Fernando López Miras se queja de que el presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez aún no le ha recibido en Moncloa. Dice que con esa actitud "relega a la región de Murcia a un segundo plano". Entonces, a qué plano de no se sabe qué dimensión nos relegó Mariano
Rajoy tardando casi siete meses en recibirle en Moncloa aún siendo del
mismo partido político. ¿Y si lo que pasa es que la región de Murcia vive desde hace años en una especie de arcadia paralela donde todos vivimos felices y satisfechos con el mero ANUNCIO de trenes modernos y cómodos venideros?
Solo
así, en un plano paralelo, se entiende que los murcianos -empezando por sus empresarios- hayan aceptado con abnegada resignación el secular maltrato ferroviario infringido a la región de Murcia; que el gobierno regional haga oposición a la oposición; o que en un sistema democrático los ciudadanos tengan que pedir a sus gobernantes que POR FAVOR cumplan las resoluciones legales que aprueba la mayoría parlamentaria. Solo en un mundo del revés se puede entender que un alcalde con la experiencia de Ballesta haga la ola pidiendo AVE YA después de manifestarse por el
SOTERRAMIENTO YA. O que vote en contra de la llegada del AVE soterrado casi al mismo tiempo que registra con Ciudadanos una moción que pide que “el
AVE llegue soterrado a Murcia lo antes posible con garantías de
legalidad”. Y todo eso mientras sus concejales arremeten contra los vecinos y rastrean noticias de
periódicos antiguos intentando desacreditar al PSOE, sin percatarse
de que la hemeroteca es kryptonita para cualquier partido político, especialmente para los populares porque llevan gobernando la región desde hace casi un cuarto de siglo y casi veinte años prometiendo un AVE que no han sido capaces de traer, aunque para ser rigurosos, primero pedían
trenes de Velocidad Alta.
Unos estupendos trenes de Velocidad Alta que un presidente de RENFE llamado Miguel
Corsini (etapa
del gobierno de Aznar)
anunció
que tendría la región de Murcia en 2004 con Albacete y Alicante
porque las obras, aseguró, iban a comenzar en 1998 “si había
dinero”. “Será cuando Murcia quede a tres horas de viaje a
Madrid. Tengan paciencia” dijo Corsini
de manera condescendiente durante una visita a San Esteban en septiembre de 1998, que el
presidente Valcárcel
aprovechó para subrayar que el AVE nos nos interesaba para nada.
“Queremos una red de velocidad alta para transportar viajeros y
mercancías” sentenció Valcárcel
en tono solemne a preguntas de los periodistas que quisieron saber si
no se sentía “ofendido” por el hecho de que el ministerio de
Fomento estuviese apoyando el AVE Madrid-Valencia mientras otras
regiones como Murcia no recibían un duro. Miguel
Corsini,
que
viajó a Murcia en Talgo,
había
venido a por dinero contante y sonante que era lo que, por encima de
todo, interesaba a RENFE. Concretamente, vino a firmar el convenio de
dos nuevas líneas de cercanías desde Murcia con Cartagena y Cieza
que iban a entrar en servicio el lunes 28 de septiembre de 1998.
Según ese convenio, la Comunidad Autónoma pagaría 110 millones de
pesetas al año en el supuesto de que esas líneas ferroviarias
fuesen una ruina.
Como ya han deducido, no hubo dinero para la
región de Murcia porque los trenes de Velocidad Alta con Alicante y
Albacete que íbamos a tener operativos en 2004, nunca llegaron. Tampoco hicieron acto de presencia los trenes EUROMED
(operativos entre Alicante y Barcelona desde octubre de 1996) pese a
que el 19 de septiembre de 1998 había salido a concurso público,
por 115,9 millones de pesetas, el estudio para la prolongación del
Euromed desde Alicante; una línea que sí estaba incluida en
el Mapa Transeuropeo de Transportes y, por tanto, tenía asegurados los fondos de
la UE que podían alcanzar hasta un 85% de la inversión.
Pero
es que el
primer AVE a Murcia iba a llegar en 2006. Eso aseguró el ministro de
Fomento, Rafael
Arias Salgado tras
una copiosa cena en Madrid con los presidentes de Murcia, Valencia,
Madrid y Castilla la Mancha celebrada a finales de septiembre de 1999
para discutir el trazado del AVE que
Fomento siempre
quiso que llegase a Murcia por Alicante y nunca por Albacete por
criterios puramente económicos. Así solucionaban de una tacada la conexión de Murcia con Madrid y
Barcelona. Un año antes, en 1998, Arias
Salgado ya
había advertido al gobierno murciano de que solo había dinero para la
Velocidad Alta por Alicante
o por Albacete
e instó a Valcárcel
a
elegir. Y como bien mandado que era el murciano, eligió
y
aceptó un largo viaje en tren a Madrid por Cuenca de 515 kilómetros
que rubricó
en enero de 2001 con el pacto de San Esteban.
Valcárcel declaró que había aceptado ese trazado “por solidaridad con Cuenca”. Bueno, por eso y porque el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos ofreció inversiones millonarias a la regiones que cedieran en el trazado del AVE. Concretamente, Cascos dijo que invertiría 20.000 millones en modernizar la línea ferroviaria convencional Chinchilla-Albacete y, por supuesto, que en una segunda fase Murcia también tendría el AVE por Cieza; el mismo AVE que Rajoy prometió durante la campaña electoral de las generales de 2004. “El AVE llegará a Murcia por Cieza” dijo ante un auditorio rendido a sus pies, aunque el pacto de San Esteban había borrado literalmente del mapa esa línea ferroviaria por la que tanto luchó en su día el Marqués de Corvera, pero esa es otra historia.
Ni el AVE llegó por Cieza, ni Cascos invirtió 20.000 millones en modernizar la línea ferroviaria por Chinchilla. Lo único que demostró Pedro Saura en julio de 2009 volviendo a anunciar que Murcia tendría dos trenes AVE como ha recordado recientemente el edil, Eduaro Martínez Oliva, es que los socialistas también saben entretener con anuncios y dilapidar credibilidad a la misma velocidad que el PP. Pedro Saura se vino arriba tras una reunión de Valcárcel con el entonces ministro de Fomento, José Blanco que aceptó todas y cada una de las reivindicaciones del presidente murciano sabiendo que muchas no las podía cumplir porque ya estábamos metidos de llenos en la crisis económica y Fomento afilaba las tijeras podar. Valcárcel salió muy satisfecho de la cita ministerial porque habían concretado que el AVE llegaría a Murcia por Alicante en 2014. “Los sueños de antaño, tal vez frustraciones, hoy son concreciones” aseguró el mandatario murciano. El AVE tampoco llegó en 2014, ni en 2015 para ir a tomar las uvas de Nochevieja en la plaza del Sol con Bernabé.
Valcárcel declaró que había aceptado ese trazado “por solidaridad con Cuenca”. Bueno, por eso y porque el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos ofreció inversiones millonarias a la regiones que cedieran en el trazado del AVE. Concretamente, Cascos dijo que invertiría 20.000 millones en modernizar la línea ferroviaria convencional Chinchilla-Albacete y, por supuesto, que en una segunda fase Murcia también tendría el AVE por Cieza; el mismo AVE que Rajoy prometió durante la campaña electoral de las generales de 2004. “El AVE llegará a Murcia por Cieza” dijo ante un auditorio rendido a sus pies, aunque el pacto de San Esteban había borrado literalmente del mapa esa línea ferroviaria por la que tanto luchó en su día el Marqués de Corvera, pero esa es otra historia.
Mapa incluido en el documento del pacto de San Esteban 2001 |
Ni el AVE llegó por Cieza, ni Cascos invirtió 20.000 millones en modernizar la línea ferroviaria por Chinchilla. Lo único que demostró Pedro Saura en julio de 2009 volviendo a anunciar que Murcia tendría dos trenes AVE como ha recordado recientemente el edil, Eduaro Martínez Oliva, es que los socialistas también saben entretener con anuncios y dilapidar credibilidad a la misma velocidad que el PP. Pedro Saura se vino arriba tras una reunión de Valcárcel con el entonces ministro de Fomento, José Blanco que aceptó todas y cada una de las reivindicaciones del presidente murciano sabiendo que muchas no las podía cumplir porque ya estábamos metidos de llenos en la crisis económica y Fomento afilaba las tijeras podar. Valcárcel salió muy satisfecho de la cita ministerial porque habían concretado que el AVE llegaría a Murcia por Alicante en 2014. “Los sueños de antaño, tal vez frustraciones, hoy son concreciones” aseguró el mandatario murciano. El AVE tampoco llegó en 2014, ni en 2015 para ir a tomar las uvas de Nochevieja en la plaza del Sol con Bernabé.
Desde el gobierno regional aluden reiteradamente a un estudio encargado por el gobierno regional a la UMU y al colegio de economistas sobre los beneficiosos efectos del AVE que concluye que traerá 180.000 viajeros más y tendrá un impacto de 300 millones de euros al año. Otro estudio reciente de la Cámara de Comercio de Murcia rebaja el impacto anual a 70 millones de euros. Luego, si hacemos la cuenta de la vieja al revés, la región de
Murcia acumula unas pérdidas económicas que ascienden a 3.600
millones de euros contando desde 2006 que iba a llegar el primer AVE, aunque a esa cantidad habría que sumar el lucro
cesante por no tener los trenes de velocidad alta anunciados para
2004 o los trenes EUROMED que, inexplicablemente, se detuvieron en
Alicante en 1996. ¿Quién se hace responsable? Sea como fuere, esperemos que estén en lo cierto los autores de ambos informes porque nadie quiere que el AVE a Murcia, cuyo coste ronda los 1.500 millones de euros, sea otro monumento público al despilfarro. Estudios previos a la llegada del AVE a Castellón decían cosas similares y el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón, Carlos Escorihuela ha sido tajante "este AVE no ha aportado nada al turismo". Por cierto, los grupos parlamentarios PSOE y PODEMOS están deseando hacerse con una copia de ese informe de la UMU y de los economistas -ya la han pedido- porque sospechan que igual dice más cosas que se han ocultado.
Y no, no es verdad que los vecinos ahora acepten el muro y, mucho menos, la pasarela que se ha convertido en una especie de monumento al despotismo ferroviario. Los vecinos no quieren ni mirarla porque dicen que "se les remueve algo por dentro". Lo que aceptan son las molestias que conllevará el cierre del paso a nivel de Santiago el Mayor durante unos pocos meses por las obras del soterramiento, que no por la llegada del AVE en superficie. Incluso aceptan el muro a 80 centímetros de la puerta de casa porque ahora están seguros de que no será durante años. No es lo mismo, aunque desde el PP quieran instalar en el imaginario colectivo que todo sigue igual y que lo único que quieren los vecinos de los barrios del sur es fastidiar al Partido Popular "porque son una plataforma anti-AVE". Los populares no terminan de entender que se trata de un problema de credibilidad.
El auténtico muro siempre fue la catenaria en superficie de 25.000 voltios cuestionada por forenses, la fiscalía y hasta la propia Comisión Europea que ha amenazado a España con sanciones si el AVE llega en superficie; por eso más de 30 asociaciones de vecinos, asociaciones de padres y madres de alumnos y colectivos culturales que también son SOCIEDAD CIVIL, han firmado un manifiesto aplaudiendo la decisión del gobierno de España. Y todavía falta por saber qué decisión adoptará la Audiencia Nacional que investiga la denuncia de una vecina de las vías por "vulneración de derechos fundamentales como el derecho a la intimidad familiar y la inviolabilidad del domicilio" al carecer las obras de llegada del AVE en superficie de declaración de impacto ambiental.
"“Ha llegado el momento de no resignarse y de decir ‘basta ya’ al conformismo y al maltrato a la Región de Murcia en materia de infraestructuras" ha dicho el presidente López Miras ahora que no gobierna Rajoy sino Pedro Sánchez. Bueno, el mandatario murciano
reconoce al fin que nos castigó Felipe González, nos castigó José María Aznar, nos castigó Zapatero y nos castigó Mariano Rajoy porque no es posible tanto atraso. Y como tiene razón el presidente al decir que no debemos resignarnos, no caben criticas a los vecinos de los barrios del sur porque que han hecho exactamente eso, no resignarse a un AVE en superficie sin garantías de soterramiento aunque eso haya trastocado los planes políticos del PP. Están defendiendo sus derechos y por extensión, los de toda la ciudad de Murcia a tener infraestructuras de primera y no conatos, aunque nos vaya a costar a todos una auténtica millonada el soterramiento. Pero ellos no son responsables del analfabetismo ferroviario de nuestros dirigentes políticos, ni de su incapacidad para buscar y consensuar alternativas viables y más económicas para sacar las vías del centro de Murcia y de Alcantarilla.
Los vecinos, que han demostrado que hay vida más allá del vocerío político, saben como todos que ese tren llega con retraso desde que a los postres de una copiosa cena en Madrid, hace 19 años, un ministro anunció que Murcia tendría AVE en 2006.
El auténtico muro siempre fue la catenaria en superficie de 25.000 voltios cuestionada por forenses, la fiscalía y hasta la propia Comisión Europea que ha amenazado a España con sanciones si el AVE llega en superficie; por eso más de 30 asociaciones de vecinos, asociaciones de padres y madres de alumnos y colectivos culturales que también son SOCIEDAD CIVIL, han firmado un manifiesto aplaudiendo la decisión del gobierno de España. Y todavía falta por saber qué decisión adoptará la Audiencia Nacional que investiga la denuncia de una vecina de las vías por "vulneración de derechos fundamentales como el derecho a la intimidad familiar y la inviolabilidad del domicilio" al carecer las obras de llegada del AVE en superficie de declaración de impacto ambiental.
"“Ha llegado el momento de no resignarse y de decir ‘basta ya’ al conformismo y al maltrato a la Región de Murcia en materia de infraestructuras" ha dicho el presidente López Miras ahora que no gobierna Rajoy sino Pedro Sánchez. Bueno, el mandatario murciano
reconoce al fin que nos castigó Felipe González, nos castigó José María Aznar, nos castigó Zapatero y nos castigó Mariano Rajoy porque no es posible tanto atraso. Y como tiene razón el presidente al decir que no debemos resignarnos, no caben criticas a los vecinos de los barrios del sur porque que han hecho exactamente eso, no resignarse a un AVE en superficie sin garantías de soterramiento aunque eso haya trastocado los planes políticos del PP. Están defendiendo sus derechos y por extensión, los de toda la ciudad de Murcia a tener infraestructuras de primera y no conatos, aunque nos vaya a costar a todos una auténtica millonada el soterramiento. Pero ellos no son responsables del analfabetismo ferroviario de nuestros dirigentes políticos, ni de su incapacidad para buscar y consensuar alternativas viables y más económicas para sacar las vías del centro de Murcia y de Alcantarilla.
Los vecinos, que han demostrado que hay vida más allá del vocerío político, saben como todos que ese tren llega con retraso desde que a los postres de una copiosa cena en Madrid, hace 19 años, un ministro anunció que Murcia tendría AVE en 2006.