Poco
antes de que estallara la segunda guerra mundial Winston
Churchill mandó construir
acorazados. Cuando lo criticaron porque posiblemente los acorazados
no serían decisivos en la guerra, Churchill
comentó que nadie podía
asegurar si los acorazados serían decisivos o no, pero que
Inglaterra no iba a perder la guerra por no tener acorazados.
Hola Mundo.
Hace
tiempo que los mejores huyen de la política y lo estamos pagando en España y también en la región de Murcia. El gobierno de López Miras igual ordena que cese toda actividad económica no esencial aún sabiendo que no tiene competencias para ordenarlo, que autoriza a los comercios a abrir domingos y festivos en horario habitual, exponiendo aún más a los trabajadores de los supermercados e incitando a los ciudadanos a ir de paseo los domingos a la grandes superficies comerciales.
La consejera Ana Martínez Vidal, sensatamente prohibió el 20 de marzo la apertura comercial los domingos y festivos e insensatamente ha autorizado el 27 de marzo que abran domingos y festivos en horario habitual. Como si cada día no aumentase el número de contagiados y de muertes. Y lo ha hecho al mismo tiempo que el consejero de Salud, Manuel Villegas, ruega encarecidamente a la población que no salga de sus viviendas si no es absolutamente imprescindible. Es tan grave el avance de la epidemia de coronavirus que Villegas no ha dudado en desautorizarla públicamente al decir que cuanto más tiempo estén todas las tiendas cerradas mucho mejor porque se reducen los movimientos de personas y, por tanto, las cadenas de contagio. Villegas sabe que los supermercados se han convertido en la vía de escape del confinamiento para muchas personas que de manera irresponsable hoy salen a comprar sal y mañana azúcar. El importe medio de las compras así lo indica. Pequeñas compras a lo largo de muchos días.
Ana Martínez Vidal no solo no informó a la ciudadanía de su incoherente decisión, es que coló la orden en el suplemento del BORM del viernes. Y solo cuando saltó la noticia y arreciaron las criticas, salió en twitter con que "las competencias son del Estado". Cualquier cosa con tal de no asumir un error político de difícil justificación, incluso mentir descaradamente.
A las 16.32 horas del viernes 27 de marzo, la consejera Martínez Vidal, remitió a los ayuntamientos una carta informando de la orden que vuelve a autorizar la apertura de comercios en domingos y festivos. Y explica claramente que lo hace en respuesta a la demanda de los agentes del sector de llevar a cabo una revisión de la medidas adoptadas días atrás que prohibían la apertura en domingos y festivos en toda la región, también en zonas de gran afluencia turística, debido a la imparable propagación del coronavirus.
El mismo día y en previsión de que la nueva orden suscitara justas e indignadas críticas, Martínez Vidal prepara la forma de culpar al Gobierno de España. Para ello remite una carta al Ministerio de Sanidad, a las 19.24 horas, pidiendo que el cierre diario de los comercios se limite a las 20.00 horas de la tarde y que la apertura en domingos y festivos se limite a las zonas de gran afluencia turística de la región de Murcia. Y lo hace aún sabiendo que es competencia exclusivamente autonómica. Por eso no ha podido mostrar ningún documento que pruebe, como van diciendo, que el ministerio les obliga. No hay mandato que valga por parte de Madrid. En el Ministerio de Sanidad no dan crédito a lo que viene haciendo el gobierno regional de López Miras a quien los propios empresarios de la región han afeado que vaya generando inestabilidad con sus inútiles órdenes.
El decreto del estado de alarma del Gobierno de España solo delimita qué servicios deben permanecer abiertos al ser considerados esenciales (alimentación, gasolineras, farmacias, estancos....). En absoluto fija horarios ni días de apertura. El gobierno regional, por tanto, puede ordenar lo que estime oportuno que es lo ha hecho Martínez Vidal rectificándose a sí misma y autorizando nuevamente que los comercios abran los festivos considerados aperturables por la CARM que son 16 a lo largo del año sin contar los días que los municipios decidan abrir en las denominadas Zonas de Afluencia Turística. Es competencia autonómica según artículo
38 Ley 11/2006 de 22 de diciembre de Régimen el Comercio Minorista y
artículo 3 de la Ley 1/2004 de horarios comerciales.
Una auténtica temeridad dadas las circunstancias, un error político mayúsculo del que la arrogante consejera ha intentado zafarse con burdas mentiras.
Una auténtica temeridad dadas las circunstancias, un error político mayúsculo del que la arrogante consejera ha intentado zafarse con burdas mentiras.
La autora del "coronavirus no ha llegado porque no hay AVE" ha vuelto ha demostrar que no está cualificada para el cargo que ocupa y además ha dejado sin discurso al presidente López Miras que hace una semana exactamente "ordenaba ordenar" que cesara toda actividad empresarial no esencial porque "no iba a permitir que nadie jugara de manera miserable con las vida de las personas". ¿Es esencial que las grandes superficies comerciales abran los domingos exponiendo aún más a sus empleados al contagio e incitando a los ciudadanos irresponsables a romper el confinamiento para ir a dar un paseo por sus largas galerías? ¿Conoce Martínez Vidal las leyes que le competen? ¿Es consciente de que puede colapsar el sistema sanitario y los médicos verse obligados a elegir entre quién vive y quién muere? ¡Cuánta irresponsabilidad!
Lo que el pasado 25 de marzo trató esencialmente el Consejo Asesor Regional de Comercio fue la conveniencia de que los supermercados pudieran abrir Jueves Santo (festivo) y evitar así aglomeraciones el Sábado Santo 11 de abril dado que con la Semana Santa habría dos días festivos seguidos (Jueves Santo y Viernes Santo) con los comercios cerrados. "La gente utiliza el supermercado como vía de escape del confinamiento y tras dos días cerrados y con buen tiempo, el sábado va a ir todo el mundo al supermercado para escapar de sus casas" advirtió un representante de la Asociación de Supermercados de la región de Murcia.
Los comercios y supermercados se limitaron a pedir al gobierno regional que, por razones de salud pública, permitiera abrir Jueves Santo al ser uno de los días contemplados como aperturables por la CARM y la consejera que apela a la responsabilidad de las empresas murcianas para que los trabajadores se queden en casa, va y firma una orden por la que cientos de trabajadores serán obligados a abandonar la seguridad de su hogar para acudir al trabajo domingos y festivos. ¿Es esa la manera de endurecer el confinamiento en la región que exige López Miras?
Martínez Vidal, que abandonó el PP despechada porque Pedro Antonio Sánchez no contó con ella y a los dos meses exactos saltó a Cs en busca de un cargo bien remunerado, ha dinamitado el paternalista relato del presidente López Miras y ha puesto en un brete a los alcaldes de las zonas de gran afluencia turística que como la alcaldesa de Águilas, Carmen Moreno (PSOE) se opone rotundamente a la apertura de los supermercados los domingos y festivos de la localidad. No así el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo (PP) a quien no parece importarle, eso sí, culpando falsamente al Gobierno de España y al ministerio de Sanidad. "Si no hay una orden nacional en contra, los próximos días festivos sí se podrá abrir" comunicaba Luengo a sus ciudadanos a través de Facebook el mismo día que Salud contabilizaba 20 muertes por coronavirus en la región de Murcia, 57 ingresos en la UC y 836 contagiados.
Mucho han tardado en San Esteban en disculparse culpando al de enfrente. Es marca de la casa. Ahí tienen el Mar Menor. Los trabajadores de los supermercados no van a olvidar fácilmente a Ana Martínez Vidal. Lamentablemente, el gobierno regional de PP+Cs ha empezado a hacer política con la peor crisis sanitaria de nuestra historia pese a que la pandemia le ha pillado tan desprovisto como al Ministerio de Sanidad como demuestra el alto porcentaje de sanitarios murcianos infectados por falta de EPIs o que aún no estemos haciendo test rápidos de detección del coronavirus como desde hace días hacen comunidades como Andalucía o Galicia que fueron previsoras e hicieron acopio de los reactivos necesarios.
El consejero de Salud, Manuel Villegas, como el ministro de Sanidad, optó por calmar en vez de informar de la gravedad de lo que sucedía en China y acechaba a Europa. El pasado 26 de febrero, tras asistir a una reunión del Consejo Interterritorial de Salud sobre el coronavirus, insistió en mandar un mensaje de calma "porque contamos con un sistema de salud preparado" ¿Preparado? En absoluto. El PP de la región de Murcia ha maltratado la sanidad pública recortando personal y medios. Ni siquiera ha cumplido los mandatos de la Asamblea Regional. Baste recordar que no ha ejecutado el Centro de Alta Resolución de Águilas presupuestado en 2018, no ha ejecutado la UCI del hospital del Noroeste dotada con seis puestos UCI ampliables a 10 y presupuestada también 2018 y, por supuesto, se han saltado la Ley del Rosell aprobada en 2016 para poner ese hospital a pleno rendimiento con una capacidad para 300 camas y varias UCI. Toca recoger por tanto las consecuencias de los recortes suicidas en la sanidad e
investigación, la burocracia inoperativa, la pérdida de talento y el
mantener a la ciencia contra las cuerdas. Toca recoger los frutos de la mala política que impuso recortes feroces en lo más esencial que es la protección de la salud de las personas.
Nuestras
poco previsoras autoridades sanitarias repiten sin cesar "juntos
vamos a ganar la batalla al coronavirus". No se dan cuenta de
que el SARS-CoV-2 ya ha ganado replicándose en millones de personas
sin defensas para hacerle frente, paralizando la economía mundial, matando a nuestros seres queridos.
Los mejores expertos coinciden: en estos momentos erradicar el
coronavirus SARS-Cov2 es imposible. No hay fármacos antivirales, no hay vacuna, no hay una estrategia mundial coordinada. Cada país va por su cuenta. El coronavirus puede llevarse por delante la Unión Europea, cada día más desunida.
"Toca prepararse para la
derrota. Porque el problema esencial para hacer frente a esta crisis
es que ignoramos casi todas las características esenciales sobre el
funcionamiento del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que resultan
imprescindibles para saber lo que va a ocurrir a partir de ahora.
Abundan las incógnitas. Por ejemplo, no sabemos cual es la verdadera
tasa de infectividad del virus. Desafortunadamente sabemos que es muy
alta. La clave está en que parece que hay personas asintomáticas
que son capaces de transmitir el virus. También desconocemos la
verdadera tasa de letalidad del COVID-19. Salvo raras excepciones
como Corea, no se han hecho pruebas masivas a la población. Y si no
se hacen suficientes pruebas no sabemos cuanta gente puede haber
infectada. Así los expertos calculan que hay entre un 200% y un
1300% más casos de los que contemplan las estadísticas oficiales" sostiene el catedrático de genética de la UCM, Eduardo Costas. Aún no se sabe si el nuevo coronavirus se transmite entre mascotas y seres humanos, pero en Hong Kong se puso en cuarentena a un perro con "débil positivo el 28 de febrero.
El consejero Villegas acaba de decir que ahora ya saben que hay contagio 48 horas antes de que aparezcan síntomas aunque el gerente del SMS, Asensio López, aseguró hasta hace poco que las personas asintomáticas no contagiaban, probablemente, replicando indicaciones erróneas del Ministerio de Sanidad. Sabemos también que en determinadas personas la enfermedad se agrava a partir de quinto o sexto día y que las personas curadas pueden dar positivo en los test hasta un mes después.
Los expertos estiman que en verano la situación puede mejorar, pero es muy probable que en octubre-noviembre haya un nuevo repunte que sea incluso peor que el actual brote. En la gripe de 1918-1920 la mayoría de las personas fallecieron en la segunda oleada, que llegó en octubre. "Lo más probable es que con el Covid-19 se produzcan 2 ó 3 oleadas de contagios de forma que en poco más de un año se haya infectado la mitad de la población mundial y entonces el virus empezará a frenar su propagación" sostiene Eduardo Costas. "A la larga el virus se atenuará. Y acabará comportándose como los coronavirus del catarro común. Pero será diferente en cada país: los que sufren un gran contagio en esta primera ola sufrirán una segunda ola más benigna".
Nos esperan semanas muy duras. Miles de personas van a morir. Probablemente el confinamiento se extienda hasta mediados de mayo y, aún así, quedarán largos meses de lucha. La OMS ya ha avisado de que la vacuna contra el coronavirus podría tardar más de 18 meses en llegar. Cunde el desaliento por el agotamiento que produce el confinamiento y por la nefasta gestión de la crisis sanitaria que está haciendo el gobierno de España. Insisto en que no puedes detener una pandemia, pero puedes prepararte para combatirla en condiciones. Estamos en manos de malos gestores que pasarán página en cuanto lo peor haya pasado exponiéndonos a nuevos repuntes y, probablemente, seguirán sin poner la salud en lo más alto de la agenda. Los expertos en los que se apoya el Ministerio de Sanidad tampoco inspiran confianza, probablemente, porque ante evidentes señales de alarma (China se puso a construir un hospital en diez días) no supieron anticiparse a un virus que ha hecho de su baja letalidad una ventaja evolutiva. Si un virus mata muy rápido a su víctima, ésta tendrá poco tiempo para
contagiar a otros. Por el contrario, si un virus produce síntomas leves y
no hace mucho daño, sus víctimas podrán seguir con su vida normal
contagiando a miles de personas. Es lo que los científicos llaman la estrategia del virus inteligente y el Covid19 lo es. En solo cinco meses ha infectado ya a decenas de cientos de miles de personas, millones por confirmar, en prácticamente todo el mundo con un índice de letalidad entre los contagiados del 4,5%. El SARS-CoV-2 ha pillado a la humanidad desarmada por pura arrogancia.