La
duda metódica de Descartes
consiste
en considerar falso cualquier supuesto del que se pueda dudar. Si
este existe, ese supuesto se puede considerar verdadero o falso. Es
decir, que si Descartes
encontraba alguna duda en la raíz de un supuesto, lo podía
considerar como falso.
La
plataforma del soterramiento, como Descartes,
duda de todo lo que le cuentan sobre el soterramiento desde
organismos oficiales. Se han ganado el derecho a no creer los cantos
de sirena de diputados y consejeros. Tienen sobradas y documentadas
razones para sospechar de unos políticos falaces que no han sabido
estar a la altura de los ciudadanos que gobiernan y se han dedicado a
fabricar argumentarios de tapa blanda.
“No
es tiempo de conflictos, la plataforma ha conseguido todo lo que
siempre ha reivindicado”. Ese es el primer punto del argumentario
popular que está distribuyendo la empresa San Esteban Ediciones SL,
que resulta ser un plagio exacto del distribuido por la misma agencia
de propaganda tras la firma del convenio del soterramiento integral
de 2006; del que no se ha cumplido ni el preámbulo porque en julio
de 2012 el gobierno de Rajoy
anunció
la cancelación del soterramiento y la llegada del AVE en superficie
a lo que el entonces presidente autonómico, Ramón
Luis Valcárcel
dijo AMÉN con el argumento: “El AVE en 2015 y soterrado no puede
ser, mejor tenerlo así que nada”. Esa fue la espita que reactivó
a la plataforma ciudadana del soterramiento que ha creado un
movimiento vecinal de protesta ejemplar durante años en España, a
cuya dirección se le puede ir de las manos si no mantiene a
distancia a los que se han arrimado a las vías intentado
instrumentalizar a los vecinos con intereses claramente políticos y
ahora no quieren que cesen las manifestaciones en las calles bajo
ningún concepto. Hasta los sindicatos ferroviarios están metiendo
baza para que el AVE no llegue porque afectará a los trenes de
cercanías con Alicante.
Los
vecinos habrán conseguido el soterramiento cuando esté terminado y
los trenes pasando bajo tierra. Lo creerán cuando vean las máquinas
empezar a excavar el agujero. Tienen todo el derecho a dudar, como el
presidente de ADIF, Juan
Bravo,
tiene todo el derecho a que le concedan el beneficio de la duda y a
que le den la oportunidad de ganarse la credibilidad que otros han
dilapidado torpemente porque lo único que se ha soterrado en Murcia
es el nivel político. Es lo que tiene la credibilidad: que se pierde
muy rápido y luego cuesta mucho recuperarla.
El
presidente de ADIF, Juan
Bravo,
tuvo que volver el jueves a Murcia para explicar a los periodistas,
con los que se encerró durante dos intensas horas, que aunque no
haya AVE (con línea electrificada o sin ella) el desvío provisional
de la vía, las pantallas acústicas y el cierre del paso a nivel de
Santiago el Mayor son absolutamente necesarios para soterrar las
viejas vías al tratarse de un tramo de vía nueva puesto que tiene
más un kilómetro de longitud. La alternativa –dijo- es no hacer
el soterramiento a pesar de haber atendido y aceptado muchas de las
peticiones de la plataforma vecinal como prolongar el soterramiento a
cota menos ocho metros hasta la estación del Carmen o alargarlo
hasta Senda de los Garres tras eliminar un puente que ya estaba
adjudicado. Para hacer el soterramiento entre Ronda Sur y Senda de
los Garres, que son otros 583 metros han encomendado al
adjudicatario ALDESA un contrato complementario que, según Bravo,
ya dispone de informe favorable de la inspección y autorización por
parte del consejo de administración de ADIF. Lo han hecho así
-dicen- para evitar una nueva licitación que retrasaría el proceso
otros nueve meses.
La
plataforma ha logrado con argumentos técnicos y sentido común
diseñar el soterramiento que ahora planea hacer ADIF en un plazo
estimado de dos años en cuanto la vía provisional esté terminada y
desviado el tráfico ferroviario para lo que, según Juan
Bravo,
disponen del dinero necesario para asegurar las obras aunque no haya
presupuesto en 2018 y Rajoy
se vea obligado a prorrogar las cuentas de 2017 dada la tensión
política que se vive en España con Cataluña.
Lo
que en mi opinión ya no admite discusión es que el paso a nivel de
Santiago el Mayor debe cerrarse una vez que la Agencia Estatal de
Seguridad Ferroviaria ha dictaminado que mantenerlo abierto supondría
una riesgo de seguridad “inaceptable”. Con un informe tan
tajante, solicitado a instancia de ADIF por si estaba interpretando
mal el artículo 8 de la Ley de Transporte Ferroviario, ningún
organismo oficial se puede arriesgar a tomar la decisión de mantener
abierto un paso a nivel compatibilizando el cruce diario de entre
8.000 y 10.000 personas con el paso de 90 trenes. Sería una
temeridad y una decisión irresponsable porque la legislación actual
es más rigurosa a la hora de exigir responsabilidades si se produce
un accidente en un paso a nivel que se mantenga abierto con una vía
nueva. En
este caso, el muro es la ley.
La
plataforma ha rechazado la explicación de ADIF y dice que la
excepcionalidad de la ley del sector ferroviario de 2015 se está
usando de forma arbitraria en este caso y exhibe el vídeo de un paso
a nivel con barreras por obra en Puebla de Sanabria donde
efectivamente se ve un camión de obras junto a un paso a nivel con
barreras. Resulta que la ley permite excepcionalmente y
provisionalmente esos pasos a nivel cuando no hay otra manera de que
cruce la maquinaria de obra.
Creo
que en este caso la plataforma vecinal se equivoca empecinándose en
un imposible legal como la permeabilidad del paso a nivel de Santiago
el Mayor, entre otras cosas, porque no acierto a entender qué
interés espurio puede tener ADIF en mantener a miles de vecinos
cabreados por cerrar un paso a nivel si pudiese mantenerlo abierto y
lograr con ello que cesen las protestas.
Los
vecinos se han ganado el derecho a no fiarse y a seguir
concentrándose todos los martes en actitud vigilante y exigente,
pero sin despreciar lo que ADIF está exponiendo y su presidente ha
comprometido. Ignorarlo sería un error en un momento clave donde,
por primera vez desde 2006, alguien parece realmente serio y
comprometido con el soterramiento. Oponerse sin analizar en
profundidad todos los detalles aportados por ADIF, tampoco sería
comprendido por muchos ciudadanos que han empatizado con la lucha
vecinal ahora que conocen que el muro es impepinable por razones de
seguridad y, por tanto, da igual que el AVE se quede en Beniel o que
a Murcia lleguen trenes híbridos.
El
momento requiere prudencia, reflexión, calma y altura de miras por
parte de todos. Precisamente por eso sería una torpeza que los
dirigentes populares salieran en tromba anotándose el logro del
soterramiento por intereses puramente electorales cuando ese logro
solo se lo puede anotar la plataforma vecinal.
El
Ejecutivo regional, con sus argumentarios de tapa blanda y sus
pregones romanos mientras simbólicamente ardía
Murcia,
se ha convertido en una fábrica de manifestantes. Vincular la
legítima protesta vecinal con los actos vandálicos o salir ahora
con que gracias a ellos se ha logrado el “hito histórico del
soterramiento” sólo está encendiendo más los ánimos ya de por
sí calientes.
El
presidente López
Miras, que
no ayuda anotándose en twitter lo que no le pertenece, ha perdido
una oportunidad única de demostrar que es el líder político que la
región y su partido necesitan. Ha optado por guardar silencio, como
si el problema del soterramiento le fuese ajeno. Se ha ocultado tras
sus diputados y consejeros y se ha dedicado a llenar su agenda
oficial de asistencia a fiestas (con y sin disfraz) misas y
procesiones o de actos donde pueda fotografiarse estrechando la mano
de ancianos y besando niños para luego publicarlo en redes sociales.
Es lo que ya se conoce en círculos populares como “operación
candidato” una vez obtenido el plácet del oráculo de Bruselas,
Ramón
Luis Valcárcel
que con su bendición intenta calmar a los afiliados que dudan de las
cualidades de la criatura y le instan para que intervenga porque ven
que el todopoderoso Partido Popular de la región de Murcia se aboca
al descalabro electoral.
La
desazón está justificada porque están comprobando que lo único
que se ha soterrado en la región de Murcia es el nivel político. No
es cuestión solamente de que a López
Miras
tenga que conectar más con la gente como dijo Valcárcel,
es que las elecciones ya no se ganan besando niños y abrazando a
ancianos que es lo que los políticos humanos siguen imitando de los
chimpancés cuando éstos quieren convertirse en el macho alfa de
un colectivo como cuenta el historiador Yuval
Noah Harari
en su libro “Sapiens. De animales a dioses”: “los aspirantes a
la posición suprema en un grupo de chimpancés pasan mucho tiempo
abrazando, dando golpecitos a la espalda y besando a los bebés
chimpancés”.
No
todo supuesto del que se dude tiene porqué ser falso, aunque
ciertamente los vecinos se han ganado el derecho a dudar y a
arremeter contra quienes intentan apuntarse lo que no les pertenece.