domingo, 24 de mayo de 2020

DESAPARECIDOS



Hola Mundo.


El presidente López Miras se define a sí mismo como un "liberal pragmático de manual", pero quiere que todo lo arregle el Estado, lo que le convierten en un "bolivariano populista de manual".

No se da cuenta, o sí, de que tanto pedir al Estado que le saque las castañas del fuego puede suscitar en la ciudadanía la percepción de un gobierno regional incapaz, caro y totalmente superfluo y más ahora que carga con cuatro consejeros de Ciudadanos haciéndolo aún más ineficaz y hasta un punto bipolar porque los naranjas con una mano bendicen y con la otra corrigen.
 
El victimismo es útil a pequeñas dosis. Pasarse provoca desazón en la ciudadanía y que la autonomía empiece a percibirse como una carga de la que hay que soltar lastre: las competencias en educación y sanidad como ha empezado a detectar el barómetro del CEMOP. No se dan cuenta los incautos encuestados de que no se trata de la autonomía sino de cómo se está mal gestionando la autonomía y su dinero desde hace demasiados años. No son pocos los expertos que coinciden al señalar que los más de 10.000 millones de euros de deuda regional  no son imputables al déficit de financiación, como mucho 2.000 millones. Que se trata más de bien de una mala gestión por parte del ejecutivo regional por no ajustar los gastos a la previsión real de ingresos. 

Mar Menor. Mayo 2020

El Mar Menor es una ciénaga, que lo solucione el Estado. Que no hay mascarillas para los pobres que acuden a Cáritas, que lo solucione el Estado. Que hace falta contratar maestros, que lo solucione el Estado. Que faltan médicos y enfermeras, que lo solucione el Estado. Que la  región de Murcia es una de las 20 regiones de Europa con mayor tasa de desigualdad y pobreza, que lo solucione el Estado. Que las familias no tienen con quién dejar a sus hijos para ir a trabajar, que lo solucione el Estado. Que hay muy pocas plazas públicas de guardería infantil, que lo solucione el Estado. Que la región está a la cabeza en fracaso escolar, que lo solucione el Estado. Que el teletrabajo no permite embolsar lechugas a través del ordenador, que lo solucione el Estado. Que la protección del medio ambiente está hecha unos zorros, que lo solucione el Estado. Que el turismo en la región es precario, estacional y de bajo valor añadido, que lo solucione el Estado. Que los turistas que volaban a San Javier no quieren volar al aeropuerto de Corvera, que lo solucione el Estado. Que la región de Murcia con una población activa de 600.000 personas firma un millón de contratos temporales al año, que lo solucione el Estado. Que los "esenciales" trabajadores del campo murciano son los que menos cobran de toda España, que lo solucione el Estado. Que los niños se asan o hielan en los colegios por falta de aire acondicionado, que lo solucione el Estado. Que la desaladora de Escombreras sigue sangrando las arcas regionales, que lo solucione el Estado. El Estado, siempre el Estado pero solo cuando el Estado está en manos del PSOE. Con Rajoy en Moncloa era otra cosa. La culpa entonces era de Zapatero. Lo mejor que ha podido pasarle a López Miras es Pedro Sánchez.

Y como si de un juego de trileros se tratase, mientras nos entretienen señalando a la luna madrileña, van y modifican cinco leyes con informes jurídicos de "copia y pega" que se retrotraen al Levítico del Antiguo Testamento para contarnos que ya entonces se prohibía comer murciélagos y había plagas que azotaban a la humanidad. La Biblia para justificar la urgencia de aprobar unos decretos tan infumables como clientelares. Decretos cuya tramitación a oscuras denota una terrible falta de respeto a la ciudadanía y la deriva absolutista de un gobierno que dice no estar para "perseguir papeles" cuando le exigen transparencia. Pero es que no tienen a nadie en frente. Se pueden permitir eso y más. Se sienten impunes porque son impunes. Ahí tienen el macroconcurso de la ambulancias adjudicado a la Generala y denunciado ante la Fiscalía por las empresas perdedoras. O el contrato para el servicio de seguridad y vigilancia de los centros dependientes del SMS que acaba de denunciar Grupo Sureste por "vicios y graves irregularidades".

El secretario general del PSRM-PSOE, Diego Conesa, que tanto prometía sigue sin encontrar su sitio. Noqueado por no haber conseguido la presidencia autonómica tras su coyuntural victoria electoral, acaba de recibir otro jarro de gua fría con el barómetro del CEMOP que refleja la tendencia a la baja del PSRM-PSOE. De 17 a 15 escaños mientras el PP sube de 16 a 19 y Fernando López Miras, que tiene la suerte de cara, aparece como el político más conocido y valorado. La mitad de los murcianos siguen sin saber quién es Diego Conesa. Y lo que es peor, nadie sabe qué significa votar al PSRM-PSOE, pero sí se sabe qué significa votar al PP de la región de Murcia. Los populares equivalen a empresa, agricultura y agua. Lo han machacado durante años. Pero nadie sabe qué intereses regionales defienden los socialistas. A los murcianos les preguntan por el PSRM-PSOE y piensan inmediatamente en Madrid. Es un partido nacional sin discurso propio en la región y sin narrador.  

Lejos de renovar el partido y cerrar heridas, Diego Conesa está ahondando en ellas y muchos le esperan a la vuelta de la esquina. El grupo parlamentario socialista no solo es flojo, es que está maniatado. Todo pasa por una mesa camilla en la que solo caben 4 ó 5 personas y ha nombrado lugarteniente al ex alcalde de Totana, Alfonso Martínez Baños, apodado dentro su propio partido "el siniestro" porque dicen que "todo lo hace a escondidas". ¿Cómo es posible que teniendo el PSRM-PSOE alcaldes y alcaldesas potentes en ciudades importantes de la región de Murcia, apenas se pronuncien sobre cuestiones de índole regional? No darles mayor notoriedad es un error. Otro de tantos y suma unos cuantos. Puede que uno de los más graves haya sido sacar al PSOE de la alcaldía de Cartagena, la segunda ciudad más importante de la región.


Diego Conesa no deja de promover acuerdos, pero no culmina ninguno, lo que denota taras en la capacidad negociadora de su equipo más próximo. Promueve la creación de una comisión parlamentaria en la Asamblea Regional para la reactivación de la economía tras la pandemia y cuando la consigue, renuncia a participar en ella porque no ha logrado presidirla. Le invitaron a participar en la elaboración del Decreto Ley de Protección Integral del Mar Menor e, inexplicablemente, también renunció a ello. Titubea cada vez que sube a la tribuna de oradores o hace declaraciones en público, probablemente porque se limita a repetir argumentario. Ni rastro de la intuición política que pudo exhibir como alcalde de Alhama. No se puede cerrar un campaña electoral cogiendo tomaticos a kilómetros del Mar Menor o defender el medio ambiente copiando la política urbanística del PP en los municipios en los que gobiernan. 

Sopla el viento en popa a toda vela para Fernando López Miras, no así para Diego Conesa y menos ahora que su valedor Pedro Sánchez es descrito desde el mismo grupo Prisa como un trilero del que nadie puede fiarse tras el pacto a escondidas con Bildu para derogar íntegramente la reforma laboral. Diego Conesa está tardando en hablar voz propia y en marcar ciertas distancias con Ferraz. La región de Murcia pesa poco porque sus dirigentes políticos pesan menos.


En su afán por depurar, Diego Conesa  se pasó de frenada y está pagando la descapitalización del PSRM-PSOE. Dejó en la cuneta a gente valiosa cuya experiencia y consejo ahora necesita.  Abonado al "Roma no paga traidores" prescindió por ejemplo de Rosa Peñalver porque en su día se posicionó a favor de Susana Díaz y no de Pedro Sánchez. Craso error. No solo por su ejemplar presidencia de la Asamblea Regional durante la IX legislatura, sino por su etapa como Directora General de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación con Ángel Gabilondo entre 2008 y 2011. Rosa Peñalver impulsó los planes "Educa 3" y "Escuelas 2.0" de los que ahora habría sabido sacar provecho frente a un PP de la región de Murcia que no sabe ni cómo se pronuncia la palabra CONCILIACIÓN. Diego Conesa  fue tan obtuso ni siquiera sopesó su nombre para la Delegación del Gobierno que rechazaron tanto Teresa Rosique como Amparo Marzall.

El plan de conciliación del gobierno regional de López Miras consiste en "búsquese la vida". No hay plan y por eso han empezado a señalar al gobierno de España para que los murcianos no descubran, una vez más, que el gobierno regional no ha hecho sus deberes a lo largo de los años. No vaya a ser que los murcianos descubran que la tasa de escolarización de 0 a 3 años es del 18%, una de las más bajas de España y que fue el PSOE, no el PP,  el partido que en noviembre  de 2018 registró una proposición de ley para que la educación infantil de 0 a 3 años fuese un derecho universal en la región ampliando de  9.000 a las 20.000 plazas para llegar al 40% de matriculación. Andan tan despistados, que ni los socialistas se acuerdan.


Por mucho que Fernando López Miras y su incondicional fan Ana Martínez Vidal repitan que han destinado dos millones de euros en ayudas a la conciliación, no harán que la cantidad se duplique. Dos millones, según el presidente, para ayudar a quienes tengan que pedir reducción de jornada para cuidar a sus hijos o mayores, para ayudar a contratar canguros y hasta para adaptar las empresas murcianas al teletrabajo. Mucho estira López Miras los dos millones de euros con los que no hay ni para empezar dado el erial en conciliación. Una partida, por cierto, que llevan dos semanas anunciando sin concretar nada. 

Lo que hace falta es otra cosa. El mismo  grupo de expertos económicos que le asesora  le ha dicho que hay que crear más plazas de guarderías públicas.  De lo contrario, la brecha salarial, social y cultural a la que nos aboca la pandemia será tremenda. La mujer murciana retrocederá décadas. El modelo productivo regional apenas permite el teletrabajo. No todas las familias pueden permitirse la reducción de jornada por la merma salarial que implica. Ni pueden permitirse la contratación de cuidadores profesionales. Los salarios en la región de Murcia son de los más bajos de España.

En el último cuarto de siglo, la Comunidad Autónoma no ha abierto ni una sola guardería pública. Son las mismas 14 escuelas infantiles de 0 a 3 años que abrió el gobierno socialista de Carlos Collado que ofertan un total 1.025 plazas. Y luego están las 14 escuelas infantiles municipales que promovió y cofinanció el Ministerio de Educación del gobierno de Zapatero en el marco del Plan Educa 3. Un programa del que casi no participa la región de Murcia. Costó que lo aceptase el entonces consejero de Educación, Constantino Sotoca solo porque el Plan Educa 3 dotado con 1.000 millones de euros entre 2008 y 2012 tenía la firma de un gobierno de España socialista.

Para el PP la educación infantil de 0 a 3 años no deja de ser un apunte más con el que rellenar un programa electoral a incumplir. En mayo del pasado año, Fernando López Miras prometió en campaña que las escuelas infantiles dependientes de la CARM serían gratis y que los padres que no tuviesen más remedio que recurrir a escuelas infantiles privadas, que sí han proliferado como la espuma en la región de Murcia, dispondrían de un cheque escolar mensual de 100 euros por niño al mes hasta un máximo de 1.000 euros. Fin de la cita. Nadie le ha exigido cuentas. Los murcianos, como buenos súbditos, callan y otorgan.
La escasa incidencia del coronavirus en la región de Murcia y la acertada gestión por parte del consejero de Salud, Manuel Villegas, han impulsado la imagen de López Miras y encima VOX, el partido que más votos le roba en la región, salta por los aires.  La rebelión ciudadana contra el pin parental es historia. Si López Miras juega a la lotería seguro que le toca.  Nada le inquieta. Así las cosas, no tengan las más mínima duda de que volverá a ser el candidato del PP las próximas elecciones autonómicas. Y Ciudadanos le ayudará a modificar la Ley del Estatuto del Presidente y del Consejo de Gobierno de la región de Murcia que en 2014 modificó el presidente Alberto Garre de forma que no pudiera ser elegido Presidente de la Comunidad Autónoma quien ya hubiese ostentado este cargo durante dos mandatos.  

Pasó desapercibido, pero el acuerdo de investidura y de gobierno alcanzado entre PP y CS lo dice claramente:  "Aprobaremos la limitación de 8 años la duración del mandato de un mismo o misma presidente del Gobierno de la comunidad y de los consejeros o consejeras. Quienes hayan ejercido estos cargos durante ocho años consecutivos no podrán ser elegidos o nombrados para desempeñar un nuevo mandato". López Miras en absoluto llevaría en 2023 ocho años consecutivos y por tanto reclamará de la formación naranja que cumpla su parte y apoye la modificación de la ley.

Los negociadores del PP exigieron ese punto del acuerdo a cambio de dar cuatro consejerías y no dos a Ciudadanos incluido el Instituto de Fomento que Javier Celdrán no quería soltar. Y los de Ciudadanos, ávidos de pisar moqueta y con tantas posaderas por colocar, tragaron. A tomar puñetas la regeneración democrática. 

Si se hiciera  un análisis riguroso sobre el grado de cumplimiento de la región de Murcia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU, la región no solo no cumple hoy ni uno solo de los 17 ODS que tanto gustan al PSOE, es que lleva camino de no cumplir NINGUNO dentro de 10 años.  Y no solo eso, la Comisión Europea, bajo el lema "De la granja al tenedor" (Farm to Fork, ó F2F) pretende transformar radicalmente toda la cadena de producción alimentaria. La nueva política alimentaria europea se compone de 27 acciones que tendrán como objetivo convertir el sistema alimentario europeo en un estándar mundial de sostenibilidad. Ya hay objetivo concretos. La Comisión Europea ha propuesto un ambicioso recorte del 50% en el uso de plaguicidas y un recorte del 20% en el uso de fertilizantes. Un tema clave para una región eminentemente agrícola como Murcia que está anclada en las cavernas de la sostenibilidad. Y ni una sola palabra al respecto por parte del PSRM-PSOE teniendo como tiene eurodiputados murcianos en Bruselas. Como si no quisieran molestar a quien no se puede molestar en la región.




El PSRM-PSOE es un partido nacional sin discurso regional, sin estrategia política y desesperadamente lento. Un partido sin un rumbo claro en la región, sin reflejos para aprovechar las bolas de juego que le brinda la actualidad informativa. Demasiado pendiente de no desairar a Ciudadanos por si suena la flauta. Solo así se puede entender que esté dilapidando tantas oportunidades de hacer una OPOSICIÓN tan contundente como ilusionante.