El AVE llegará a Murcia soterrado. Y no porque lo diga Diego Conesa sino porque así lleva años pidiéndolo la Asamblea Regional, el Pleno del Ayuntamiento de Murcia y miles de vecinos de los barrios del sur, que anoche celebraron con fuegos artificiales su victoria tras una dura y larga lucha que ha perdido el Partido Popular. Y la ha perdido porque antepuso sus intereses políticos y electorales a los de miles de ciudadanos y no supo cómo hacer frente a una plataforma que ha logrado que se hable del soterramiento de Murcia en toda España. No había que ser un avezado analista para darse cuenta de que con viejos argumentarios, incomparecencia en jornadas ferroviarias, prepotencia, multas, porra y policía ya no se ganan batallas políticas y, menos, cuando llevas años dilapidando credibilidad y no exhibiendo más que sumisión ante Madrid.
El
AVE llegará a Murcia soterrado y no por que el gobierno de Pedro
Sánchez haya decidido robar a Murcia un tren que no teníamos ni iba a llegar el 31 de agosto,
sino porque ningún dirigente político decente puede ignorar
las resoluciones legales de un parlamento que representa la voluntad mayoritaria
de un pueblo. Si persistimos en el
error de ignorar por conveniencia partidista las resoluciones
emanadas de las instituciones democráticas que legítimamente nos
representan, estaremos poniendo en cuestión nuestro Estado de
Derecho y mandando el peligroso mensaje a la ciudadanía de que esas
instituciones parlamentarias son tan prescindibles como los diputados
que las ocupan.
El
“No al muro” de los vecinos se ha impuesto al “AVE ya” del
gobierno regional y CROEM que han reaccionado de manera
ridículamente exagerada a una decisión del ministerio de Fomento
que dicta el sentido común porque ningún tren puede llegar a una
ciudad atropellando derechos básicos de miles de ciudadanos. Así lo
entendió la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, un
prestigioso perito del Instituto de Medicina Legal de Valencia que
advirtió de que el AVE en superficie causaría múltiples efectos
perniciosos para la salud y hasta la propia Fiscalía de Murcia que
ya en 2015 advirtió de que “no podía prevalecer sobre la
protección del medio ambiente el derecho de la región a contar con
las mejores comunicaciones ferroviarias”. Al gobierno de la Nación
le sobran los argumentos y las razones para tomar la decisión que ha
tomado por mucho que el presidente López Miras se
enrabiete y diga que se trata de una decisión política, no
técnica y hable de “robo” y de “ataque” sin precedentes a
la región obviando que llevamos décadas sufriendo maltrato
ferroviario y que el AVE es, ante todo, un tren político con el que dirigentes territoriales como él sueñan cada noche lleno de votos.
No
hace mucho escribí que sería presidente de la región aquel que
educase la mirada para ver más allá del partido. Aquel que fuese
capaz de aunar simplicidad de ideas con intelectualidad. Aquel que
fuese capaz no solo de comunicar, sino de conectar con las personas y
de transmitir lo que, en mi opinión, más demanda el votante en
este momento y el humildad, compromiso y honradez. Diego Conesa
eligió la corbata que le había regalado la abuela de las vías para
anunciar que el AVE llegará a Murcia soterrado y que no habrá
catenarias en superficie “porque ninguna infraestructura puede
causar tanta crispación y división”. Un guiño hacia los vecinos que están viviendo las dos caras de la política.