domingo, 14 de julio de 2019

LA FACTORÍA TUTTI FRUTTI

Hola Mundo.

Diego Conesa podría posar desnudo emulando a Albert Rivera y ni por esas conseguiría hacer cambiar de opinión a Isabel Franco, una asalariada en nómina de la franquicia catalana con una misión: cumplir órdenes sin rechistar. Tampoco parece que le disguste en exceso porque ha resultado ser más del PP que el propio López Miras por cuya investidura "mata" que diría Belén Esteban. En el PP no dan crédito. Nunca esperaron tanto de un partido del que hace bien poco dijeron que estaba repleto de "naranjas podridas".



La fotografía del trío de las derechas ya inunda las redes sociales, está en los periódicos. VOX ha terminado doblegando al partido naranja que hace solamente quince días aseguraba que nunca pactaría con partidos que pretendan hacer retroceder nuestra región, frivolicen con la violencia machista, estigmaticen a los inmigrantes o ataquen al colectivo LGTBI y los derechos y libertades que han conquistado a lo largo de los años".  Que es justamente lo que pretende VOX: perpetuar la homofobia y devolver los malos tratos y las palizas a las mujeres a la intimidad del hogar. Pero qué les voy a contar que no sepan de la factoría Tutti Frutti. Ciudadanos también decía que era el partido de la regeneración y teniendo alternativa, ha optado por perpetuar el régimen establecido durante 24 años en la región de Murcia. Ciudadanos ha renunciado a ser el partido bisagra capaz de llegar a acuerdos a izquierda y a derecha del tablero y ha dejado desierto el centro político  que terminará ocupando el PSOE. En eso están los socialisas al rechazar la entrada de Podemos en el gobierno de España y buscar alternativas al apoyo independentista.


Nadie lo entiende. Ningún sesudo analista ha logrado explicar aún cómo piensa Albert Rivera dar el sorpaso al Partido Popular insuflándole oxígeno en ayuntamientos y comunidades, regalando poder territorial. El PP no es un pececillo como UPyD, es un tiburón dispuesto a darle una dentellada en cuanto se descuiden.  Nadie comprende que Ciudadanos no haya optado por rematar a un partido aturdido tras dejarse seis escaños y perder las elecciones por primera vez en 24 años. El PP de la  Murcia en la oposición habría implosionado porque no son pocos los que le tienen auténticas ganas a López Miras y por extensión a Pedro Antonio Sánchez que desde El Bocadillón de Puerto Lumbreras sigue dirigiendo el cotarro. Sí, el mismo al que el partido Ciudadanos obligó a dimitir en abril de 2017 y el próximo 16 de julio deberá comparecer ante la juez de Lorca para que ésta le notifique la apertura de juicio oral por el caso de corrupción Auditorio. Serán semanas de portadas hablando del juicio y de la corrupción del PP asociado para entonces a Ciudadanos. Ya puede ir preparando el argumentario la futura portavoz del Ejecutivo Regional y ex del PP, Ana Martínez Vidal.  Si te casas es en la prosperidad y en la adversidad y se atisban tiempos  muy adversos.



Lo de Ciudadanos no es ya  una cuestión política, compete al departamento de psiquiatría. Albert Rivera se comporta como un perverso narcisista interesado en "polarizar a saco" como aconsejó un asesor que hiciera Inés Arrimadas antes de un debate. Polarizar, crispar, provocar, dividir, enredar, mentir, manipular en la creencia falsa del divide y vencerás. En Ciudadanos solo ven independentistas, fascistas y ahora también sanchistas por todas partes.  A eso se resume su discurso liberal de quita y pon desde la foto de Colón que Rivera se quitó la careta. Un "adolescente caprichoso" que en la región de Murcia alumbrará un gobierno conservador y ultraliberal gracias a los votos de la misma ultraderecha que los partidos democráticos europeos tratan de contener y aislar en defensa propia.  Por cierto, el discurso de Isabel Franco  sigue mutando. Ya no repite como un loro lo de proyecto reformista y liberal. Ahora habla de proyecto "liberal y regenerador" para la región de Murcia; que consiste básicamente en bajar impuestos alegremente en una región inmersa en una profunda desaceleración económica, endeudada hasta las cejas y donde no hay dinero ni para folios en colegios e institutos públicos, por no hablar de las elevadas tasas de pobreza y exclusión social de las que alerta  el Consejo Económico y Social en su Memoria anual sobre la situación socioeconómica y laboral de la región de Murcia 2018.


¿Cómo puede Isabel Franco ser tan irresponsable y decir lo que dice sin haber auditado las cuentas regionales? Si hasta la CROEM advierte en su último boletín de coyuntura sobre "la incapacidad manifiesta de la Comunidad Autónoma para embridar la deuda que sigue desbocada. Insisto. Ya no cuela culpar al sistema de financiación autonómica porque las magnitudes económicas del déficit están muy por encima de la infrafinanciación que sufrimos. En 2018, el déficit ascendió en la región de Murcia a 421 millones de euros según datos de contabilidad nacional del Ministerio de Hacienda y la infrafinanciación no llega a 250 millones de euros al año. La deuda regional  a 31 de diciembre de 2018 ascendía a 9.200 millones de euros. Cada año dedicamos 1.070 millones de euros del presupuesto regional solo a pagar intereses y a amortizar deuda. Un disparate.
  
Pero ahí tienen a la ciudadana Isabel Franco, la de los zumos contra el colestelerol, cada día más cerca del coche oficial y hablando sin empacho de regenerar junto al partido que no quiere regenerar. "Sinceramente, si finalmente pacta con el PP no la imagino a usted intentando abrir los cajones del gobierno que López Miras intentará mantener cerrados bajo siete llaves" le dije durante una entrevista electoral y respondió "¿Se imagina la viñeta que haría Puebla de eso?". 

Fotografía de autor desconocido
La estafa  de Ciudadanos a muchos de sus votantes es de órdago. Franco cuenta con que su gestión como vicepresidenta del gobierno de López Miras haga olvidar la infamia de prometer una cosa y hacer su contraria. Cree que el tiempo borrará el rastro y podrá recomponer el relato del que se ha quedado huérfana.  Se encomienda a la Virgen de la Memoria Líquida. Pero se equivoca porque VOX va a ser la mosca cojonera durante toda la legislatura y  los de Abascal son proclives a tocarse el medallón con mucha facilidad. Un mal tuit y te tumban un proyecto de ley. Sus votos son necesarios para aprobar los presupuestos e impondrán sus políticas como ya lo están haciendo en Andalucía donde han logrado  prohibir la lectura de determinados libros porque hablan de la represión franquista.

Lamentablemente nos abocamos a una legislatura que nos brindará más de un capítulo estilo "Sálvame" porque, en realidad, nadie se fía de nadie en ese trío. ¿Qué hará la vicepresidenta Franco cuando VOX le pida, como están haciendo en Andalucía, Madrid y Valencia, que identifique a quienes dan charlas LGTBI o pidan mitigar lo que consideran "estragos de la ley de memoria histórica" después de aprobar Ciudadanos la reforma del Estatuto de Autonomía? Un gobierno de coalición en minoría PP+Cs con el apoyo imprescindible de VOX desde la oposición es de todo menos estable como piden los empresarios. Es una carreta cargada de nitroglicerina atravesando un pedregal. 

Nadie quiere la repetición de elecciones, pero Ciudadanos menos que ninguno y hará lo imposible para que haya acuerdo de investidura. ¿Con qué argumentos podría la formación naranja volver a pedir el voto de los murcianos tras meterse en la cama de Valcárcel, Pedro Antonio Sánchez y Fernando López Miras por cuyo electorado compiten? Es que resulta hasta grosera la determinación con la que  Isabel Franco se ha echado en  brazos de los populares tras asegurar a los votantes murcianos que acabaría con 24 años de gobierno del Partido Popular. En caso de elecciones, algo bastante improbable, López Miras apelaría al voto útil, VOX vendería cierta coherencia porque finalmente también se ha bajado del caballo y ya no exige consejerías aún sabiendo que PP y Cs les engañarán   a las primeras de cambio como en Andalucía, pero ¿qué podría vender Ciudadanos? Me temo que solamente zumos de naranja procesados por Hervías y sin apenas vitaminas tras renunciar a la regeneración por la que nacieron como partido de centro capaz de remover, limpiar y depurar tanto a derechas como a izquierdas. Es que lo de factoría tutti frutti no tiene un pase en la región de Murcia. Puede que sean ya el partido que más antipatía suscita, más incluso que VOX que, ciertamente, está demostrando más inteligencia política. Imponiendo un ritmo lento a las negociaciones, los de Abascal están consiguiendo que Cs se cueza en su propio jugo de naranja.


La legislatura acaba de arrancar y PSOE y Podemos ya han exigido a Ciudadanos que retire su apoyo al PP tras el arresto del ex concejal de Descentralización, Cristóbal Herrero junto a nueve constructores por su presunta implicación en una supuesta trama de adjudicaciones ilegales de obras menores entre los años 2009 y 2013. La policía investiga dónde fueron a parar 9 millones de euros. Y solo se han centrado en cuatro años.  "Esto demuestra que Murcia es la zona cero de la red clientelar del PP" asevera el edil socialista, José Antonio Serrano. Y todavía se permite decir el vicealcalde de Ciudadanos, Mario Gómez "hace tiempo que venimos advirtiendo de que los contratos a dedo son un foco de corrupción de las administraciones públicas que desde Cs estamos dispuestos a eliminar". Omite Mario Gómez que Cristóbal Herrero pasó por Ciudadanos tras abandonar el Partido Popular y que el foco de corrupción al que alude lo ha generado el partido del que es socio de gobierno. Lo de Cristóbal Herrero al que también fichó Alberto Garre para SOMOS REGIÓN porque controlaba las pedanías, es solo la punta del iceberg de lo que puede salir a relucir si "al nabo" le da por  tirar de la manta.

A principios de junio escribí que lo único que debería primar en el vergonzoso cortejo político que acababa de empezar era la defensa del interés general de la región de Murcia sin componendas políticas de ningún tipo. Pero han primado las mezquinas ambiciones personales y los intereses económicos de importantes grupos. El club Bilderberg murciano existe. La magnitud de lo que está en juego en la región de Murcia es directamente proporcional a la presión que el denominado "gobierno en la sombra" está ejerciendo para que nada cambie, para que siga gobernando el PP de Pedro Antonio Sánchez a través de Fernando López Miras. El negocio es el negocio. Ahí tienen el macrocontrato de las ambulancias que el SMS ha adjudicado en 304 millones de euros a la constructora La Generala a través de su filial Orthem, sin apenas experiencia en el transporte sanitario de pacientes y que tiene todas las papeletas para terminar en Fiscalía. Lo que ha dado de sí un pequeño vivero de plantas en Alcantarilla.

Un concurso público millonario y "amañado" denuncian las empresas licitadoras que se han quedado fuera y del que la Junta Regional de Contratación Administrativa ha advertido ya de que "puede no ser acorde con los objetivos de estabilidad presupuestaria y control del gasto público". Es decir, la citada Junta en absoluto avala la adjudicación del macrocontrato a la UTE de la que forma parte la Generala en contra de lo afirmado por la propia consejería de Salud  que ha  mentido. Llegó a decir que la decisión estaba avalada por un informe de la citada junta para indignación de los funcionarios firmantes. Las mentiras tienen las patas muy cortas, las del SMS más cortas aún.

Según fuentes expertas consultadas, si cualquiera de los licitadores presentara recurso ante al Tribunal de Garantías de Recursos Contractuales, tendría muchas posibilidades de ganarlo habida cuenta del voto particular del interventor de la Comunidad Autónoma y del informe de la Junta Regional de Contratación Administrativa que advierte de que "al utilizar una fórmula matemática excepcional, los criterios subjetivos de la Mesa de Contratación prevalecen sobre los objetivos por lo que habría sido imprescindible nombrar una comisión de expertos que no se nombró". Tampoco se realizó, como advierte el informe de la Junta Regional de Contratación, un informe jurídico en los términos que procedía.

El PSOE ha exigido una comisión de investigación en la Asamblea Regional sobre la adjudicación del servicio de ambulancias que solo podrá salir adelante si Ciudadanos vota a favor ya que PSOE y PODEMOS no suman mayoría absoluta. Le tocará retratarse al partido liberal de Isabel Franco que, ya verán, correrá un tupido velo sobre un macrocontrato que apesta a la legua y que está poniendo en un brete al gerente del Servicio Murciano de Salud, Asensio López, porque el pliego de condiciones del concurso se guisó en otra olla, pero él se lo está comiendo. 

Montaje clandestino no autorizado por la regeneración
Diego Conesa podría posar desnudo emulando a Albert Rivera y ni así conseguiría convencer a Cs de que apostase por la regeneración política y administrativa que necesita la región de Murcia y que prometió en campaña. Si es que hasta los de VOX admiten en privado que un cambio de gobierno sería saludable tras 24 años de gobierno popular. Además, saben que Diego Conesa en absoluto representa la izquierda radical como intenta atribuirle Ciudadanos para justificar lo injustificable. Basta repasar las 89 propuestas que el alhameño está presentando a la sociedad civil convencido de que muchos votantes de la formación naranja de corazón socialdemócrata saltarán al PSOE. Hay muchos votantes naranjas arrepentidos.

Pero es lo que hay, amigo. Está claro que la mata política regional no da para más y los votantes tampoco se muestran exigentes. Ahí les tienen, estos son sus representantes políticos:








En fin, siempre nos quedará Corvera (el aeropuerto ruinoso de Valcárcel) para volar lejos de una tierra anestesiada con mentiras que vive aferrada al "más vale malo conocido que bueno por conocer". Fin de la cita.