domingo, 14 de abril de 2019

MEMORIA LÍQUIDA

Hola Mundo.

Nuestros dirigentes políticos todavía no han captado que no se trata de presunción de inocencia sino de presunción de decencia. Que solo hay un código moral de comportamiento y no dos como pretenden hacernos creer: uno para ellos y otros para el resto de los ciudadanos. Quizá por eso son vistos como el segundo problema de este país después del paro según el CIS.  Y como no lo captan, no se sabe si por incapacidad intelectual o mera desvergüenza, asistimos al auge de populismos que pistola en ristre prometen ley y orden. Partidos como VOX son la respuesta a la decadencia de un sistema carcomido por la podredumbre y los chorizos de traje y corbata que solo piensan en llevárselo crudo o en vivir del cuento político durante el mayor número de años posible. Resultado: el pasado vuelve a desfilar por nuestras calles en respuesta al indignación, la impotencia y la decepción de mucha gente que no encuentra referentes morales a los que aferrarse. Los populistas rebuscan en un pozo de resentimiento  lleno de votos. Saben, esa es su ventaja, que las evidencias ya no modifican nuestro pensamiento.

En la Murcia de los Santos Inocentes, Fernando López Miras no ha dudado en sumarse al coro de adlátares que han arremetido contra la oposición tras conocer que la Audiencia Nacional archiva la causa Púnica contra Pedro Antonio Sánchez, la que le dio la puntilla en 2017. Y lo ha hecho con el traje puesto de presidente, que lo es de todos los murcianos aunque no haya pasado por las urnas, cuando eso es cosa de banderilleros.

"Una más archivada...están intentado utilizar la justicia para sacar rédito político...y por el camino no les importa destrozar la vida de familias. Eso sí que debería investigarse, a esos sí que habría que condenar, esos deberían ser repudiados por la sociedad" escribió López Miras en Twitter después de que su secretario general, Miguel Ángel Miralles hablara de cacería política y exigiera a PSOE, Cs y Podemos que pidan perdón a Sánchez por haberle obligado a dimitir  como presidente regional tras ser imputado por la trama Púnica. Olvidan maliciosamente que en 2017, Pedro Antonio Sánchez, cuya sombra sigue siendo alargada y ancha, también estaba imputado por el caso Auditorio a partir de una dura querella de la Fiscalía y que la imputación por la trama Púnica no parte de una denuncia del PSOE sino de la Guardia Civil. ¿Acaso sugiere López Miras que a la Fiscalía y a la Guardia Civil no les importa destrozar  la vida de familias y deberían ser condenados y repudiados por la sociedad? 

La Verdad, 4 abril 2017. López Miras es nombrado sucesor de PAS
Como López Miras opina que la memoria de los españoles es corta, más bien líquida, habrá que recordarle también a él que un chivatazo impidió que la Guardia Civil pudiese recabar más pruebas contra Pedro Antonio Sánchez y su asesor David Conesa.  Un chivatazo que sentenció el Tribunal Supremo condenando a dos años de cárcel al ex consejero madrileño Francisco Granados y al guardia civil José Manuel Rodríguez. El chivatazo, como sospecha la Guardia Civil, dio al traste con la investigación en curso e impidió que en Murcia se firmara el contrato con los púnicos como, al parecer, estaba previsto. 

Quizá haya olvidado el escándalo que supuso en su día que la Fiscalía General del Estado ordenase que desde el Ministerio Público no se acusara a Pedro Antonio Sánchez por la ‘Púnica’, pese a que las dos fiscales del caso eran partidarias -al igual que el juez Eloy Velasco- de actuar contra el presidente de Murcia. Sus superiores, sin embargo, se lo impidieron. "No llegó a formalizar los contratos para mejorar su reputación en internet y, por tanto, no se ha producido perjuicio a las arcas públicas " fue el argumento argüido por la Fiscalía Anticorrupción para defender al murciano que horas antes del comunicado de prensa de Fiscalía se jactó en la cadena COPE de que contaba con el apoyo de cuatro fiscales del Supremo. Se le escapó una información que supuestamente no debía conocer y demostró con ello que contaba con información privilegiada, probablemente del ministro de Justicia Rafael Catalá.
¿Pedro Antonio dónde estás?

Este proceso judicial supuso el primer gran escándalo en la Fiscalía General del Estado. El fiscal general, José Manuel Maza tuvo que negar en el Congreso que hubiese recibido presiones del gobierno para exculpar a Pedro Antonio Sánchez que al hablar más de la cuenta destapó las maniobras subterráneas para librarle de un caso del que finalmente se ha escapado junto a la senadora Pilar Barreiro. A nadie importa el daño reputacional causado a la región de Murcia durante meses.

La Verdad, 1 marzo 2017

Cuando el PSOE registró su moción de censura y Cs decidió apoyarla, Pedro Antonio Sánchez estaba acorralado por la trama Púnica y por el caso Auditorio. De no ser por esa moción de censura, no habría dimitido. Pedro Antonio Sánchez nunca tuvo intención de abandonar San Esteban como los hechos demostraron. Tanto él como sus banderilleros reinterpretaron a su antojo el artículo 54 de la Ley de Transparencia y durante semanas intentaron silenciar la hemeroteca con argumentarios tan infantiles como ridículos. De no ser por esa moción de censura, Murcia  aún tendría un presidente entrando y saliendo de los juzgados y a un bueno número de sus subalternos abonados en Twitter al hastag #yoconPedroAntonio.
 
La Verdad, 25 junio 2015


Que el PP de la región de Murcia saque pecho de manera tan desmedida de un archivo provisional por el caso Púnica les deja en evidencia. Muestran que Pedro Antonio Sánchez nunca se ha ido, que sigue estando presente. Como si no supieran que el archivo del caso Pasarelas se produjo por un defecto de forma al haber superado por un día el plazo de instrucción y está recurrido por la Fiscalía; como si no supiesen que el caso Auditorio está pendiente de que se fije apertura de juicio oral -probablemente tras las elecciones de mayo-; como si no supieran que un juzgado de Lorca acaba de abrirle diligencias por un supuesto fraude por las obras del centro de la infancia y de la mujer de Puerto Lumbreras o que la PIEZA SEPARADA no se ha evaporado, sigue viva y secreta.

La pieza separada del caso auditorio que abrió la titular del Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 1 de Lorca, Consuelo Andreo sigue declarada secreta para no dar al traste con la investigación policial. La juez Andreo decidió investigar el destino final de la subvención recibida por el Ayuntamiento de Puerto Lumbreras  de la Comunidad Autónoma para la construcción del auditorio. La magistrada señaló en un auto que "existían fuertes indicios de que los fondos provenientes de la subvención cambiaron de destino o aplicación, desconociéndose cuáles fueron esos usos". Abrió pieza separada para investigar si se destinaron fondos de la subvención del auditorio a otros fines "públicos o privados".  Conviene recordar que en octubre de 2008, cuando apenas se habían iniciado las obras del auditorio, el Ayuntamiento de Puerto Lumbreras había destinado 2,7 millones de euros de la ayuda pública a fines desconocidos.

¿Debiera la juez Andreo, la Fiscalía o la Guardia Civil ser repudiados por investigar a Pedro Antonio Sánchez? ¿Deben, acaso, pedirle perdón?

No se trata de presunción de inocencia, sino de presunción de decencia y de responsabilidad política, que en España nadie asume. No constan dimisiones por la policía política, mal llamada policía patriótica, que espió para destruir a un adversario político. El Watergate que acabó con Nixón es una minucia con el SpanishgateEstamos asistiendo en directo a la decadencia de un sistema político carcomido por la podredumbre más infecta.  El espionaje y sabotaje a oponentes políticos en España es la gota que colma el vaso. No es que la gente se sienta más desprotegida, es que está más desprotegida y se refugia en el único partido que promete mano dura, aunque el tiempo demostrara que son más de lo mismo. Que los dirigentes de VOX también vienen a servirse y que sus listas electorales están llenas de advenedizos que buscan pesebre al calor de las encuestas. 

"Ahora nadie cree que el gobierno pueda hacer nada" dijo el sociólogo Zygmunt Bauman que con su  "modernidad líquida" describió un mundo en el que se han desvanecido las instituciones sólidas que marcaban nuestra realidad y se ha dado paso a una realidad marcada por la precariedad, el ritmo cambiante e inestable y la celeridad de los acontecimientos y de la información. Nuestra sociedad, según Bauman, ha hecho de la desafección una parte obligatoria de las ocupaciones vitales".  "Ser crítico  está aceptado, y hasta bien visto, pero resulta inútil cuando la política no es el verdadero poder y el Estado-nación ya no ofrece respuestas". Los ciudadanos se sienten cada vez más inseguros y vulnerables porque no encuentran respuestas ni pilares sólidos a los que aferrarse. Ni los tribunales de justicia inspiran ya confianza. La impotencia crece frente a la impunidad de la que alardean. Ningún partido político ha sido expeditivo con la corrupción que nos roba la educación, la sanidad, las pensiones, el bienestar y la esperanza. La corrupción se sigue riendo en nuestra cara con descarado cinismo. Se vale de que nuestra memoria también es líquida.