Hola Mundo.
La política se ha convertido en un estercolero, en una mierda. Deshumanizada. Desprovista de nobleza. Personas muriendo y familias llorando a sus muertos mientras desvergonzados dirigentes políticos intentan justificar lo injustificable en función de si es de los míos o de los tuyos el vacunado. Es bochornoso, es indignante.
Que el Gobierno del Reino Unido haya asegurado que la nueva cepa del virus es un 30% más mortal en los mayores de 60 años hace aún más sangrante conocer que han vacunado sin tocarles a más de 400 cargos y funcionarios no asistenciales del SMS y de la Consejería de Salud.
Según el científico Patrick Vallance: “En la población de 60 años o mayores, de cada 1.000
personas infectadas son 10 las que pueden morir por la enfermedad. Con
la nueva variante del virus, ese riesgo se eleva a 13 ó 14 personas”. La vacuna por tanto se ha convertido en un bien aún más preciado porque de ella depende que vivan o mueran miles de personas. Máxime sabiendo que la cepa británica será la dominante en España en pocas semanas.
Por eso es tan importante que haya protocolos de vacunación y que todos sin excepción guarden la cola. Los protocolos se hacen para evitar privilegios. El respeto al riguroso orden establecido es fundamental si no queremos acabar como salvajes.
Esther Clavero no puede seguir al frente de la alcaldía de Molina de Segura porque se vacunó cuando no le tocaba. Seguro que acudió como paciente después de que la llamasen desde su Centro de Salud, pero los enfermos oncológicos no están siendo vacunados en esta fase. Y, sinceramente, no ayuda que el coordinador del centro de salud donde la vacunaron sea su compañero sentimental. Fin de la cita.
No hay forma de demostrar si la Jefa de Enfermería del Centro de Salud de Molina de Segura efectivamente llamó a gerencia pidiendo permiso y que la autorizaron a vacunar a Clavero como a otros cuatro pacientes de riesgo. La enfermera jefe del centro sanitario no coge el teléfono a nadie desde que saltó la noticia. Sus allegados dicen que está asustada. Probablemente, el fiscal hablará con ella y tendrá que decir la verdad de lo sucedido.
El SMS confirma que hubo llamada telefónica a gerencia pero que denegaron esa petición. Paradójicamente casi al mismo tiempo que iniciaban la vacunación de cargos políticos y funcionarios no asistenciales, muchos de ellos en teletrabajo y que en absoluto pueden ser un foco de riesgo. Por lo visto vacunaron incluso al portero que abre la puerta del edificio Habitamia y recoge el periódico en la puerta.
El PSRM-PSOE la quiere fuera. No les basta con que renuncie a la alcaldía, quieren que también renuncie al acta con lo que el cisma político en Molina de Segura está asegurado porque Esther Clavero cuenta con todo el apoyo de su ejecutiva local y no quieren imposiciones desde Murcia. "En Molina siempre deciden los ciudadanos" advierte Clavero que no quiere que su sucesor en la alcaldía lo decidan desde un despacho en Murcia.
No hay partido más cainita que el PSOE. De arriba a abajo en cero coma. Han vuelto a caer en la trampa y como dijo Clavero al resto de alcaldes socialistas del grupo de whastapp "con todo esto solo gana la derecha". Los populares, sin embargo, sí juegan en equipo, cuidan de los suyos, construyen lealtades inquebrantables, esa es su principal fortaleza. El PP no deja a ninguno de los suyos en la cuneta.
El concejal de deportes del Ayuntamiento de Murcia, Felipe Coello, también debe dimitir porque se vacunó cuando no le tocaba. Da igual que diga que se licenció en medicina y que lo hizo para poder seguir poniendo vacunas contra el coronavirus en Jesús Abandonado. Se vacunó sin ser personal sanitario del grupo 1 en contacto estrecho con pacientes infectados.
Se vacunó cuando aún faltaban miles de sanitarios en hospitales sin haber recibido la dosis de la vacuna. Se ampara en el juramento hipocrático que realizó cuando se licenció en medicina para seguir poniendo vacunas cuando no es personal sanitario. Solo ha ejercido la medicina para familiares y amigos. Ni el MIR se sacó porque se puso a jugar a la pelota y está poniendo vacunas contra el coronavirus sin que el sindicato de enfermería SATSE salte como un resorte. Clamoroso el silencio del sindicato de enfermería. ¿Acaso puede vacunar cualquiera? Se ha colado, pero es tan soberbio que se permite el lujo de insultar a quien le afea la conducta y le exige responsabilidades políticas.
El protocolo de vacunación del Ministerio de Sanidad (versión del 18 de diciembre y versión del 21 de enero) es claro al respecto a no ser que Coello y sus trolls en twitter tengan problemas de comprensión lectora. Pero es que por seguridad de los pacientes, Coello tampoco puede poner vacunas como ha advertido la Marea Blanca de la sanidad. Fin de la cita.
Da igual cómo lo intenten disfrazar unos y otros. Da igual a qué partido político pertenezcan. No puede haber excepciones con un asunto tan grave y sensible porque la vacuna significa vivir o morir. Los que se cuelan están privando de la vacuna a personas que la necesitan más que ellos. Solo que con unos colados hay cierta indulgencia y con otros no hay piedad. Así funciona el cortijo murciano.
El presidente Fernando López Miras se ampara en la Ley de Protección de Datos para no facilitar el listado VIP de cargos del PP que han recibido la vacuna indebidamente. En una región donde, presuntamente, se accede a historiales clínicos de cargos públicos con fines políticos. Si usted tiene un grano en el culo por el que ha consultado al médico, ostenta un cargo político y pertenece a PSOE, Cs o Podemos, que sepa que lo saben. Lo saben todo.
Fernando López Miras prefiere que cunda la duda a que se confirme lo obvio y es que en el listado de vacunados fuera de protocolo podría haber asesores, concejales, familiares de altos cargos y allegados al PP. Eso sospechan en Ciudadanos y por eso exigen la información, pero se trata de aspectos médicos reservados y protegidos por una ley orgánica y a eso se agarra el gobierno regional para no facilitar la información mientras Twitter convierte en trending topic el hastag #queremosLaLista.
"Me gustaría facilitar el listado de los 40.000 vacunados en la región de Murcia pero no es posible facilitar esa información sanitaria. Ojalá encontremos un instrumento jurídico que nos permita hacerlo público sin cometer un delito. Sería positivo y lo deseable para disipar dudas y poder contrastar la información que facilita el gobierno regional" ha dicho el presidente López Miras.
Pero resulta que sí que existe la forma de acceder a esa información sin incurrir en ningún delito El artículo 13 del Reglamento de la Asamblea Regional sobre el Derecho a solicitar información permite a los diputados acceder a la información, aunque se trate de datos, informes o documentos solicitados afecten al contenido esencial de los derechos fundamentales. Y luego está el artículo 86 del Reglamento General de Protección de datos.
El gobierno regional atribuye la vacunación masiva de personal fuera de protocolo a un error de interpretación del consejero Villegas y así quiere zanjar el asunto. "No voy a entrar en la polémica de quién se merece más o menos la vacuna" dice López Miras y descarta más ceses entre altos cargos vacunados sin prioridad. "Solo se han vacunado los cargos que son médicos" asegura; y subraya que Villegas es el único que ha dimitido hasta ahora en España. Pero Villegas no dimitió voluntariamente, fue forzado a dimitir por Ciudadanos. De haber tenido mayoría absoluta, López Miras jamás lo habría cesado. Veremos cuánto aprieta la d Ciudadanos socio de gobierno del PP, que tiene en su mano la modificación de la Ley de Presidente para que López Miras pueda volver a presentarse. De ellos depende que se sepa o no hasta dónde llega la sinvergonzonería de las vacunas y se depuren responsabilidades políticas. La justicia es demasiado lenta para estas cosas y las comisiones de investigación registradas en la Asamblea Regional por Cs y PSOE tardarán en echar a andar si es que arrancan.
Nadie ha explicado aún qué consecuencias tuvo que una ambulancia del SUAP del 061, durante la vacunación de funcionarios no asistenciales, permaneciese durante horas aparcada a las puertas del edificio Habitamia dejando de atender urgencias en plena ola pandémica.
En la región de Murcia, cuando no es un error administrativo, se trata de un error de interpretación. Todo con tal de tapar una gestión desastrosa de la pandemia y de la vacunación. Ya les anticipo que nunca sabremos con exactitud a cuántos organismos, asesores, colegiados, sindicalistas, curas, cargos, familiares y allegados del Partido Popular se les ofreció la vacuna fuera de protocolo y fueron a vacunarse.
Si inexplicablemente se ha vacunado el presidente del Colegio de Médicos, muy probablemente se hayan vacunado los decanos de otros colegios profesionales. A nadie se le escapa lo importantes que son para el Partido Popular los colegios profesionales siempre prestos a echar una mano al gobierno regional. Así funcionan los cortijos y la región de Murcia es un cortijo muy bien engrasado y lleno de caraduras.
La gestión de la vacunación en la región de Murcia es un sindios, otra forma de corrupción política que la Fiscalía deberá investigar con celeridad tras la denuncia presentada por PSOE y Podemos. Lo tiene fácil porque está corrupción sí que deja rastro. Cada pinchazo queda anotado y pronto tendrán que recibir la segunda dosis.