El mensaje sobre inmigración con el que VOX ha seducido a cientos de miles de andaluces es que “son una invasión que viene a sustituirnos. A robarnos el trabajo". En Almería, la provincia española con mayor porcentaje de extranjeros de origen magrebí y menor tasa de paro de Andalucía, ha prendido el mensaje racista y xenófobo de la extrema derecha. En El Ejido fueron la fuerza política más votada (29,5% de los votos).
Y lo han logrado vinculando además inmigración con delincuencia y maltrato a la mujer como si la actitud cobarde y miserable de algunos hombres que no se detienen hasta que las matan fuese patrimonio exclusivo de los inmigrantes. Basta con consultar la memoria del CGPJ para desmentir a un partido que indecentemente equipara irregularidad con criminalidad. Pero qué se puede esperar de quien afirma que "en España, en realidad, son asesinados cada año más hombres que mujeres" por maltrato como ha declarado la portavoz del comité electoral de VOX, Rocío Monasterio.
VOX también denuncia que "los inmigrantes tienen preferencia a la hora de recibir ayudas sociales cuando hay familias españolas que lo están pasando mal”, aunque no consta en ningún documento oficial que ser inmigrante puntúe extra para acceder a ayudas sociales. “Los politicastros les han dicho a los inmigrantes que pueden venir a vivir en España de las ayudas sociales, sin trabajar” dijo Santiago Abascal en Murcia ante casi 2000 personas que aplaudieron enfervorecidas mientras agitaban sus banderas y gritaban “¡España para los españoles! “ emulando a Trump que ganó con su “¡América para los americanos!”; y quiere construir un muro en Méjico, como VOX quiere construir un muro metafóricamente infranqueable en Ceuta y Melilla y propone penas de cárcel para las ONG, empresas o particulares que ayuden a los inmigrantes al considerar que "colaboran" con las mafias que los trasladan a Europa.
El discurso racista y xenófobo de VOX ha calado en El Ejido donde muchos marroquíes y subsaharianos trabajan en condiciones de semiesclavitud; y calará en la región de Murcia donde VOX también crece en los invernaderos y a pie de caballón. Al fin y al cabo, no somos tan distintos de los andaluces: altas tasas de pobreza, desigualdad, abandono escolar, beaterío, afición por la caza y los toros, incultura y un mismo partido político al mando desde hace demasiados años.
Según el CIS, andaluces y murcianos somos, además, los más intolerantes con el independentismo catalán. Y los murcianos, encima, los que menos creemos en el cambio climático. Almería y Murcia son territorios eminentemente agrícolas, con miles de personas inmigrantes de origen magrebí empleadas en el campo. Si VOX ha conseguido 12 escaños en el Parlamento andaluz, no descarten que entren en la Asamblea Regional de Murcia con 8 ó 9 escaños. Los dirigentes de VOX en la región de Murcia pronostican que si en Almería han cosechado el 16% de los votos, en Murcia pueden rozar el 20%. Y si lo logran, no solo pedirán que se derogué la ley regional LGTB, también tumbarán la Ley de Medidas Urgentes para la Sostenibilidad Ambiental del Mar Menor contra la que siguen bramando los agricultores. Para VOX, el cambio climático es "un bulo" y en su programa de 100 medidas urgentes para España no mencionan ni una sola vez el medio ambiente.
El campo murciano y su sector hortofrutícola es un granero importante de votos que VOX quiere disputarle de tú a tú al Partido Popular donde muchos de sus tradicionales votantes y dirigentes comparten de pe a pa el discurso de Abascal solo que no se atreven a verbalizarlo. Solo una cosa puede trastocar los planes de VOX y es que se movilice el electorado de izquierdas y masivamente acuda a votar el 26 de mayo de 2019. De no ser así, no descarten un gobierno de coalición PP+Cs con el apoyo de VOX. Las derechas, intuyo, sumarán mayoría absoluta y seguirán gobernando la región de Murcia por los siglos de los siglos AMÉN.
El discurso trumpiano de VOX es peligroso porque fomenta el odio y criminaliza a los inmigrantes, sobre todo, a los que provienen de África y no saben rezar el Padre Nuestro como los sudamericanos a los que sí tolera su mesiánico líder, Santiago Abascal, que cree que es un Jedi (armado con una pistola Smith & Wesson) que viene a liberarnos a todos del lado oscuro que es la izquierda. VOX se está aprovechando de "una islamofobia latente en esta sociedad" señala el profesor Francisco Checa, fundador del Centro de Estudios de las Migraciones y las Relaciones Internacionales de la Universidad de Almería. El propio sector productivo les llama para trabajar, pero luego no queremos verles en nuestras calles y jardines, centros de salud si enferman o compartiendo pupitres con nuestros hijos en las escuelas.
Los líderes de VOX señalan con sus soflamas electorales al diferente y ese no es otro que el inmigrante de piel oscura y habla ininteligible que se ve forzado a dormir en casas de aperos, aún sabiendo que están desempeñando los trabajos que no quieren los españoles: limpiar la mierda de nuestras casas, cuidar de
nuestros ancianos y dependientes, servir mesas y, sobre todo, trabajar en el campo en condiciones infames e impropias de un país de la Unión Europea. "Prácticamente toda la producción agroalimentaria murciana la soporta mano de obra inmigrante. El 50% de los trabajadores son extranjeros. Ese porcentaje no lo tiene ningún otro sector productivo" subraya el delegado comarcal de CCOO en Cartagena, José Ibarra.
Desde la asociación de productores hortofrutícolas -PROEXPORT- corroboran que hace años que los españoles abandonaron el campo donde la mano de obra es poco cualificada. "Las empresas están ahí y las plantaciones también, pero no hay españoles dispuestos a trabajar y tenemos que recurrir a la mano de obra dispuesta que es extranjera. El porcentaje de trabajadores españoles en el campo es mínimo" afirma el director de recursos humanos de PROEXPORT, Pedro Alfonso Garre.
EL CAMPO HABLA MARROQUÍ. En la región de Murcia, la población inmigrante asciende a 202.000 personas y más del 40% es de origen marroquí, le siguen los ecuatorianos que representan el 10% porque muchos de los sudamericanos que vinieron a España con la esperanza de ganar algo de dinero, hace tiempo que regresaron a sus países. La población activa inmigrante en la región de Murcia asciende a 118.200 personas de los que 86.100 están ocupados. Los extranjeros no comunitarios empleados en el campo ascienden a 38.715 según el Régimen Especial Agrario, un sector que ha aumentado sus trabajadores en 20.000 personas durante los últimos años mientras el empleo agrario se ha desplomado en toda Europa debido a la crisis económica. La región de Murcia roza el 10% de toda la ocupación agraria nacional. "Ese proceso de agrarización de la ocupación es un caso absolutamente insólito en las economías desarrolladas", sentencia el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia, José Colino que subraya que "no ha dejado de aumentar la producción agrícola y el volumen de negocio pese a la falta de agua". Los productores, por su parte, lo achacan al aumento de población y al auge de la alimentación sana en Europa que cada vez demanda más productos frescos y sanos como frutas y hortalizas.
NO SOY UN ESCLAVO. El retrato robot del trabajador inmigrante en la región de Murcia que dibujan los sindicatos es el de un hombre de origen marroquí que trabaja en el campo en condiciones precarias en cuanto a jornada, seguridad, salud laboral y salario. Si eres subsahariano, aún es peor porque incluso entre los propios inmigrantes hay jerarquías. Los sindicatos denuncian que poco o nada ha cambiado en el sector desde que el 25 de enero de 2015 miles de jornaleros inmigrantes de toda la región ocuparon las calles de Murcia para denunciar los abusos laborales que estaban sufriendo. "Soy persona, no esclavo laboral" gritaban a su paso por la Gran Vía ante la mirada curiosa de muchos transeúntes que, posiblemente, nunca se han preguntado cuál es el coste social de la lechuga o el tomate que compran en el supermercado, pero sí empatizan con la explotación laboral en Camboya, China o Vietnam.
A los pocos meses de aquella protesta, la policía nacional detenía en Lorca y Mazarrón a nueve personas por "esclavizar" laboralmente a inmigrantes. El propio comunicado policial informaba de que "su falta de escrúpulos les llevaba incluso a fumigar en el interior de los invernaderos en plena jornada laboral, incluso mientras había trabajando mujeres en estado de gestación". Se trataba de una empresa de trabajo temporal (ETT) que contrataba a extranjeros en situación irregular en España y les facilitaba la identidad de otros con permiso de trabajo para explotarlos laboralmente.
"Son explotados como si fuesen animales porque a muchos les obligan a trabajar a destajo puro aunque está prohibido en España desde 1980, cuando se publicó el Estatuto de los Trabajadores" denuncian los sindicatos. El trabajo a destajo es aquel en el que el trabajador no cobra por hora, sino según el trabajo realizado. Por ejemplo, 20 céntimos por cada caja de brocolí. El sueldo depende del número de cajas que seas capaz de llenar. Da igual el número de horas. Entre 8 y 10 horas diarias por solo 20 ó 30 euros. No importa lo que duela la espalda tras horas doblado. Ya lo camuflarán en la nómina. “Quizá por eso hemos detectado que las Empresas de Trabajo Temporal, que campan a sus anchas en el campo murciano tras la Reforma Laboral, ya no quieren
inmigrantes mayores. Los quieren jóvenes para que
puedan aguantar el ritmo. Las condiciones son tan duras y extremas que a los
40 años ya son ancianos. Los han eslomado vivos” dice Ángel Torregrosa, delegado de CCOO en el Guadalentín que, no obstante, distingue entre gran empresa y pequeña y mediana empresa. "Las grandes respetan más las condiciones laborales y los convenios porque hay mayor presencia sindical, pero en las pequeñas y medianas es otra historia".
Según el CIS, andaluces y murcianos somos, además, los más intolerantes con el independentismo catalán. Y los murcianos, encima, los que menos creemos en el cambio climático. Almería y Murcia son territorios eminentemente agrícolas, con miles de personas inmigrantes de origen magrebí empleadas en el campo. Si VOX ha conseguido 12 escaños en el Parlamento andaluz, no descarten que entren en la Asamblea Regional de Murcia con 8 ó 9 escaños. Los dirigentes de VOX en la región de Murcia pronostican que si en Almería han cosechado el 16% de los votos, en Murcia pueden rozar el 20%. Y si lo logran, no solo pedirán que se derogué la ley regional LGTB, también tumbarán la Ley de Medidas Urgentes para la Sostenibilidad Ambiental del Mar Menor contra la que siguen bramando los agricultores. Para VOX, el cambio climático es "un bulo" y en su programa de 100 medidas urgentes para España no mencionan ni una sola vez el medio ambiente.
El campo murciano y su sector hortofrutícola es un granero importante de votos que VOX quiere disputarle de tú a tú al Partido Popular donde muchos de sus tradicionales votantes y dirigentes comparten de pe a pa el discurso de Abascal solo que no se atreven a verbalizarlo. Solo una cosa puede trastocar los planes de VOX y es que se movilice el electorado de izquierdas y masivamente acuda a votar el 26 de mayo de 2019. De no ser así, no descarten un gobierno de coalición PP+Cs con el apoyo de VOX. Las derechas, intuyo, sumarán mayoría absoluta y seguirán gobernando la región de Murcia por los siglos de los siglos AMÉN.
Manifestación regantes Madrid. 7/03/2018 |
El discurso trumpiano de VOX es peligroso porque fomenta el odio y criminaliza a los inmigrantes, sobre todo, a los que provienen de África y no saben rezar el Padre Nuestro como los sudamericanos a los que sí tolera su mesiánico líder, Santiago Abascal, que cree que es un Jedi (armado con una pistola Smith & Wesson) que viene a liberarnos a todos del lado oscuro que es la izquierda. VOX se está aprovechando de "una islamofobia latente en esta sociedad" señala el profesor Francisco Checa, fundador del Centro de Estudios de las Migraciones y las Relaciones Internacionales de la Universidad de Almería. El propio sector productivo les llama para trabajar, pero luego no queremos verles en nuestras calles y jardines, centros de salud si enferman o compartiendo pupitres con nuestros hijos en las escuelas.
Foto publicada por murciadiario.com el 27 septiembre 2017 |
Desde la asociación de productores hortofrutícolas -PROEXPORT- corroboran que hace años que los españoles abandonaron el campo donde la mano de obra es poco cualificada. "Las empresas están ahí y las plantaciones también, pero no hay españoles dispuestos a trabajar y tenemos que recurrir a la mano de obra dispuesta que es extranjera. El porcentaje de trabajadores españoles en el campo es mínimo" afirma el director de recursos humanos de PROEXPORT, Pedro Alfonso Garre.
EL CAMPO HABLA MARROQUÍ. En la región de Murcia, la población inmigrante asciende a 202.000 personas y más del 40% es de origen marroquí, le siguen los ecuatorianos que representan el 10% porque muchos de los sudamericanos que vinieron a España con la esperanza de ganar algo de dinero, hace tiempo que regresaron a sus países. La población activa inmigrante en la región de Murcia asciende a 118.200 personas de los que 86.100 están ocupados. Los extranjeros no comunitarios empleados en el campo ascienden a 38.715 según el Régimen Especial Agrario, un sector que ha aumentado sus trabajadores en 20.000 personas durante los últimos años mientras el empleo agrario se ha desplomado en toda Europa debido a la crisis económica. La región de Murcia roza el 10% de toda la ocupación agraria nacional. "Ese proceso de agrarización de la ocupación es un caso absolutamente insólito en las economías desarrolladas", sentencia el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia, José Colino que subraya que "no ha dejado de aumentar la producción agrícola y el volumen de negocio pese a la falta de agua". Los productores, por su parte, lo achacan al aumento de población y al auge de la alimentación sana en Europa que cada vez demanda más productos frescos y sanos como frutas y hortalizas.
NO SOY UN ESCLAVO. El retrato robot del trabajador inmigrante en la región de Murcia que dibujan los sindicatos es el de un hombre de origen marroquí que trabaja en el campo en condiciones precarias en cuanto a jornada, seguridad, salud laboral y salario. Si eres subsahariano, aún es peor porque incluso entre los propios inmigrantes hay jerarquías. Los sindicatos denuncian que poco o nada ha cambiado en el sector desde que el 25 de enero de 2015 miles de jornaleros inmigrantes de toda la región ocuparon las calles de Murcia para denunciar los abusos laborales que estaban sufriendo. "Soy persona, no esclavo laboral" gritaban a su paso por la Gran Vía ante la mirada curiosa de muchos transeúntes que, posiblemente, nunca se han preguntado cuál es el coste social de la lechuga o el tomate que compran en el supermercado, pero sí empatizan con la explotación laboral en Camboya, China o Vietnam.
A los pocos meses de aquella protesta, la policía nacional detenía en Lorca y Mazarrón a nueve personas por "esclavizar" laboralmente a inmigrantes. El propio comunicado policial informaba de que "su falta de escrúpulos les llevaba incluso a fumigar en el interior de los invernaderos en plena jornada laboral, incluso mientras había trabajando mujeres en estado de gestación". Se trataba de una empresa de trabajo temporal (ETT) que contrataba a extranjeros en situación irregular en España y les facilitaba la identidad de otros con permiso de trabajo para explotarlos laboralmente.
Imagen de CCOO. Manifestación 25 enero 2015 |
MURCIA, EL REINO DE LAS ETT. Los sindicatos tienen a las Empresas de Trabajo Temporal en el punto de mira, aunque no es menos cierto que esas ETT existen porque hay fincas agrícolas que demandan sus servicios. Su grado de penetración en el tejido agrario regional ha aumentado exponencialmente y la competencia entre ellas es tan feroz que el ajuste de precios suele ir en detrimento del sueldo y cotizaciones de los trabajadores. En 2017, según la Inspección de Trabajo, compitieron en la región de Murcia un total de 63 ETT multinacionales, nacionales y regionales. La región de Murcia es ya el reino de las ETT, aunque supuestamente solo se puede recurrir a ellas en el caso de acumulación de pedidos o exceso de producción. Los sindicatos las consideran responsables directas de la explotación laboral que están sufriendo los empleados del campo murciano, la mayoría inmigrantes. En 2016, medio centenar de ETT fueron sancionadas por abusar de sus jornaleros solo que gran parte de esas multas acabaron en los juzgados de los contencioso donde se eternizan.
En 2018, de un total de 414.000 contratos que se han firmado en el sector agrícola, 304.000 han sido a través de ETT sobre un total de 385.000 contratos generales realizados por este tipo de empresas en la región de Murcia. Solo 84.000 contratos se han dedicado a otros sectores de actividad, el resto han sido en el sector agrario. Murcia es la cuarta comunidad española con más contratos vía ETT, sólo por detrás de Madrid, Cataluña y Valencia. Estamos por encima incluso de comunidades como Andalucía, que tiene una población activa 5,5 veces mayor que la nuestra y una tasa de temporalidad similar.
El 55,8% de todos los Contratos de Puesta a Disposición de este tipo registrados en el sector agrario, en todo el país, los aporta la comunidad de Murcia. "Hay fincas agrícolas donde el 80 o 90% de los trabajadores están por ETT, cuando deberían ser fijos discontinuos de plantilla" aseguran desde los sindicatos. Diego Martínez Rafecas, Jefe Provincial de Trabajo y Seguridad Social, cita un caso extremo detectado en la región de Murcia: el de una empresa agraria que tenía en su plantilla a un trabajador fijo y a 800 cedidos. "Es evidente que se ha producido y sigue produciéndose una descapitalización de fijos discontinuos en muchas empresas agrícolas para recurrir a trabajadores suministrados por las ETT, aunque están aumentando los nuevos contratos fijos discontinuos en la región de Murcia: 12.055 en 2017 y 21.256 en los que llevamos de año 2018". Martínez Rafecas asegura que "la inmensa mayoría del empresariado murciano cumple y cumple bien".
PROEXPORT DEFIENDE LA LABOR DE SUS EMPRESAS ASOCIADAS. "En el campo murciano hay muchos empleadores y la mayoría son responsables" resaltan desde la asociación de productores hortofrutícolas de la región de Murcia -PROEXPORT- de la que forman parte 50 empresas que emplean a 21.000 trabajadores en la región de Murcia, muchos de ellos extranjeros. PROEXPORT tiene firmados con los sindicatos UGT y CCOO dos convenios colectivos en la región de Murcia: uno para las Empresas Cosecheras y Productoras de Tomate, Lechuga y Otros Productos Agrícolas y otro para el Manipulado y Envasado para Tomate Fresco que fijan el pago de la hora de trabajo en 6,7 euros, establecen una jornada semanal de 40 horas de lunes a sábado y estipulan claramente en qué circunstancias sus empresas asociadas pueden recurrir a las ETT. El director de recursos humanos, Pedro Alfonso Garre subraya que "sus convenios establecen que no se puede recurrir a las ETT mientras haya trabajadores fijos discontinuos de plantilla o eventuales que no hayan sido llamados a trabajar". "Firmamos los convenios para que se cumplan y es lo que recomendamos a todas, lo que no tenemos es capacidad ni potestad para vigilar que las empresas asociadas los cumplen, para eso está la autoridad laboral". Las generalidades son injustas y por eso desde PROEXPORT insisten en que la mayoría de las empresas agrícolas de la región actúan con responsabilidad y lamentan la mala imagen que dan las que incumplen y para las que piden castigos ejemplares.
MUCHOS NO SABEN LO QUE VAN A COBRAR. Las comarcas de la región en las que se concentra el trabajo inmigrante son el Campo de Cartagena y la comarca del Mar Menor, la huerta de Murcia y el Guadalentín, pero la capital de la precariedad laboral agrícola e inmigrante, coinciden los sindicatos, es la zona de Lorca, Águilas y Mazarrón donde aseguran que sistemáticamente se incumplen los convenios. Los salarios -dicen- oscilan entre los 9.000 y 12.000 euros brutos al año. La Contabilidad Regional de España recogida por el INE cifra el salario bruto agrario por cada hora de trabajo en 5,4 euros, menos de la tercera parte que en el conjunto de la economía regional: 16,4 euros por hora. Los inmigrantes con suerte cobran esa cantidad. Los menos afortunados, entre 3 y 4 euros la hora, aunque los sindicatos han detectado casos extremos en zonas como Ramonete donde han llegado a pagar un salario de 2 euros la hora. "Muchos de ellos no saben para quién trabajan ni lo que van a cobrar a final de mes" destaca el jefe de la Inspección de Trabajo que, de paso, recuerda que dispone de 55 inspectores y subinspectores para una población activa de 500.000 personas en la región". Los sindicatos, que querrían ver más inspectores en las fincas y almacenes agrícolas, también denuncian que en muchos casos, los trabajadores inmigrantes son desplazados en furgonetas desvencijadas a cientos de kilómetros (fincas de Albacete, Granada o Almería) y que esas horas de viaje no se las pagan. Al contrario, "el dueño de la furgoneta les cobra hasta 4 euros por el desplazamiento o se lo descuentan de la nómina. Si no aceptan el abuso, saben que no volverán a llamarles".
El panorama que describen los sindicatos es tremendo en algunos casos. Cuentan que hay fincas donde no hay aseos portátiles y hombres y mujeres
se ven obligados a hacer sus necesidades donde buenamente pueden. Y si acceden, ponen uno solamente a compartir por 200 trabajadores de ambos sexos. Haga un calor extremo o llueva, son obligados a trabajar aunque sea
empapándose hasta los huesos y manchándose de barro hasta las
rodillas. Son sancionados económicamente por masticar chicle o comerse el bocadillo del almuerzo junto al bancal "porque pueden poner en peligro la limpieza del producto" que luego exportaran a lujosos supermercados de Inglaterra, Alemania o Francia. El maltrato verbal por parte de algunos encargados está la orden del día denuncian los sindicatos. “¡Eres un
gandul, moro de mierda!” es una frase en exceso repetida según José Ibarra, que acumula decenas de quejas de inmigrantes
por maltrato verbal.
CASTIGADO A MOVER PIEDRAS. Para algunos empresarios del campo, afiliarse a un sindicato sigue siendo pecado mortal. Un marroquí que vive en España con su mujer y tres hijos desde 1996, intentó reincorporarse al trabajo en una finca agrícola de Mazarrón donde es fijo discontinuo tras una baja por enfermedad y para obligarle a renunciar sin pagarle el finiquito "le han llamado para trabajar 11 horas en dos meses y ha sido para mover piedras de un lado a otro de una parcela de unos 200 metros" relata Torregrosa. El inmigrante, cuyo nombre prefiere mantener en el anonimato, relata que su jefe suele repetirle que tiene dinero para contratar a 50.000 como él "porque hay más negros que caracoles". Los sindicatos subrayan que las empresas se aprovechan de que son mano de obra "dócil y sumisa" y recuerdan que la última huelga general en el campo en la región de Murcia se produjo en 1989, cuando eran españoles los trabajadores del campo y aún no habían llegado los inmigrantes. Con los inmigrantes, dicen, "se acabó la conflictividad laboral. Solo protestan cuando ya no pueden más".
CASTIGADO A MOVER PIEDRAS. Para algunos empresarios del campo, afiliarse a un sindicato sigue siendo pecado mortal. Un marroquí que vive en España con su mujer y tres hijos desde 1996, intentó reincorporarse al trabajo en una finca agrícola de Mazarrón donde es fijo discontinuo tras una baja por enfermedad y para obligarle a renunciar sin pagarle el finiquito "le han llamado para trabajar 11 horas en dos meses y ha sido para mover piedras de un lado a otro de una parcela de unos 200 metros" relata Torregrosa. El inmigrante, cuyo nombre prefiere mantener en el anonimato, relata que su jefe suele repetirle que tiene dinero para contratar a 50.000 como él "porque hay más negros que caracoles". Los sindicatos subrayan que las empresas se aprovechan de que son mano de obra "dócil y sumisa" y recuerdan que la última huelga general en el campo en la región de Murcia se produjo en 1989, cuando eran españoles los trabajadores del campo y aún no habían llegado los inmigrantes. Con los inmigrantes, dicen, "se acabó la conflictividad laboral. Solo protestan cuando ya no pueden más".
VOX ha triunfado en los municipios andaluces con más inmigrantes de origen magrebí y subsahariano, pero también en barrios andaluces con un porcentaje muy bajo de inmigración por lo que podemos intuir qué puede suceder en 2019 en municipios como Torre Pacheco, Fuente Álamo, Cartagena, Alhama, Totana, Mazarrón, Águilas ó Lorca.
Gráfico publicado por el periódico El País el 3 diciembre 2016 (digital) |
El presidente de VOX en la región de Murcia, Pascual Salvador Hernández es consultor en formación y prevención de riesgos laborales en el sector agrícola. Hasta 2016, figuraba como responsable del servicio de prevención mancomunado de la gran patronal hortofrutícola PROEXPORT. Es nieto del fundador del grupo hortofrutícola Paloma de Mazarrón. Cabe deducir que el líder regional de VOX conoce de primera mano la importancia y el peso de la mano de obra inmigrante en el campo murciano, pero repite el argumentario de VOX en materia de inmigración. En una entrevista al diario digital murcia.com publicada en 4 de julio de 2018, Pascual Salvador Hernánde dijo que "aquí a España viene mucha gente a vivir del cuento, a vivir de las ayudas y son ellos, los de fuera, lo que generalmente gozan de todo tipo de ayudas cuando resulta que todavía muchos españoles siguen pasando necesidad. Hace poco salía una noticia que advertía de que 3 de cada 10 murcianos están en riesgo de pobreza. Esas personas son nuestra prioridad".
Pero los datos oficiales le desmienten. En lo que va de año 2018, un total de 5523 familias de la región están percibiendo la Renta Básica de Inserción, de las que solamente 815 (15%) son extranjeras y, según la consejería de Familia, no hay nadie en lista de espera. Es decir, ninguna familia murciana se ha quedado sin esa importante ayuda social por la presencia de inmigrantes en la región.
Mensaje whasapeado tras victoria de VOX en el Ejido |
"Son los propios empresarios los que quieren trabajadores en precario porque creen que así les será más fácil vulnerar la legislación laboral y explotarles" concluyen los sindicatos. Puede que la contratación regulada de inmigrantes en origen no sea rentable para quien está acostumbrado a vulnerar los derechos laborales de sus jornaleros. ¿No creen? Mientras tanto, muchos seguirán aplaudiendo efusivamente el discurso de que los inmigrantes vienen a invadirnos y a quitarnos el trabajo cuando desde de la OCDE advierten de que la Seguridad Social española va a necesitar 5 millones de inmigrantes hasta 2050 debido a las bajas tasas de natalidad y al aumento de la esperanza de vida. Pero lo importante para VOX es tocar la fibra clasista y xenófoba que muchos españoles llevan dentro y cosechar el número suficiente de votos para conseguir sillón y, como ha hecho durante toda su vida Santiago Abascal, seguir viviendo del cuento político, que no del campo porque ese trabajo duro, sucio y mal pagado está reservado para los inmigrantes procedentes de África a los que VOX señala maliciosamente aún sabiendo que son necesarios.
En VOX dicen que son "la nueva derecha como Trump, Bolsonaro o Víctor Orban en Hungria". Desde luego, mienten como todos ellos en muchos temas, pero son las mentiras que muchos votantes españoles quieren oír. Esa es la cruda realidad. Como periodistas solo podemos aportar claridad ante un mundo saturado de desinformación y confiar en que la ciudadanía opte por informarse de manera crítica antes de ir a votar para que los extremos, a izquierda y a derecha, no nos terminen de embrutecer y no devoren los derechos y libertades que tanto esfuerzo nos ha costado conquistar.