Tiene
su gracia que el político murciano que desde la atalaya de San
Esteban convirtió el humo en miles de votos, sea quien desde su nido
en Bruselas pida a la Unión Europea que priorice la alfabetización
mediática contra la desinformación y la posverdad de tal forma que
los ciudadanos aprendan a detectar noticias falsas y a gestionar la
información que reciben, sobre todo, de redes sociales.
El
artífice de cuentos como Paramount, Contenpolis, Murcia No Typical,
Agua para Todos, dos trenes AVE a Murcia y no quiso ver los nitratos
que por toneladas llegaban al Mar Menor, sabe mejor que nadie lo
importante que es detectar las mentiras de políticos que no dudan en
manipular a los ciudadanos con el único objetivo de mantenerse en el
poder o llegar a él. En una especie de catarsis personal ha
decidido declarar la guerra a la posverdad que no es otra cosa que
manipulación y propaganda alimentada ahora por la digitalización y
las redes sociales en un momento en el que los políticos parecen
tener licencia para mentir sin que a nadie le importe.
El
eurodiputado que no concede entrevistas a medios de comunicación
regionales, no vaya a ser que le pregunten por Pedro
Antonio Sánchez con
quien no terminó bien,
y
montó una carísima máquina de manipulación informativa llamada
televisión autonómica que comandó José
Antonio Ruiz Vivo (ahora
asesor de Alberto
Garre)
para que le hicieran reportajes que luego emitían en los descansos
de los partidos de champión, quiere que la alfabetización mediática
sea una prioridad de tal forma que los europeos (también los
murcianos) aprendamos a combatir la propagación de noticias falsas y
los intentos de polarizar y manipular a la opinión pública a través
de internet. Y se presenta como el adalid europeo de la transparencia
y la información rigurosa, pero se negó a hablar con el programa La
Sexta Columna (el alcalde Ballesta
también
se ha negado) sobre el soterramiento y la llegada del AVE a Murcia en
superficie, aunque es directamente responsable del atraso ferroviario
en el que se encuentra la región por no haber exigido con firmeza lo
que la región de Murcia merece y son unas infraestructuras dignas.
Pecó de lo que pecan los murcianos y el dibujante Puebla
ha resumido con una palabra: CONFORMISMO. Por eso todos los
presientes murcianos (cuatro en tres años) que han ido a ver a Rajoy
han reivindicado lo mismo: financiación, infraestructuras y agua
con similar resultado: buenas palabras, una foto y ahora hasta tuits
de Rajoy
diciendo que “Murcia tiene un gran futuro”.
Bien
mirado, no es mala la idea de Ramón
Luis.
Conoce a los murcianos y sabe que, en general, tenemos memoria de
pez, suspendemos en cultura política, seguimos confundiendo
información con propaganda, leemos poco y, lo más grave de todo,
no nos importa. Seguimos siendo un pueblo grande de la periferia
española que nunca tuvo burguesía ilustrada, que es capaz de hacer
cola durante horas por un pastel de carne y un vaso de cerveza,
aplaude a alcaldes corruptos al salir de la cárcel y se cree cuentos
como que no es lo mismo meter la pata que meter la mano y, por tanto,
se puede prevaricar siempre que sea con buena intención.
Murcia
es una región históricamente atrasada donde se ha utilizado y se
sigue utilizando la propaganda para tapar vergüenzas y disimular
carencias con el añadido de que los que engañan (los hay en todos
los partidos políticos) se han dado cuenta de que, paradójicamente,
la gente ya no se cree nada y a la vez es capaz de creerse cualquier
cosa. Seguro que hay murcianos que se han creído, y éste es un
ejemplo de posverdad, que un partido regionalista en Aragón quiso
apropiarse del agua del Ebro y que Rajoy,
cual Cid
Campeador,
lo impidió con un recurso ante el Tribunal Constitucional. Lo que
el presidente López
Miras omite
es
que esa ley aragonesa la aprobó en 2014 un gobierno presidido por
Luisa
Fernanda Rudí
del PP con el apoyo del partido aragonés y que Rajoy
la
recurrió solo cuando perdió el gobierno de esa comunidad autónoma.
El
arte de la manipulación tiene su ingeniería: basta con insistir en
una aseveración falsa adornada de ciertos rasgos de verdad y
descalificar a quienes la contradicen. A ello se une que miles de
personas han dejado de informarse por los medios de comunicación
rigurosos y optan por acudir a las fuentes (blogs o redes sociales)
que confirman sus opiniones, ideas o pensamientos aunque sean
mentira. Unas redes sociales donde anida la poscensura. Si, la
censura ya no la ejerce solamente el gobierno o poderes económicos,
sino decenas de miles de personas que no toleran una idea discrepante
y son capaces de linchar a cualquiera con un solo click.
Alfabetización
mediática sí, pero antes alfabetización básica, cultura y
educación. No puede ser que, a estas alturas, se vincule la alta
tasa de abandono escolar (Murcia es campeona de España) con la
creación de empleo juvenil como ha hecho el gobierno murciano
emulando a un consejero de Educación del gobierno de Valcárcel
llamado Juan
Ramón Medina Precioso, que
justificaba con cierta satisfacción que muchos jóvenes, en pleno
boom inmobiliario, abandonasen sus estudios para ir a la obra porque
“ganaban mucho dinero” amasando cemento y poniendo ladrillos.
¿Significa eso que regiones como el País Vasco con la tasa de
abandono escolar más baja de España no tienen empleo juvenil? Lo
que sucede en el norte es que el fuerte peso de la industria y el
trabajo cualificado y primado con conocimiento, parece no incentivar
al abandono de los estudios. Por eso tienen los salarios más altos
de España, su industria es puntera y, por si fuera poco, reciben
millones a cascoporro de los Presupuestos Generales del Estado, no
temen sondear periódicamente la opinión de sus ciudadanos sobre
temas clave y, encima, el año que viene albergarán la prestigiosa
gala de los premios de la música MTV ¡Quiero ser vasca!
Murcia,
la región SIN de España, no tiene ni barómetros de opinión como
los que hacía CEMOP (dependiente de la Universidad de Murcia) porque
en 2015 publicó un sondeo que supo a cuerno quemado al entonces
consejero de Educación, Pedro
Antonio Sánchez que,
al parecer, cortó por lo sano la subvención que el CEMOP recibía
vía Fundación Seneca y Fundación Universidad-Empresa. Desde
entonces tocamos de oído en la región de Murcia intentando intuir
qué piensa, siente y opina la sociedad murciana sobre temas clave
como el AVE y el soterramiento, la situación económica, la calidad
del empleo, la respuesta al Mar Menor, la educación, la falta de
agua, el presidente López
Miras o
el partido regionalista de Garre
a quien algunos populares llaman “el traidor” y apostillan “un
partido que tiene en sus filas a Ruiz
Vivo
no puede ser bueno”. Lo dicen los mismos que le dieron todo el
poder durante años.
La
opinión de los murcianos importa lo justo y menos, aunque desde San
Esteban no dejen de hablar de gobierno abierto y de participación
ciudadana. La consejera Arroyo
(puede
que la futura candidata popular a la alcaldía de Cartagena) ha
pedido a los ciudadanos que se impliquen en la toma de decisiones y
que se comprometan con la vida pública, pero no es menos cierto que
cuando esos ciudadanos presentan alegaciones a proyectos que les
afectan y se deciden con ello a opinar obtienen la callada por
respuesta por parte de la administración pública; y cuando se
organizan en plataformas para impedir tropelías o reivindicar sus
derechos son vilipendiados o simplemente ignorados.
La
posverdad es sencillamente manipulación y propaganda, engaño y
mentira. Para combatirla no basta con programas europeos de
alfabetización mediática, habrá que inculcar en la sociedad el
gusto por la lectura y la cultura. Solo con ciudadanos formados y
críticos lograremos ciudadanos implicados e inconformistas y que
no sean las mentiras las que pasen a la historia como profetizó
Orwell
que
ocurriría.
Pero
eso, en realidad, no interesa a ningún partido político y menos a
año y medio de unas elecciones autonómicas que coincidirán con las
europeas el segundo domingo de junio de 2019 y consagrarán la era
de la posverdad porque nunca fue tan incierto un resultado electoral
en la región de Murcia ni hubo tanto nerviosismo.
CUÑA
BERNABÉ:
Francisco
Bernabé
se ha convertido en el primer Delegado del Gobierno que toma posesión
del cargo en San Esteban, sede del gobierno regional, como si de un
consejero más se tratase del Ejecutivo murciano. El empeño que
están poniendo en intentar demostrar que su designación ha sido
cosa del presidente López
Miras,
solo hace sospechar lo contrario. Al parecer, Sánchez
Solís
estaba en el punto de mira de algún que otro ministro desde hace
tiempo porque, por lo que cuentan, se pasaba las tardes jugando al
tenis y Bernabé
estaba en el lugar adecuado en el momento justo.
El
tiempo dirá si el ex alcalde de Cartagena, José
López
ha estado o no atinado con la advertencia a López
Miras:
“Don Fernando, guárdese de amigos como Paco
Bernabé
si quiere ser el candidato del PP en 2019”. Bernabé,
a quien solo le falta ser ministro y presidente de la comunidad
autónoma para tener todos los cromos políticos, tuvo
agradecimientos para todos en su toma de posesión, especialmente
para el partido al que se refirió como la gran familia del PP y dijo
“me tenéis incondicionalmente a vuestra disposición”. Puede que
solo sea un guiño inocente, pero la historia indica que en política
nada lo es. Bernabé,
estoy segura, dará grandes tardes de gloria. Para empezar ya ha
advertido de que ha dado instrucciones a la policía de que “en una
Democracia moderna quien la hace la paga. Sirva esto de aviso a
navegantes porque el que avisa no es traidor”. Avisados quedamos
todos.