Una
pastizal va a costar, hablan de 8 millones de euros, convertir a
Murcia en una Smart City ¿Y eso qué es? Pues no es otra cosa que
“una ciudad inteligente que es capaz de aprovechar los datos que
produce en su funcionamiento diario para generar información nueva
que le permita mejorar su gestión, con el objetivo de proveerla de
una infraestructura que garantice un desarrollo sostenible, una mayor
eficiencia de sus recursos y un incremento de la calidad de vida de
sus ciudadanos”. Eso narran webs municipales como la de la Agencia
Local de la Energía y Cambio Climático del Ayuntamiento de Murcia.
En la Glorieta andan entusiasmados con la Smart City del que ya presumía Miguel Ángel Cámara hace años. Tanto, que el concejal, Pepe Guillén (fiel escudero de Ballesta desde sus tiempos universitarios) ha llegado a decir que "con los sensores y los videosensores smart van a crear una red neuronal a lo largo de toda la ciudad que les permitirá sentir lo que está pasando en cada momento para mejorar la gestión de los servicios públicos y la calidad de vida de los murcianos". Sí, ya se lo que están pensando, pero es que la política es cada vez menos inmune a la estulticia humana.
Habrá
incluso un centro de innovación con tecnología japonesa. Una
especie de gran computadora central que procesará
y monitorizará toda la información digital de la ciudad y desde
el que -dicen- "se
desarrollarán soluciones de ciudad inteligente y segura para
Murcia".
Ballesta firma con NEC-Europa, Hironobu Kurosaki el acuerdo para desarrollar centro innovación Smart City |
Y,
claro, con tanto sensor y red neuronal en ciernes, cabe preguntarse
cómo encaja tan inusitada sensibilidad digital hacia el prójimo con
la falta de aceras y de autobús en una barriada como Senda de
Granada, a tiro de piedra del centro de Murcia. La modernidad
no ha llegado a ese barrio, ni a muchos otros. Lo que hay
son dos causas abiertas contra el Ayuntamiento de Murcia por parte
del Defensor del Pueblo en poco más de año y medio por razonables y
razonadas quejas vecinales. Es un hecho. Dos serios tirones de orejas
al ayuntamiento de la séptima ciudad de España porque no
es razonable que cientos de viviendas carezcan de servicios básicos
como autobús y acera para evitar ser atropellados porque por esa
estrecha y larga calle pasan más de 500 vehículos a la hora. La
densidad de tráfico es tremenda porque a los vehículos de las
viviendas de toda la vida de Senda de Granada se han sumado los
de las 1.300 viviendas de Joven Futura que salen por esa calle porque
llegan antes a la autovía. Lo mismo que hacen muchos vecinos de
Guadalupe para evitar cruzar Espinardo.
Pero
a los vecinos de Senda de Granada Oeste les pasa un poco como a
los del soterramiento: no son del agrado de las autoridades. Tienen la manía de protestar, no consienten
ilegalidades y, además, no dudan en acudir a tribunales en defensa
de sus derechos.
Son
folloneros e incómodos para el establishment. Baste recordar que la asociación de vecinos de
Senda de Granada logró que el
Tribunal Supremo anulara la reclasificación de suelo que permitió
construir la
macrourbanización Joven
Futura en terrenos de huerta de especial valor ambiental y
paisajístico. Una sinvergonzonería de Valcárcel,
Cámara, Berberena
y
compañía con la que unos pocos ganaron mucho dinero. Una
reclasificación de suelo ILEGAL que
el
actual concejal de urbanismo, Antonio
Navarro Corchón
intenta
blanquear
haciendo
trampas administrativas con la complicidad de cierta juez murciana a
la que el Tribunal Supremo enmendó la plana con una dura sentencia que debería haberle hecho sonrojar. Una sentencia cuya ejecución
intenta esquivar el Consistorio murciano como si de un simple error
administrativo se tratase.
Y
como esos vecinos de Senda de Granada son tercos y, encima, no son
amigos de Rihanna que, por lo visto, es lo único que se
necesita para acudir a jornadas municipales (más bien actos
electorales) en calidad de experto, pues que se fastidien sin aceras
y sin autobús. Digo se fastidien, aunque no es el verbo que mejor
encaja para la ocasión, después de que el concejal de Hacienda,
Eduardo Martínez
Oliva haya
justificado su no inclusión en los presupuestos de 2018 por que eso
requeriría de una modificación del PGOU así como de expropiaciones
y por falta de acuerdo con otras asociaciones de vecinos de la zona
como la de Joven Futura, según informó la Cadena SER. ¿Desde
cuándo es necesario modificar el PGOU para construir un trozo
acera? ¿Lo han modificado para peatonalizar Alfonso X? ¿Qué mayor
acuerdo vecinal que el de las Juntas Municipales de Espinardo,
Guadalupe y El Ranero que ya votaron a favor de construir una acera
en Senda de Granada? ¿Es necesario modificar el PGOU para que el
Rayo 14, que ya pasa por Joven Futura, baje por Senda de Granada
dando servicio a todos? ¿Por qué no establecen de una vez por todas
el sentido único del tráfico en Senda de Granada como recomiendan
informes de Bomberos por razones de seguridad ? ¿A qué
esperan, por otra parte, para hacer el vial de servicio de la A-30
puesto que la Demarcación de Carreteras dependiente del ministerio
de Fomento ya ha informado al Ayuntamiento de Murcia de que no hay
inconveniente alguno puesto que los terrenos ya fueron expropiados y
forman parte del dominio público?
No hay proyecto, ni partida presupuestaria en las cuentas de 2018 para la acera en Senda de Granada pese a que el Ayuntamiento de Murcia respondió hace meses al Defensor del Pueblo que estaba en vías de solución. Y, por supuesto, nada se sabe del Rayo 14 que los vecinos de Senda de Granada también demandan desde hace años. El Defensor del Pueblo, por segunda vez, ha tenido que recordar a los responsables municipales “su inexcusable deber de colaboración” con la institución que preside Fernández Marugán que, en situaciones similares, ha dictaminado que "el acceso al transporte público incide de una manera directa sobre el disfrute de los derechos que la Constitución reconoce a todos los ciudadanos. Así, por ejemplo, repercute en la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación (derecho reconocido en el artículo 27CE), en el derecho al trabajo (artículo 35 CE) y en el bienestar de las personas de la tercera edad que carecen de un vehículo propio, que conforme al artículo 50 de la Constitución los poderes públicos deben promover. Todo ello sin olvidar la contribución positiva del transporte público al medioambiente que, conforme al artículo 45 de la Constitución es un objetivo de la política económica y social”.
No se trata de sensores sino de voluntad política para poner autobús y construir una simple acera tanto en Senda de Granada como en muchas otras pedanías de Murcia por las que ha empezado a desfilar López Miras rodeado de toda su corte de aduladores y asesores pidiendo el apoyo electoral ahora que tan disperso está el voto de la derecha. "Miras se remanga en las pedanías de Murcia" titulaba la prensa. Y es que la victoria en el municipio de Murcia es clave para amarrar el sillón en San Esteban. Necesitan a las pedanías de las que ahora, cuando truenan los sondeos, se acuerdan. Igual ya es tarde porque el pasado verano todavía no se habían licitado los 51 proyectos de inversiones en pedanías pactados en 2017 por PP y PSOE por importe de 14 millones de euros. Según la edil Rebeca Pérez comenzaría a licitarse a finales de este año 2018. Política sin prisas.
¿Sabía
la Comisión Europea cómo trata el ayuntamiento a muchos vecinos de
barrios y pedanías antes de elegir
a Murcia como representante europeo en Asia para exportar su Modelo
de Ciudad a la India? ¿Qué
modelo de ciudad es ese que permite que cientos de vecinos no tengan
aceras en sus calles para caminar con seguridad y además les
priva de autobús con excusas peregrinas más fáciles de desmontar
que el lego de un niño? ¿Qué modelo de ciudad permite que sus
pedanías pidan pan (aceras para caminar con seguridad, autobuses
para ir al médico o jardines en condiciones) mientras el centro
desayuna con caviar beluga y no todo el centro, solamente el que más
se ve?
Aceras tan estrechas que son inservibles. Foto publicada por La Verdad |
Calle Senda de Granada sin aceras |
Los
concejales responsables y el propio alcalde Ballesta, que sigue
deshojando la margarita de su candidatura porque no lo ve nada claro
con la joven y lenguaraz tropa que ahora dirige su partido, ya conocen las
inquietudes de miles de vecinos de barrios y pedanías. No hace falta
que se lo diga una computadora japonesa, ni jornadas de expertos
influencers amigos de la cantante Rihanna sobre cómo será Murcia
dentro 15 ó 20 años, mientras no se quiera reconocer de qué adolece
el presente. Basta con salir del cogollo central para comprobar que
hay vida más allá de la plaza Belluga y que no todo es Murcia Río.
Bastaría con que acatasen los mandatos de sus juntas municipales
ahora que tanto hablan de Democracia amable y participativa. Se trata
solamente de GESTIONAR pensando en el interés general y de centrarse en lo IMPORTANTE. Si
lo hubiesen hecho, puede que ya estuviese construida la depuradora
Este de Murcia o el gran colector de Murcia, proyectos ambos
que el gobierno de Rajoy dilató durante años y el gobierno
regional exige ahora con urgencia al gobierno de Pedro Sánchez, que se ha
tenido que poner a limpiar de urgencia ramblas y cauces de la cuenca
del Segura que no se habían limpiado en seis años con el riesgo que eso conlleva en caso de gota fría.
Cuando
todo un equipo de gobierno municipal ignora a parte de la población
a la que debe servir y empieza a tratar a una modesta asociación de
vecinos (Senda de Granada) como si de un enemigo a batir se tratase por defender sus
derechos, es síntoma inequívoco de que no se trata de sensores,
sino de falta de neuronas políticas y de ganas de ayudar a las
personas. Menos Smart City y más altura de miras o los
vecinos acabarán pidiendo que nos gobierne Skynet, la computadora de Terminator. Como diría Darth Vader "no se ofusquen con el poder tecnológico y desprecien el poder de la fuerza", la fuerza de los vecinos.