y dice que la excepcionalidad de la ley del sector ferroviario de 2015 se está usando de forma arbitraria en este caso y exhibe el vídeo de un paso a nivel con barreras por obra en Puebla de Sanabria donde efectivamente se ve un camión de obras junto a un paso a nivel con barreras. Resulta que la ley permite excepcionalmente y provisionalmente esos pasos a nivel cuando no hay otra manera de que cruce la maquinaria de obra.

Creo que en este caso la plataforma vecinal se equivoca empecinándose en un imposible legal como la permeabilidad del paso a nivel de Santiago el Mayor, entre otras cosas, porque no acierto a entender qué interés espurio puede tener ADIF en mantener a miles de vecinos cabreados por cerrar un paso a nivel si pudiese mantenerlo abierto y lograr con ello que cesen las protestas.

Los vecinos se han ganado el derecho a no fiarse y a seguir concentrándose todos los martes en actitud vigilante y exigente, pero sin despreciar lo que ADIF está exponiendo y su presidente ha comprometido. Ignorarlo sería un error en un momento clave donde, por primera vez desde 2006, alguien parece realmente serio y comprometido con el soterramiento. Oponerse sin analizar en profundidad todos los detalles aportados por ADIF, tampoco sería comprendido por muchos ciudadanos que han empatizado con la lucha vecinal ahora que conocen que el muro es impepinable por razones de seguridad y, por tanto, da igual que el AVE se quede en Beniel o que a Murcia lleguen trenes híbridos.

El momento requiere prudencia, reflexión, calma y altura de miras por parte de todos. Precisamente por eso sería una torpeza que los dirigentes populares salieran en tromba anotándose el logro del soterramiento por intereses puramente electorales cuando ese logro solo se lo puede anotar la plataforma vecinal.

El Ejecutivo regional, con sus argumentarios de tapa blanda y sus pregones romanos mientras simbólicamente ardía Murcia, se ha convertido en una fábrica de manifestantes. Vincular la legítima protesta vecinal con los actos vandálicos o salir ahora con que gracias a ellos se ha logrado el “hito histórico del soterramiento” sólo está encendiendo más los ánimos ya de por sí calientes.

El presidente López Miras, que no ayuda anotándose en twitter lo que no le pertenece, ha perdido una oportunidad única de demostrar que es el líder político que la región y su partido necesitan. Ha optado por guardar silencio, como si el problema del soterramiento le fuese ajeno. Se ha ocultado tras sus diputados y consejeros y se ha dedicado a llenar su agenda oficial de asistencia a fiestas (con y sin disfraz) misas y procesiones o de actos donde pueda fotografiarse estrechando la mano de ancianos y besando niños para luego publicarlo en redes sociales. Es lo que ya se conoce en círculos populares como “operación candidato” una vez obtenido el plácet del oráculo de Bruselas, Ramón Luis Valcárcel que con su bendición intenta calmar a los afiliados que dudan de las cualidades de la criatura y le instan para que intervenga porque ven que el todopoderoso Partido Popular de la región de Murcia se aboca al descalabro electoral.

La desazón está justificada porque están comprobando que lo único que se ha soterrado en la región de Murcia es el nivel político. No es cuestión solamente de que a López Miras tenga que conectar más con la gente como dijo Valcárcel, es que las elecciones ya no se ganan besando niños y abrazando a ancianos que es lo que los políticos humanos siguen imitando de los chimpancés cuando éstos quieren convertirse en el macho alfa de un colectivo como cuenta el historiador Yuval Noah Harari en su libro “Sapiens. De animales a dioses”: “los aspirantes a la posición suprema en un grupo de chimpancés pasan mucho tiempo abrazando, dando golpecitos a la espalda y besando a los bebés chimpancés”.

No todo supuesto del que se dude tiene porqué ser falso, aunque ciertamente los vecinos se han ganado el derecho a dudar y a arremeter contra quienes intentan apuntarse lo que no les pertenece.