domingo, 4 de noviembre de 2018

SOY DE MURCIA Y TENGO UN CORCHÓN

Hola Murcia.
 

El director del Washington Post, Martin Baron, dice que “un periodista puede tener sus propias opiniones, pero no puede tener sus propios hechos”. Estos son los hechos del “caso balconcico".



1- El 30 de marzo de 2017, el Servicio de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Murcia abrió expediente sancionador a Teodoro García Egea por cerrar el balcón de su vivienda sin licencia de obras o título habilitante. La declaración responsable que el promotor de la obra presentó en agosto de 2015, solo cubría las obras de reforma realizadas en el interior como constataron los inspectores de urbanismo que se personaron en el inmueble el 22 de febrero de 2016 tras quejas vecinales. La declaración responsable no amparaba el cerramiento del balcón porque el inmueble está afectado por el PECHA o Plan Especial del Casco Antiguo.

2-Antes del decreto sancionador de marzo de 2017, tanto el Servicio Técnico de Obras y Actividades del Ayuntamiento de Murcia como el Servicio de Arqueología concluyeron en sendos informes fechados el 26 y el 30 de mayo de 2016, que “no era posible autorizar el cerramiento del balcón por incumplir el articulo 21 de la Ordenanza de Edificación y el artículo 14.4 de las ordenanzas del PECHA que dice textualmente que “en obras de rehabilitación deberá mantenerse siempre el aspecto exterior del edificio”. Redactaron esos informes en respuesta a la Dirección General de Bienes Culturales dependiente de la consejería de Cultura que el 16 de mayo de 2016 (solo tres meses después de la visita al piso de los inspectores) autorizó el cerramiento del balcón pese a que el PECHA no es competencia autonómica sino local. Se desconoce a petición de quién, la consejería de Cultura salió en auxilio del alto cargo del PP.

3-El martes 30 de octubre de 2018, Onda Cero publica la noticia y  Teodoro García rechaza hacer declaraciones al citado medio pese que se le ofreció antes de difundirla como obliga el rigor periodístico. Declinó. Ya por la tarde eligió otro medio de comunicación para dar exclusivamente su versión de los hechos, asegurándose la ausencia de preguntas incómodas y no tener que recurrir así al manido “Yo soy de Murcia" con el que García Egea ha eludido responder, en otras ocasiones, a si es o no de extrema derecha o demasiado autoritario. Su versión del balconcico, por cierto, fue engordando con el paso de la horas. Por la mañana relataba que había presentado una declaración responsable. Ya por la tarde decía que tenía incluso licencia de obra mayor y que había pagado las correspondientes tasas. 

4- El señor García Egea calificó de “noticia falsa” la información difundida por Onda Cero, pero sigue sin autorizar al Ayuntamiento de Murcia a que facilite a ese medio de comunicación copia de los decretos de urbanismo de 4 de abril y 3 de junio de 2016 y de 30 de marzo de 2017 que Onda Cero lleva pidiendo desde el 17 de septiembre. No consiente el acceso al expediente 340/16/DU para saber a cuánto ascendió la propuesta de sanción que lleva aparejado el expediente sancionador que abrió el Servicio de Disciplina Urbanística. Los grupos municipales PSOE y Ahora Murcia han solicitado ya acceso al expediente.


Respuesta del Servicio Administrativo de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Murcia a Onda Cero

 
5-El concejal de Urbanismo, Antonio Navarro Corchón sal en auxilio de Teodoro García y declaró que “la obra es legalizable” reconociendo con ello que la obra es ilegal. Y añad que “el alto cargo popular dispone de un plazo para regularizar esa obra con la presentación de un proyecto que se adapte a la norma aplicable", dado que su vivienda se encuentra cerca del edificio de Díaz Cassou. No aclaró Navarro Corchón si su jefe en el partido popular deberá desmontar el cerramiento del balcón que realizó sin presentar proyecto de obra adaptado a la normativa. Tampoco aclara si el PECHA permite cerrar balcones en ese entorno.

Y hasta aquí el relato de los hechos incuestionables del caso balconcico  que señalan de manera inequívoca que el secretario general del PP, Teodoro García ha sido expedientado y sancionado por realizar obras sin licencia en su vivienda: cerrar el balón para ganar espacio. Una cuestión baladí y comprensible porque no hay nada más inútil que un balcón, si no fuese Teodoro uno de los máximos dirigentes del PP y, sobre todo, si no anduviese repartiendo dosis de moralina con drones por toda España y exigiendo dimisiones a diestro y siniestro de dirigentes en la oposición casi por sacar la basura antes de hora. Fin de la historia.

Tan peligroso es ayudar a fabricar y difundir noticias falsas como disfrazar de noticia falsa una información contrastada y cierta, aunque sea en legítima defensa, que es lo que ha hecho el alto cargo popular. Ese camino nos devuelve a la caverna donde ya nunca más podremos distinguir lo real de lo imaginado, que es precisamente lo que quieren algunos: que no distingamos lo verdadero de lo falso para poder seguir jugando y manipulando a su antojo la voluntad del electorado

Los periodistas nos debemos ceñir a los hechos contrastados y debidamente documentados. Así debe ser. Si nos salimos de ese camino contribuiremos a agrandar aún más si cabe la crisis de credibilidad que también padecen los medios de comunicación arrastrados por la falta de valores y escrúpulos de una clase política decadente y desprovista de todo honor y respeto. Imaginen por un momento qué habrían hecho el mismo Teodoro García y su amigo Francisco Bernabé si esa obra sin licencia la realizan Oscar Urralburu o Diego Conesa. Parafraseando a una buena amiga ¡Madre del Amor Hermoso la que habrían liao!

El concejal de Urbanismo, Navarro Corchón, ha reconocido que intenta legalizar una obra ilegal de un alto  cargo de su partido. Puede que por eso dejara caducar el primer expediente sancionador.  O igual piensa decretar una amnistía de los balcones cerrados sin licencia en el municipio de Murcia para evitar discriminaciones. Del edil de urbanismo uno se puede esperar cualquier cosa. Recuerden que tras la sentencia del Supremo que declaró ilegal la urbanización Joven Futura, dijo que era "un error administrativo subsanable". Nunca vio las edificaciones ilegales de la UCAM a las que acudía en calidad de profesor y cuando se las hicieron ver, intentó legalizarlas mediante una "autorización excepcional por razones de interés público" que rechazó el gobierno regional. Los tribunales de justicia le han tumbado ya una docena de planes parciales, modificaciones de suelo y estudios de detalle por serias irregularidades. En algunos, el Ayuntamiento de Murcia ha sido condenado en costas que pagamos todos los murcianos.

El último episodio que le afecta tiene que ver con el colegio privado-concertado AYS de El Malecón del que han llegado a desaparecer documentos.  El expediente 474 relativo a la autorización excepcional que se le concedió al colegio AYS en 2002 para edificar, ha desaparecido de los archivos de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento de Murcia. Que desaparezca uno, cuela; que desaparezcan dos, huele. Al parecer contenía informes desfavorables a esa autorización excepcional que firmó el entonces consejero de Obras Públicas, Joaquín Bascuñana siendo Navarro Corchón su subdirector general de urbanismo; y que posibilitó al colegio obtener una licencia de obras para construir sobre una sola parcela de 2.995 m2 y, sin embargo, acabó construyendo sobre dos parcelas que suman casi 13.000 m2 según la denuncia que Ahora Murcia ha presentado en Fiscalía.  Un centro educativo, por cierto, proyectado por Juan Sánchez Carrillo (hermano del todopoderoso concejal popular) y  del que es un destacado mecenas el empresario Trinitario Casanova, amigo personal de corridas de toros del ex consejero Bascuñana que firmó la autorización excepcional. De hecho, la biblioteca del colegio AYS lleva el nombre de "Fundación Trinitario Casanova. 

Pero hay más. Según la denuncia que ha presentado Ahora Murcia ante la Fiscalía, pese al incumplimiento de la licencia de obras y la falta de documentos preceptivos, el concejal de urbanismo, Antonio Navarro Corchón concedió en 2016 al colegio AYS, tras varios años abierto y dando clases a niños, licencia de actividad o puesta en funcionamiento. La ediles denunciantes sospechan que a través del plan especial del Malecón "el artífice del trajín intenta  cerrar  ahora el círculo de una gran irregularidad urbanística calificando el suelo sobre el que se levanta el centro educativo como zona de equipamiento local cuando sigue siendo huerta protegida".

Visita de Navarro Corchón al colegio AYS en 2017
 
Entiendo que al jefe político del urbanismo de Murcia, el caso balconcico de Teodoro García le parezca una minucia.T otal, se trata solamente de legalizar el cerramiento del balcón sin bandera de un alto cargo de su partido y eso para Corchón ¡Está chupao!