domingo, 24 de marzo de 2019

LA PLASTILINA DE PLOMÍN Y JABONETE

Hola Mundo.

Después de que dos expertos  aseguraran en la Asamblea Regional que la contaminación de la Sierra Minera sí afecta a la salud, la consejería del ramo sigue empeñada en descartar que vivir en la Sierra implique un riesgo significativamente mayor de contaminación. No le queda otra al gobierno regional tras reconocer su director general de Medio Ambiente, Antonio Luengo que no pueden obligar a las empresas a descontaminar la sierra.


Y como no pueden obligar a la todopoderosa Portmán Golf a limpiar su porquería, han decidido meterla debajo de la alfombra y se han puesto a buscar apresuradamente fuentes de contaminación por metales alternativos a los residuos mineros. No han dado aún los datos del arsénico del estudio epidemiológico EMBLEMA (las muestras ya deben haber caducado) y en solo un mes han investigado la influencia de la dieta y de los hábitos de ocio e higiene en 17 familias que residen en la Sierra Mienera y fuera de ella.  

Ahora resulta que el té de importación, la plastilina y el tabaco  son el origen de la contaminación por metales pesados. Que los niños de la diputación de El Beal respiren y chupen diariamente metales pesados tóxicos y peligroso para su salud es secundario. Por cierto, no consta que la consejería haya lanzado ninguna alerta sanitaria por la venta de té y plastilina con plomo en la región de Murcia. Así pues, el investigador de la Universidad de Murcia, José Matías Peñas ha recorrido todos los bazares chinos y papelerías de las poblaciones de la sierra minera  buscando las marcas de plastilina  que venden y ha comprobado que solo ofrecen las marcas Alpino y Jovi.  Los departamentos de calidad de ambas marcas han recibido un correo electrónico del citado investigador comunicando que la consejería de Salud señala las plastilinas como origen de contaminación por plomo y, por tanto,  pide su retirada del mercado. aunque sabe que "disposiciones legales limitan la presencia de tóxicos en la materia prima para la elaboración de estos materiales de juego infantil, regulados por la Directiva 2009/48/CE del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo de 18 de junio de 2009 sobre la seguridad de los juguetes.
En la diputación de El Beal hay censados 251 niños. En cualquier país sensato y responsable,  todos los niños deberían haber sido examinados de urgencia (sangre, orina, pelo y uñas) para conocer con auténtico rigor científico cómo se encuentran y adoptar medidas. Máxime sabiendo que otro informe elaborado  por encargo del Ayuntamiento de Cartagena, marzo de 2019, en el Colegio San Ginés de la Jara de El Estrecho concluye que existe un riesgo potencial tóxico y cancerígeno inaceptable por presencia de plomo y arsénico en las instalaciones del colegio cuyo patio sigue sin pavimentar. El director del colegio de El Llano del Beal ha sido citado a declarar como testigo el próximo 6 de mayo ante el juzgado de instrucción número 2 de CartagenaBaste recordar que  en el Beal la tasa de cáncer es de un 7% frente a un 0,4% a nivel regional y que más de 90 niños analizados en 2017 por el investigador, José Matías Peñas presentaron niveles de arsénico en orina superiores a los permitidos para trabajadores de la minería.

Té de importación y plastilina. Se diluye la responsabilidad de Portmán Golf  cuyos representantes se negaron a acudir a la Asamblea Regional. Ellos prefieren mantener suspendidas temporalmente sus concesiones mineras, aunque ya no haya explotación minera, para que nadie les pueda exigir que acometan la limpieza y recuperación de la sierra. "No nos sentimos obligados a restaurar la Sierra. Solo trabajamos en el 2% de ella" dicen desde Portmán Golf.
Y para que los niños de El Beal se vayan resignando a crecer rodeados de porquería contaminante, las consejerías de Salud y Educación han tenido la feliz idea de editar un cómic cuyos protagonistas son Plomín y Jabonete que dibujaron los propios niños de El Beal por encargo de sus maestros. El cómic, además de recordarles que deben lavarse las manos, cuenta lo buena que fue la minería porque se construyeron casas lujosas, la pena que causó su abandono hace años y presenta al plomo (plomín) como un amigo de los niños. Sí, el plomo que según la OMS puede causar graves daños neruológicos y afecta al sistema nervioso, hematológico, cardiovascular y gastrointestinal.  Para tenerlo claro: la Asociación Mundial de Pediatría advierte de que "en niños, ningún grado de exposición al plomo es seguro".





La respuesta de la administración regional  ante un problema tan serio y delicado causa verdadero sonrojo. Están obviando el elemental principio de PRECAUCIÓN. A determinados grupos políticos  les basta con que el dictamen de la Asamblea Regional sobre la sierra minera no exija responsabilidades políticas por la dejadez a lo largo de los años demostrando con ello su insolvencia para solucionarlo. Se remiten al Plan de Recuperación Ambiental PRASAM que solo PODEMOS considera "papel mojado" al tratarse de "un borrador, que no ha sido aprobado por nadie y que no cuenta con la obligación evaluación ambiental".  No hay ni inventario de suelo contaminados que, como recordó Ciudadanos, debería haberse realizado antes de 2012 como marca la ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados, cuyo artículo 35  expone la obligación de que todas las Comunidades Autónomas elaboren un inventario de los suelos contaminados existentes en su ámbito territorial, así como una relación priorizada de éstos. 


La limpieza del medio ambiente es esencial para la salud y el bienestar, pero lamentablemente, nuestros dirigentes políticos conciben el medio ambiente como un problema y no como una oportunidad. Baste recordar que nuestro presidente, Fernando López Miras dijo que "por desgracia debía seguir una serie de normativas medio ambientales” en relación al Mar Menor que sufre algo más grave que  los nitratos, las salmueras, la agricultura intensiva o las cremas solares del ex consejero Antonio Cerdá.  El problema del Mar Menor es el vertido político que lo contaminado todo afectando a nuestra salud y bienestar como está sucediendo con la sierra minera cuyos metales pesados también van a parar al Mar Menor.