Hola Mundo.
Antes la mafia te hacía volar por los aires con una bomba en los bajos del coche, te mandaba un sicario para que te descerrajara dos tiros en la cabeza o te rebanara el gaznate. Tampoco te mete ya una cabeza de caballo entre las sábanas. Y no es por falta de ganas sino porque eso resultaría demasiado llamativo. La sangre mancha mucho y además resulta grosera.
No, ahora la denominada "nueva mafia" utiliza otros métodos menos sangrientos y más sutiles. Prefiere la insidia y la infamia contra el enemigo a batir. Cualquier cosa con tal de desprestigiar a la persona para que deje de meter las narices donde no le llaman una vez que amenazas del tipo "que sepas que las casas arden con la gente dentro" o "en otros tiempos estarías colgada" no han surtido efecto.
Cada vez está más claro que determinada edil en el consistorio murciano ha tocado a más de uno lo que coloquialmente denominamos "los huevos" y la quieren quitar de en medio como sea. Quizá por eso ha llegado a pedir a su marido que no se retrase ni un minuto para recoger a su hijo pequeño de la puerta del colegio.
Puede que sepan que ha accedido a documenos comprometedores que más pronto que tarde harán pasar a más de uno un mal trago judicial. Asuntos turbios que saldrán a la luz poniendo al descubierto graves irregularidades. Esos documentos acabarán en manos del fiscal porque esa es la oblligación de todo ciudadano en un Estado de Derecho: denunciar si considera o descubre que se ha cometido un delito. Por eso seguirán intentando socavar su ánimo embarrando su vida laboral pasada e incluso familiar hasta que se vaya o, al menos, decida no repetir en 2019.
Los "nuevos mafiosos" no conocen límites. No quieren que siga escarbando en determinados expedientes urbanísticos e informando de irregularidades, pero como dijo Gary Cooper en la película Solo ante el peligro: "un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer" y ella sabe muy bien lo que tiene que hacer. Por eso es la única edil de la oposición que recibe ataques personales difamatorios. Nada es casual, nada.