domingo, 1 de marzo de 2020

TRAPOS SUCIOS

Hola Mundo (REVISADO)


El Mar Menor viene recibiendo desde la década de 1980 grandes cantidades de nutrientes procedentes mayoritariamente del Campo de Cartagena, donde entre 1988 y 2009 el regadío de la cuenca pasó de unas 25.150 hectáreas a más de 55.000 hectáreas, de acuerdo con los estudios de teledectección disponibles”. Eso señala el informe sobre el estado del Mar Menor que el Ministerio de Transición Ecológica encargó al Instituto Español de Oceanografía. La DANA de septiembre  solo fue la gota que colmó un vaso lleno de nitratos.

En el Campo de Cartagena no debería haber más de 42.000 hectáreas de regadío y hay entorno a las 60.000 hectáreas gracias, entre otras cosas, a las Unidades de Demanda Agraria -UDA- de la Confederación Hidrográfica del Segura. Herramientas creadas en 1998 con las que el organismo de cuenca ha ido blanqueando y justificando la desmedida expansión del regadío a lo largo de los últimos años. Toda parcela  en explotación dentro del perímetro de la UDA se considera regable y, por tanto, legalizable.

Mapa 1: UDA ona regable Trasvase Tajo-Segura  dotada con 122 hm3/año

Años de trampas al solitario hasta que estalló la  "sopa verde" y toneladas de peces murieron asfixiados dejando al descubierto las vergüenzas de una Comisaría de Aguas negligente que ahora intenta enmendar su desastre de gestión. El Ministerio de Transición Ecológica  ha dado órdenes explícitas de ser expeditivo con el regadío ilegal que estima en 10.000 hectáreas en el campo de Cartagena, aunque las organizaciones ecologistas dicen que se quedan cortos. Que son muchas más. 

Habría que preguntarse qué sucede con la denominada Cota 120. Una franja gigantesca de terreno (más de 11.000 hectáreas) junto al Mar Menor que se creó mediante una resolución de agosto de 1986 (varios años después del trasvase) por obra y gracia del entonces presidente de la CHS, Emilio Pérez Pérez. Concedió una autorización "en precario y de manera provisional" a la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena para plantar hortalizas (nunca árboles frutales) en esa franja de terreno que oficialmente riega con recursos propios de la cuenca y la reutilización pero, en realidad, riega con aguas del Tajo.  Una gran franja de tierra donde  se plantan árboles frutales desde 2004 por obra y gracia de otro presidente de confederación, el socialista José Salvador Fuentes Zorita, que levantó la prohibición de plantar cultivos permanentes, aunque éstos generan inmediatamente derechos de agua y tienen prioridad en caso de sequía. Y no solo eso. El gobierno de Zapatero destinó fondos europeos a la modernización y consolidación de regadíos de la Cota 120 de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena pese a carecer de orden ministerial que avale legalmente la creación de esa gran zona agrícola de regadío.


Mapa 2:  UDA -Cota 120
La autorización en precario que amplió la zona regable del Campo de Cartagena no se publicó en el BOE. Bastó la firma del presidente del organismo de cuenca. Tampoco aparece la cota 120 en el mapa de regadíos del trasvase que el Sindicato Central de Regantes tiene colgado en su página web, aunque los lugareños aseguran que riegan con agua del Tajo. Esa resolución de agosto de 1986, en su punto cuarto, dice textualmente: "Dado su carácter provisional y en precario, la presente autorización podrá ser revocada y dejada sin efecto por esta Confederación Hidrográfica cuando estime que existen causas para ello". ¿No es suficiente causa la terrible contaminación que sufre el Mar Menor? ¿Por qué no audita el Ministerio de Transición Ecológica la denominada cota 120? Hay tanto misterio sobre la Cota 120 que la Ley de Medidas Urgentes para la Sostenibilidad Ambiental del Mar Menor de febrero de 2018 la incluyó erróneamente como "zona regable de trasvase".



A la zona regable del trasvase (UDA1) y a la cota 120 (UDA 2)  hay que sumar lo que la CHS denomina "resto del Campo de Cartagena"  (UDA 3) cuya Unidad de Demanda Agraria ocupa una superficie bruta de 34.000 hectáreas de las que hay sin digitalizar en el registro del organismo de cuenca alrededor de 11.000 hectáreas que curiosamente se corresponden son las  aproximadamente 10.000 hectáreas que señala la CHS como ilegales y ha empezado a revisar como consecuencia del ecocidio en el Mar Menor. Apenas queda secano en el Campo de Cartagena.
Mapa 3: UDA -Resto Campo Cartagena, regadío mixto de acuíferos, depuradas y deslainizadas.
 
Tras cruzar las imágenes de  teledetección por satélite con los registros, el organismo de cuenca  concluye que son cerca de 10.000 las hectáreas que se están regando sin derechos de riego inscritos, de las que 3.500 hectáreas ya han sido expedientadas previo boletín de denuncia. En 1.600 hectáreas el expediente sancionador es firme y solo falta que la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente cumpla la ley y exija su restitución a las condiciones originales de terreno, posiblemente secano. Y en tramitación hay otro buen número de expedientes que afectan a 1.900 hectáreas, también en el campo de Cartagena, que una vez que sean firmes en vía administrativa  serán remitidos  a la Comunidad Autónoma que anda distraída planeando balnearios en Los Urrutias para que los bañistas no acaben clavados en el fango. 

Documentación aportada Junta Gobierno CHS febrero 2020

Los agentes medioambientales y la Guardería Fluvial, hasta la fecha, han abierto boletín de denuncia por posible riego ilegal a 9.500 hectáreas en toda la cuenca de las que 4.665 corresponden a la Vega Media-Mar Menor. Cifra que irá incrementándose conforme avance el trabajo de los agentes medioambientales y aumente el número de boletines de denuncia abiertos.  "En absoluto se puede afirmar que no son 10.000 las hectáreas de regadío ilegal en el Campo de Cartagena" asegura el presidente de la CHS, Mario Urrea que ratifica las cifras dadas tanto por el organismo de cuenca como por parte del Ministerio de Transición Ecológica sobre el regadío ilegal alrededor del Mar Menor. "No entiendo qué se pretende desinformando con un tema tan delicado" se lamenta Urrea.  "Desde la CHS lamentamos que la complejidad del procedimiento en curso pueda dar lugar a interpretaciones erróneas, que puedan introducir desinformación al conjunto de la sociedad civil" ha respondido la CHS a través de Twitter a determinadas informaciones periodísticas.

La CHS es tan responsable como la Comunidad Autónoma de lo que ocurre en el Mar Menor. A lo largo de los años han formado un tándem dañino para un ecosistema tan frágil como valioso. El control de los nitratos no es competencia de CHS, pero podría haber hecho mucho más. El organismo de cuenca acaba de reconocerlo al iniciar el procedimiento para declarar el acuífero del Campo de Cartagena en mal estado químico. Una media que ya contemplaba la Ley de Aguas de 1986 y que conllevará restricciones en los regadíos y usos agrarios. ¿Por qué no lo hizo antes?  El organismo de cuenca llega tan tarde como la Comunidad Autónoma que, con más de 20 años de retraso, acaba de designar el Mar Menor  como masa de agua afectada, o en riesgo de estarlo, por la contaminación por nitratos de origen agrario.  Décadas de desidia en un zona declarada vulnerable a la contaminación por nitratos que solo merecen la reprobación ciudadana.

Las pruebas son contundentes. Las evidencias científicas irrefutables. Y aún así, el sector agrícola permanece enrocado en una estrategia negacionista que acabará hundiéndole porque en países consumidores de frutas y hortalizas murcianas como Alemania, importantes  cadenas de supermercados han firmado convenios con el Fondo Mundial para la Naturaleza con el objetivo de que sus técnicos auditen la huella ecológica de los productos que sirven a los consumidores.

Al  presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez, le molestó especialmente que días antes de la Fruit Logística de Berlín, una televisión alemana emitiese un reportaje sobre el Mar Menor y los nitratos agrícolas. "A mi me enseñaron que los trapos sucios se lavan en casa..tanta exageración está perjudicando nuestra imagen" afirmmó.  Como si los trapos sucios pudiesen lavarse en la charca verde en la que han convertido el Mar Menor. 
Manuel Martínez también cree que existe una especie de conjunción planetaria contra la agricultura y lamenta que el Ministerio de Transición Ecológica envíe menos agua del trasvase en respuesta precisamente a la petición del consejero, Antonio Luengo, de establecer medidas urgentes que frenen la entrada de nutrientes al Mar Menor. Si algo sobra en el campo de Cartagena en este momento es agua como evidencia el río en el que se ha convertido la rambla del Albujón porque se sigue regando y produciendo como si el Mar Menor solo fuese un decorado.
"Vinculando el trasvase al Mar Menor intentan cortar la simpatía que la ciudadanía tiene por los agricultores" ha declarado el presidente del Sindicato Central de Regantes, Lucas Jiménez. No se da cuenta de que la perdieron desde que estalló la sopa verde y no movieron un dedo. Todo lo contrario. Dirigentes de organizaciones agrarias intentaron que no se aprobara la Ley de Medidas Urgentes para la Sostenibilidad Ambiental del Mar Menor de febrero de 2018 y no han parado hasta que no la ha derogado el gobierno regional mediante el Decreto Ley de Protección Integral de diciembre de 2019 que, fíjense,  considera como setos vegetales los caballones de tierra.

"¡Qué se drene el acuífero! ¡Qué se drene que está rebosante!" exigen como solución milagrosa desde las organizaciones agrarias. Una medida multimillonaria contemplada en el Plan Vertido Cero elaborado por el gobierno de Rajoy y que el Ministerio de Transición Ecológica ha decidido repensar. Ningún país puede volver a permitirse tirar el dinero como sucedió hace 23 años con una red de 50 kilómetros de tuberías con tres estaciones de bombeo que costó 5.200 millones de pesetas. Se hizo para eliminar la filtración al Mar Menor de 1.600 toneladas de abonos al año procedentes de los cultivos y para que los agricultores reutilizaran parte del caudal que debía recoger la red de drenajes. Ya entonces estimaban los técnicos que un 30% de todo el agua para riego que se empleaba en los cultivos del Campo de Cartagena fluía hacia el Mar Menor cargada de nitratos y otros restos de abonos.


La Verdad. Junio 1997
Los estudios técnicos previos calcularon que unas 50.000 toneladas de abonos químicos (unos 2.500 camiones) se habían vertido al Mar Menor a lo largo de los últimos 30 años a través de los desagües del Campo de Cartagena. Sacyr, presidida por Luis del Rivero, acometió las obras, pero los regantes del Campo de Cartagena a quienes se les cedió la gestión y explotación del sistema de drenajes y bombeos optaron por abandonarlo. Consideraron demasiado costoso reutilizar ese agua teniendo la del trasvase del Tajo más barata y de manera más sencilla. Dos décadas después vuelven a pedir  otra obra multimillonaria que les permita seguir produciendo sin desmontar ni un solo metro de regadío, ignorando. Siguen sin asumir que quien contamina debe pagar. Siguen sin asumir que todo ha cambiado. Los trapos sucios ya no se lavan en casa.