A todos los que avisaron y fueron ignorados. A todos los que legítimamente exigen responsabilidades y lloran a sus fallecidos.
Hola Mundo.
Hola Mundo.
“Al
concluir esta batalla examinaremos los errores cometidos, todos los
hemos cometido. Y cuando pase los analizaremos. Quienes ahora creen
saberlo todo, no aprenderán nada” ha dicho el presidente del
Gobierno de España, Pedro
Sánchez
parapetado detrás de los científicos. Fin de la cita.
El
único error que ha cometido la ciudadanía española es pecar de
autocomplacencia. Pensar que lo del coronavirus era una cosa de
chinos tan lejana como benigna, creer que la sanidad española estaba realmente dotada
de medios y confiar en la palabra del gobierno de España.
Cuando esta pesadilla acabe, habrá que analizarlo todo para que no
se repita y depurar responsabilidades políticas y puede que penales.
Las consecuencias económicas serán catastróficas. Los muertos se
contarán por miles. Muchos de nuestros mayores habrán muerto solos
en la habitación de un hospital o de una residencia, sin un familiar
que les pueda coger la mano, sin un triste funeral. Los fatales
errores cometidos no son socializables. El gobierno de España
subestimó la gravedad de la epidemia e ignoró las recomendaciones
de la OMS, del Departamento de Seguridad Nacional y del Centro
Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades. No han
dicho la verdad, quizá por ignorancia o quizá por miedo a la
realidad.
EL PRIMER ERROR
Los científicos detrás de los que se atrinchera el presidente Pedro Sánchez aceptaron la benignidad del virus como
una ventaja cuando era su principal inconveniente. Los
microorganismos, de acuerdo con el RD 664/1997 se clasifican en
cuatro grupos, siendo el cuarto el compuesto por aquellos que pueden
ocasionar infección grave o mortal y contra los que no hay ni vacuna
ni tratamiento. El nuevo coronavirus debería haber sido clasificado
como un agente biológico del grupo 4, sin embargo, fue clasificado
como un agente del grupo 2: un agente patógeno que puede
causar enfermedad en el hombre y puede suponer un peligro para los
trabajadores; es poco probable que se propague a la colectividad, existe generalmente profilaxis o tratamientos eficaces. "Y
ahí radica todo. Esa es la clave de toda la mala gestión posterior" sostiene Juan
Martínez Hernández, experto en salud pública de la Organización Médica Colegial, que fue uno de los técnicos citados por el
Ministerio de Sanidad a una reunión que se celebró el 30 de enero
en Madrid para calibrar la gravedad del nuevo coronavirus chino y que en esa reunión se convirtió en el décimo hombre, la voz discordante. De los pocos que se puso en lo peor.Juan Martínez Hernández, portavoz salud pública de la Organización Médica Colegial (OMC) |
"Si
se hubiera asumido eso desde el principio (que era un agente
biológico del grupo 4) dado el potencial pandémico del virus y la
susceptibilidad universal para sufrir la infección de toda la
Humanidad, habría que haber tomado aquel mismo día decisiones
pavorosas, como adquirir ingentes cantidades de equipos de protección
individual como los del Ébola, construir o acondicionar a toda
velocidad centros monográficos independientes, o adquirir un gran
número de equipos de ventilación mecánica" sostiene Juan Martínez.
Se
equivocan por tanto quienes disculpan al gobierno diciendo que es
fácil hablar a toro pasado. El toro era presente y venía
embistiendo desde China y dando cornadas mortales en Italia mientras
España minimizaba el problema y permitía que el virus se deslizara
y llegará inadvertidamente a todo el país, introduciéndose en los pulmones de miles de personas. En el momento que en Italia empezó a haber intensa transmisión comunitaria, las autoridades sanitarias españolas debieron haber supuesto que estábamos teniendo centenares de entradas de pacientes con y sin síntomas desde Italia porque, entre otras cosas, no se interrumpieron los vuelos. No se hizo nada. "En España todos los pasos contra el coronavirus han sido reactivos, casi ninguno proactivo" sostiene Juan Martínez.
Los errores técnicos y, como consecuencia políticos, son de tal calibre que el 25 de febrero, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitaria elaboró un procedimiento de actuación frente a casos de infección por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) que ha estado vigente durante semanas y que decía que los contactos con infectados podían hacer vida normal, incluso con amigos: "Cualquier persona asintomática que cumpla la definición de contacto....de forma general, podrá llevar una vida normal, en familia, con amigos y, en general, en el ámbito laboral, informándoles de las precauciones de higiene respiratoria y lavado de manos". Un auténtico DISPARATE porque hay mucha información científica de diversas infecciones respiratorias que indican que los pacientes contagian ya desde 2 ó 3 días antes de presentar síntomas. Se sabía desde finales de enero que el primer contagiado en Alemania, un joven de Baviera, lo contrajo de una compañera de trabajo china que no presentaba síntomas.
Los errores técnicos y, como consecuencia políticos, son de tal calibre que el 25 de febrero, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitaria elaboró un procedimiento de actuación frente a casos de infección por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) que ha estado vigente durante semanas y que decía que los contactos con infectados podían hacer vida normal, incluso con amigos: "Cualquier persona asintomática que cumpla la definición de contacto....de forma general, podrá llevar una vida normal, en familia, con amigos y, en general, en el ámbito laboral, informándoles de las precauciones de higiene respiratoria y lavado de manos". Un auténtico DISPARATE porque hay mucha información científica de diversas infecciones respiratorias que indican que los pacientes contagian ya desde 2 ó 3 días antes de presentar síntomas. Se sabía desde finales de enero que el primer contagiado en Alemania, un joven de Baviera, lo contrajo de una compañera de trabajo china que no presentaba síntomas.
SOLO ES UNA GRIPE
Durante
semanas, las autoridades españolas, sin
replica por parte de ningún gobierno autonómico,
se dedicaron a sedar a los españoles con mensajes tranquilizadores.
Mejor calmar que
informar debieron pensar. Al
fin y al cabo, a nadie le viene bien una epidemia que le arruine las
vacaciones de Semana Santa y miles de personas compartieron la
apaciguadora intervención
del periodista Lorenzo
Milá desde
Italia el 25 de febrero. Milá
llamaba a la
calma casi riñéndonos por tener cierto temor. "Parece
que se extiende más el alarmismo que los datos" dijo el
periodista con 25 italianos en la UCI y 325 infectados. "No
podemos hablar de un virus terrorífico como puede ser el ébola. Su
tasa de mortalidad es más baja que el de la gripe común" dijo.
Su mensaje fue rápidamente ensalzado por tuiteros y líderes de
Podemos como ejemplo de periodismo riguroso "frente a los
mensajes apocalípticos y los corresponsales con mascarilla" que
tanto parecían disgustar a algunos. Según Pablo
Echenique
el coronavirus que ahora nos tiene encerrados en casa es "una
gripe menos agresiva que la de todos los años". Solo un día antes, el 24 de febrero, la OMS pedía al mundo que se preparase para una potencial pandemia del coronavirus. El porcentaje de fallecimientos en Wuhan (China) oscilaba entre el 2 y 4%.
Afortunadamente,
no todos se prestaron a replicar el tranquilizador mensaje oficial.
Casi al mismo tiempo que Lorenzo Milá pedía calma desde Italia,
Mavi Doñate
informaba
desde China de que el jefe de la misión de la OMS en China, Bruce
Aylward,
aconsejaba
a los países tener camas preparadas por si acaso, y cuarentena para
los pacientes contagiados. "No entiendo muchas cosas"
escribió Mavi Doñate
en Twitter el 26 de febrero. Y no lo entiende porque no dejó de
advertir al comprobar la pasividad del gobierno español que apostó
por negar la realidad y por tranquilizar de manera insistente a la
población hasta que todos nos contagiamos de una falsa inmunidad
frente a un virus desconocido, altamente contagioso que ha colapsado el sistema sanitario italiano y ha empezado a colapsar el sistema sanitario español.
El
15 de marzo, tras la tardía Declaración del Estado de Alarma por
parte del gobierno de España ante el ascenso descontrolado del
número de infectados, la corresponsal de TVE en China, Mavi
Doñate,
que protegida con mascarilla ha realizado crónicas impecables
advirtiendo de la gravedad de la epidemia, expresaba en Twitter su
impotencia. Ni ella ni nadie entiende muchas cosas. El
gobierno permitió que durante semanas miles de personas deambularan
por España despreocupadas, ajenas al peligro, propagando y cogiendo
el virus. No adoptó medidas de contención de ningún tipo. No
advirtió a la población. ¿Cómo
es posible que los viajes del IMSERSO no se anulasen hasta el 10 de
marzo que ya se contabilizaban 1.695 infectados de coronavirus en
España y evidente transmisión comunitaria?
PÍLDORAS DE TRANQUILIDAD
"El
mensaje de calma ha sido perjudicial para hacer una planificación
adecuada" dice el infectólogo catalán, Oriol Mitjá, que ha
pedido la dimisión del Comité de Emergencia Español que lidera el
médico Fernando Simón cuyas recomendaciones orientan la acción del Gobierno.
Un "capitán a posteriori" critican los acólitos del PSOE y Podemos que, sin
embargo, no dudó en recomendar que se anulara el Mobile World
Congress el 13 de febrero para evitar la transmisión local del
coronavirus, un virus cuya única misión es multiplicarse y
expandirse a través de huéspedes humanos. Mitjá declaró que la transmisión de la
infección era alta y difícil de controlar. "Según modelos matemáticos
desarrollados por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres,
con solo tres infecciones importadas existe una probabilidad de más del
50% de que ocurra un brote local" dijo. El sentido común dicta que un virus nuevo requiere de nuevos conocimientos y estrategias, no de viejos protocolos que son por los que erróneamente ha apostado Fernando Simón, un médico que en 2012 llegó al puesto que ocupa de la mano de Mariano Rajoy y creó la unidad de alertas y emergencias de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica tras haber vivido en África y Latinoamérica y haber ejercido como epidemiólogo y científico en sendos continentes. El experto que durante semanas vitales se ha dedicado a lanzar mensajes de optimismo totalmente fantasiosos.
- 24 de enero. El director del Centro de Coordinación de
Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando
Simón habla de percepción de riesgo muy bajo para la
población española. En esa fecha numerosos países ya
reportaban casos de infectados y millones de personas eran
puestas en cuarentena en China. A los siete días, el 31 de
enero, España registra el primer caso de coronavirus y la OMS
declara la EMERGENCIA SANITARIA MUNDIAL porque el coronavirus
se extiende imparable por todo el mundo. No obstante, Fernando
Simón se muestra convencido de que España no iba a tener más allá
de algún caso diagnosticado. ¿Por qué? Porque un grupo de
técnicos calificó el SARS-CoV-2 como un agente biológico del
grupo 2 y no del grupo 4.
-1 de febrero. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anuncia que va a convocar el Consejo Interterritorial de Salud para analizar la situación del coronavirus y reforzar las medidas de coordinación con las comunidades autónomas tras el primer caso de coronavirus en España, un turista alemán que había sido diagnosticado en La Gomera. Illa pide tranquilidad e insiste en que "la sanidad pública española está preparada pra hacer frente a cualquier eventualidad que pueda producirse". Los hechos posteriores han demostrado que en absoluto estaba preparada la sanidad pública española.
-1 de febrero. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anuncia que va a convocar el Consejo Interterritorial de Salud para analizar la situación del coronavirus y reforzar las medidas de coordinación con las comunidades autónomas tras el primer caso de coronavirus en España, un turista alemán que había sido diagnosticado en La Gomera. Illa pide tranquilidad e insiste en que "la sanidad pública española está preparada pra hacer frente a cualquier eventualidad que pueda producirse". Los hechos posteriores han demostrado que en absoluto estaba preparada la sanidad pública española.
- 13 de febrero. El Mobile World Congress anuncia su cancelación
y el presidente del gobierno Pedro Sánchez declara que la
decisión "no responde a razones de salud pública en España".
Su experto de cabecera, Fernando Simón, añade que "en
España no existe riesgo de infectarse y que la ansiedad está un
poco fuera de lo razonable".
-25 febrero. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pide a los países que se preparen para la extensión del coronavirus: "No es una cuestión de blanco o negro, de sí o no. Cada país tiene que hacer su propio plan de contención de riesgo. Las prioridades son proteger a los trabajadores de la salud, que las comunidades se movilicen para tener especial cuidado de las personas mayores y con patologías". El coronavirus,como se ha podido comprobar, se ha cebado en España con las residencias de ancianos porque no estaban preparadas. "No se puede perder ni un minuto" dijeron desde la OMS. Al día siguiente se reúne el Consejo Interterritorial de Salud en Madrid. El consejero murciano de salud, Manuel Villegas, sale de la reunión con el ministro Illa diciendo que "contamos con un sistema público de salud preparado y capaz" para hacer frente al coronavirus.
- 28 de febrero. La presencia de casos de contagio comunitario, es decir, que contrajeron el virus en España y no importados de otras zonas como Italia o China, constata que el coronavirus lleva varios días circulando por el país sin ser detectado. España contabiliza en ese momento 25 infectados en Cataluña, Valencia, Madrid y Castilla y León. Sanidad mantiene a España en el escenario uno, “de contención”, de los tres niveles posibles, ya que no hay “transmisión comunitaria descontrolada” ni “entradas masivas de casos importados que pudiera implicar una transmisión amplia”, explicó Simón.
-25 febrero. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pide a los países que se preparen para la extensión del coronavirus: "No es una cuestión de blanco o negro, de sí o no. Cada país tiene que hacer su propio plan de contención de riesgo. Las prioridades son proteger a los trabajadores de la salud, que las comunidades se movilicen para tener especial cuidado de las personas mayores y con patologías". El coronavirus,como se ha podido comprobar, se ha cebado en España con las residencias de ancianos porque no estaban preparadas. "No se puede perder ni un minuto" dijeron desde la OMS. Al día siguiente se reúne el Consejo Interterritorial de Salud en Madrid. El consejero murciano de salud, Manuel Villegas, sale de la reunión con el ministro Illa diciendo que "contamos con un sistema público de salud preparado y capaz" para hacer frente al coronavirus.
- 28 de febrero. La presencia de casos de contagio comunitario, es decir, que contrajeron el virus en España y no importados de otras zonas como Italia o China, constata que el coronavirus lleva varios días circulando por el país sin ser detectado. España contabiliza en ese momento 25 infectados en Cataluña, Valencia, Madrid y Castilla y León. Sanidad mantiene a España en el escenario uno, “de contención”, de los tres niveles posibles, ya que no hay “transmisión comunitaria descontrolada” ni “entradas masivas de casos importados que pudiera implicar una transmisión amplia”, explicó Simón.
- 2 de marzo. Con 119 infectados de coronavirus en España, Fernando
Simón solo
receta "prudencia" y no recomienda suspender eventos
sociales en contra de las recomendaciones del Departamento
de Seguridad Nacional y del
Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades. No consta que las CCAA estén haciendo acopio de material de protección sanitairo pese a que la OMS alerta a los países de que la escasez de equipos de protección está poniendo en peligro alpersonal sanitairo de todo el mundo y exhora a la industria y a los gobiernos a que aumenten en un 40% la producción para satisfacer la creciente demanda mundial.
- 4 de marzo. Con 193
casos de coronavirus repartidos por todo el país, la primera
defunción en Cataluña de un hombre con patologías previas, 14
sanitarios infectados y contagios comunitarios,
el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias
Sanitarias, Fernando
Simón, sigue
sin recomendar el cierre de colegios en regiones como Madrid. "La
opción de cerrar colegios ahora mismo no reduciría el riesgo de
transmisión de manera significativa para la sociedad en general,
pero sí que podría incrementarlo para algunos focos de interés. Y
sobre las manifestaciones del 8M, recomienda que las personas con
síntomas y potencialmente afectadas no vayan. Remató deseando que el
8M tuviera éxito.
Fernando Simón, imprudentemente, dio por hecho que las personas asintomáticas no podían contagiar y resulta que contagian. Un modelo matemático aplicado a los primeros infectados en Wuhan muestra que los casos más leves fueron claves en el inicio de la pandemia. Solo después del confinamiento, estos contagiados invisibles redujeron
su potencial pandémico. Pero el coronavirus ya se había esparcido por
casi 400 ciudades chinas según el estudio publicado en la revista Science. Otro estudio de las Universidad de Texas (Austin) publicado en la revista Emerging Infectious Diseases, concluye que "el
tiempo de contagio entre casos de una cadena de transmisión es de menos
de una semana" y más
del 10% de los pacientes se infectan por alguien que ni siquiera
presenta síntomas. Por eso es recomendable que toda la población lleve mascarilla. En China, Singapur o Taiwán la mascarilla es obligatoria para todos. En España nos dijeron que la mascarilla no era necesaria, que no protegía.
- 5 de marzo. Con tres fallecidos y 234 casos de coronavirus en
España, Fernando Simón vuelve a minimizar el riesgo. El
gobierno sigue recetando píldoras de tranquilidad. "Comparándolo con las provincias de China, Italia o Irán la
incidencia en España sigue siendo baja". Trata incluso de
minimizar el incremento de casos de coronavirus en Italia que en ese
momento registraba 3.089 casos y 107 fallecidos. "Yo creo que la
letalidad va a ir disminuyendo en Italia" dijo. Tristemente la realidad no le dio la razón.
- 6 de marzo. Con 365 contagiados y 10 fallecidos, el director
del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias
no cree que se haya superado la fase de contención en España pese a
reconocer que hay contagios comunitarios y que a nivel
global la enfermedad se extiende arrollando a su paso a los
mayores, pero también a jóvenes sin patologías previas. Y más
píldoras de tranquilidad porque empezaba a mejorar la situación en
China. Sin embargo, la organización médica colegial ante la falta de EPIS, especialmente mascarillas, solicita al Gobierno de España que "active cuantas medidas extraordinarias se pudieran emprender, desde la
requisación de stocks, hasta la compra centralizada o la puesta en
marcha de fabricación propia". También le piden que aclare si los pacientes contagiados van a ser concentrados en centros monográficos o dispersados en múltiples centros sanitarios.
-7 de marzo.
Sanidad
no cancela ningún acto multitudinario (manifestaciones del 8M, el Betis-Real Madrid de fútbol, el mitin de VOX) pese a que el número de casos
de coronavirus en España asciende a 430 y ya hay 10 fallecidos. Fernando Simón
enfatiza
incluso que "no había avalancha de casos" y no recomienda
nada a nadie. Sobre la asistencia a las multitudinarias
manifestaciones con motivo del 8M. "Si
mi hijo me pregunta si puede ir le diré que haga lo que quiera".
-8 de marzo. Con 674 infectados, miles de personas salen a la calle a manifestarse. Al día siguiente el número de infectados se eleva a 1.231 y entonces y solo entonces saltan todas las alarmas:
la bolsa española se hunde y el gobierno de la Comunidad de Madrid
decreta por su cuenta el cierre de colegios ante la pasividad del
gobierno de España. Decisión
que aprovechan miles de madrileños para viajar a sus segundas
residencias en la costa expandiendo el coronavrius. Muchos
viajaron con síntomas de la enfermedad. Ese
día terminan los fantasiosos mensajes de optimismo del director del
Centro de Coordinación de Alerta y Emergencias Sanitarias, Fernando
Simón, que
en cualquier otro país habría sido cesado de inmediato.
-13 de marzo. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez comparece para hacer una declaración institucional en la que anuncia que iba a declarar el Estado de Alarma y advierte de que España podría alcanzar los 10.000 casos de coronavirus. La realidad de los datos ha resultado ser aún más trágica.
Según
ha desvelado el
periódico El Mundo, el 2 de marzo, con 125 infectados de
coronavirus en España y una víctima mortal, el Departamento
de Seguridad Nacional emitió
un informe sobre la situación y evolución del Covid19 que
recomendaba pasar de
la fase de contención a la de mitigación en algunas áreas de
España como Torrejón de Ardoz (Madrid) o Vitoria (País Vasco) lo
que habría supuesto restringir multitudes, cierre de colegios e
incluso el aislamiento selectivo de poblaciones. El 3 de marzo, el
Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades,
desaconsejó a los países miembros permitir multitudes para
evitar la transmisión del coronavirus. Y el 7 de marzo, la OMS
emitía un comunicado desde Ginebra informando de que se habían
superado los 100.000 casos de coronavirus a nivel mundial y
advirtiendo de que "permitir
el contagio sin control no debía ser una opción para ningún
Gobierno".
-13 de marzo. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez comparece para hacer una declaración institucional en la que anuncia que iba a declarar el Estado de Alarma y advierte de que España podría alcanzar los 10.000 casos de coronavirus. La realidad de los datos ha resultado ser aún más trágica.
NEGLIGENCIAS
"Todo
esfuerzo por contener el virus y frenar la propagación salva vidas.
Estos esfuerzos dan a los sistemas de salud y a toda la sociedad el
tiempo necesario para prepararse, y los investigadores tienen más
tiempo para identificar tratamientos efectivos y desarrollar una vacuna.
Debemos detener, contener, controlar, retrasar y reducir el impacto
de este virus en cada oportunidad. Cada persona tiene la capacidad de
contribuir, protegerse, proteger a los demás, ya sea en el hogar, la
comunidad, el sistema de atención médica, el lugar de trabajo o el
sistema de transporte” decía el
comunicado de la OMS que recomendaba "cancelar algunas
reuniones o conferencias, y cambiarlas por encuentros virtuales,
o trabajar desde casa".
Al
día siguiente del comunicado de la OMS, el ministro alemán de
Sanidad, Jens
Spahn,
recomendó cancelar todos los actos con una asistencia superior a las
1.000 personas. "Cuanto más lentamente se propague el virus,
mejor podrá hacerle frente nuestro sistema sanitario" dijo.
España, sin embargo, hizo caso omiso. Todos a la calle. Ignoró
las recomendaciones de la OMS
y permitió
actos multitudinarios de todo tipo: políticos, feministas,
culturales y deportivos cuando ya había 430 infectados por
coronavirus, 10 víctimas mortales y
contagios no importados sino comunitarios
en varias poblaciones españolas.
Baste
decir que en Corea de Sur, una sola persona identificada como
paciente
31, infectó a 1.000 personas. Los comportamientos exponenciales
tienen una propiedad asombrosa y terrible: crecen muy rápido
partiendo de números relativamente bajos. El físico americano
Albert
Barlett dijo
que una de las grandes carencias de los humanos es la incapacidad de
comprender la potencia de las leyes exponenciales. Si cada persona
circulando libremente contagia a dos personas por día, el primer día
habrá contagiado a 2. Que contagiarán a 4 el 2º día. En 10 días,
1.024 contagios. En 20 días, un millón. Por eso era tan importante
cortar la cadena de contagios desde el minuto uno y Simón, consciente de la existencia de contagios comunitarios, recetó tranquilidad y lavado de manos. ¿De verdad
Fernando
Simón desconoce
las leyes exponenciales? ¿O las conoce y recibió consignas
políticas? Puede que nunca sepamos la verdad.
ESTADO DE ALARMA EN DIFERIDO
Pese a las terribles noticias que llegaban de
Italia y la expansión del coronavirus en España, el Gobierno de Sánchez e Iglesias no decretó el Estado de Alarma y el
confinamiento de la población hasta el sábado 14 de marzo (anunciado 24 horas antes) tras una
turbulenta reunión del Consejo de Ministros que duró siete horas;
una herramienta legal que podría haber activado dos semanas antes
aislando preventivamente zonas concretas de España con más
infectados y evitando la dispersión incontrolada del virus dado
que el Estado de Alarma se puede decretar por áreas geográficas. Cuando cerraron colegios y universidades en Italia, todos los estudiantes españoles en aquel país regresaron sin control de ningun tipo, sin cuarentenas obligatorias. No les tomaban ni la temperatura en el aeropuerto. Gran Vía de Murcia. 6º día confinamiento |
No,
no se pueden socializar los errores como pretende ahora el gobierno
de España porque hubo expertos que alarmaron a tiempo de la gravedad
de lo que se avecinaba. No
puedes impedir que llegue la pandemia, pero puedes prepararte al
menos para contenerla y minimizar sus efectos, reducir muertes como ha hecho el gobierno alemán o Taiwán. El Gobierno de España,
sin embargo, optó por recetar píldoras de tranquilidad en vez
diseñar un plan de acción y dotar de medios suficientes a los
hospitales para repeler el golpe en las debidas condiciones.
Nula anticipación pese a las advertencias de la OMS que ahora se
traduce en desabastecimiento de mascarillas y carencia de test
antigénicos de detección rápida del virus. El infradiagnóstico es
letal.
Las pruebas masivas han demostrado ser esenciales en
otros países como Corea del Sur. No
se puede detener una epidemia si no se sabe quién está infectado.
Es
tan importante ubicar a las personas infectadas como aquellas con las
que estuvieron en contacto y, sin embargo, el Ministerio de Sanidad decidió no hacer pruebas a los
pacientes con sintomatología leve, desvirtuando con ello las estadísticas.
AJUSTE DE CUENTAS
Claro
que habrá que ajustar cuentas políticas, y puede que penales. El daño económico y
humano es incalculable. Estamos en el primer asalto y el
coronavirus casi ha reventado las costuras de un sistema sanitario
público diezmado por los recortes autonómicos en sanidad. Expertos
en salud pública como Juan Martínez dicen que "hay
que construir y acondicionar grandes hospitales monográficos con la
ayuda del Ejército en lugar de centrifugar el problema por todos los
hospitales de la red, destruyendo la sanidad actual..."
El
gobierno español ha sido imprudente y negligente, tanto como la
Unión Europea que ha vuelto a demostrar su inoperancia y no cerró
fronteras hasta el 17 de marzo. En Europa, tras la experiencia
italiana, hemos tenido tiempo de prepararnos. No lo hemos hecho y
ahora pagamos las dolorosas consecuencias. Tampoco las CCAA se prepararon y conocían perfectamente las noticias que llegaban desde China y luego Italia. ¿Y saben qué es lo más terrible? Que nadie puede asegurar hoy que un gobierno de distinto signo
político en España hubiese actuado con más tino y diligencia.
Los
mejores huyen de la política desde hace años.
La
fauna política que nos rodea es para echarse a temblar.
Vean sino al diputado de VOX en el Congreso, Luis
Gestoso animando
a los madrileños a venir a la región de Murcia expandiendo con ello
el coronavirus, a Pablo
Casado pidiendo
un plan para fomentar el turismo en plena escalada de
infectados en vez de exigir el Estado de Alarma o al vicepresidente
Pablo
Iglesias
saltándose irresponsablemente la cuarentena y exigiendo
nacionalizar las eléctricas y medios de comunicación a cuenta
de la crisis como el totalitario que es. Vergonzoso, por cierto, que el gobierno de España aprovechase el decreto del Estado de Alarma para meter a Pablo Iglesias en el CNI.
El coronavirus nos ha hecho ser conscientes de nuestra extrema vulnerabilidad. Nos creemos invencibles pero somos muy frágiles. Numerosos científicos vienen advirtiendo desde hace años de que hay que prepararse para esperar lo inesperado y que el mayor bioterrorista es la propia naturaleza y, sin embargo, son sistemáticamente ignorados por los dirigentes políticos que deben creerse inmunes a los virus y los hay de una letalidad aterradora. Como dice Greta Thumberg, "la naturaleza no negocia" y está dando serios avisos.
Datos 13 marzo 2020 |
Solo
la disciplina individual, el conocimiento científico y la
cooperación a gran escala y coordinada nos salvará de este nuevo coronavirus. Aprendamos de los errores,
defendamos con uñas y dientes la sanidad pública, reforcemos las
estructuras sociales de asistencia, invirtamos en ciencia e
investigación, diseñemos planes de contingencia para futuras
pandemias. Vendrán más. Y cuando todo esto acabe, exijamos
responsabilidades porque no son pocos los españoles que piensan que
este gobierno antepuso la política a la salud de las personas. Y un
consejo: cuando
les digan que no hay que tener miedo, sospechen.