En Missouri (EEUU) un republicano llamado Ben Baker lidera
la propuesta de un proyecto de Ley de Bibliotecas Públicas en donde grupos de padres evaluarán si los libros son
apropiados para los niños y señalarán los que consideren potencialmente inapropiados para que las bibliotecas los eliminen de
sus fondos. Los bibliotecarios que se nieguen
podrán ser multados y penados con cárcel por un año. Libros que
contienen temas sexuales, personajes LGBTQ y exploran el impacto y dolor
de la agresión sexual están el punto de mira de este proyecto de ley republicano. Se empieza vetando actividades escolares y se acaba prohibiendo libros en las bibliotecas.
Los padres somos responsables de los hijos pero no somos sus dueños. Los hijos no son mercancía, son sujetos de derecho, titulares individuales de derechos que ningún padre o madre puede negarles como la vacunación o la educación obligatoria. La patria potestad en ningún caso habilita a los padres a disponer de los hijos como les venga en gana, por eso no hay trabajo infantil, por ejemplo. Si hasta el Papa Francisco lo dice "los padres son custodios y no propietarios de los hijos". Es un concepto jurídicamente irrebatible que los hijos no son propiedad de los padres ni del Estado y aún así estamos discutiendo sobre si son galgos o podencos en un país democrático que presume de avanzado. Como ha dicho el periodista Fernando Ónega, "VOX gobierna más de lo que parece" y "con el pin parental humilla al PP y a Ciudadanos". VOX, de facto, ejerce el liderazgo de la derecha en la región de Murcia donde los populares son ya sus palmeros. Lo envilecido del debate demuestra que VOX ha ganado y que su ansia de adoctrinamiento político y religioso es insaciable. VOX marca la agenda política y decide presupuestos frente a un Partido Popular que ha decidido abandonar el discurso de la moderación y hacer suya la retórica de Abascal.
No llamen "adoctrinamiento" a la transmisión escolar de valores igualitarios, pluralistas, de respeto, cuando quizá el "adoctrinamiento" sea familiar, cuando en su seno se transmitan valores jerárquicos, uniformes, excluyentes y discriminatorios. No le llamen libertad cuando quieren decir veto. No le llamen pin parental cuando quieren decir pin sexual. Porque todo esto tiene que ver con la educación sexual que VOX quiere vetar en nombre de no sé qué moral, cuando no se trata de una cuestión moral sino de principios éticos como respeto, tolerancia, solidaridad e igualdad y hasta de salud pública si atendemos a estudios que alertan de que los jóvenes LGTBI tienen un mayor riesgo de sufrir problemas mentales e incluso suicidio por el rechazo que padecen a edades muy sensibles en el contexto escolar.
Por supuesto que "los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones" tal y como recoge el artículo 27.3 de la Constitución Española. Por eso los padres pueden elegir a qué colegio llevan a sus hijos, si reciben o no catequesis, si cursan o no la asignatura de religión o si van a un grupo scout católico o laico...etc..., pero ese artículo que tanto invocan desde VOX y PP para justificar el pin parental se plantea como sumando del artículo 27.2 que prefieren omitir y que dice que "la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respecto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales". Por no hablar del 27.1 ó del 27.6 o de la Carta Europea de los Derechos del Niño que dice que "la educación de los niños deberá favorecer al mismo tiempo su preparación a la vida activa y el desarrollo de su personalidad y deberá también aspirar al respeto de los derechos humanos, de las diferencias culturales nacionales de otros países o regiones y a la erradicación del racismo y la xenofobia. Dicha educación deberá, asimismo, permitir el conocimiento de las modalidades de funcionamiento de la vida política y social".
Los padres somos responsables de los hijos pero no somos sus dueños. Los hijos no son mercancía, son sujetos de derecho, titulares individuales de derechos que ningún padre o madre puede negarles como la vacunación o la educación obligatoria. La patria potestad en ningún caso habilita a los padres a disponer de los hijos como les venga en gana, por eso no hay trabajo infantil, por ejemplo. Si hasta el Papa Francisco lo dice "los padres son custodios y no propietarios de los hijos". Es un concepto jurídicamente irrebatible que los hijos no son propiedad de los padres ni del Estado y aún así estamos discutiendo sobre si son galgos o podencos en un país democrático que presume de avanzado. Como ha dicho el periodista Fernando Ónega, "VOX gobierna más de lo que parece" y "con el pin parental humilla al PP y a Ciudadanos". VOX, de facto, ejerce el liderazgo de la derecha en la región de Murcia donde los populares son ya sus palmeros. Lo envilecido del debate demuestra que VOX ha ganado y que su ansia de adoctrinamiento político y religioso es insaciable. VOX marca la agenda política y decide presupuestos frente a un Partido Popular que ha decidido abandonar el discurso de la moderación y hacer suya la retórica de Abascal.
No llamen "adoctrinamiento" a la transmisión escolar de valores igualitarios, pluralistas, de respeto, cuando quizá el "adoctrinamiento" sea familiar, cuando en su seno se transmitan valores jerárquicos, uniformes, excluyentes y discriminatorios. No le llamen libertad cuando quieren decir veto. No le llamen pin parental cuando quieren decir pin sexual. Porque todo esto tiene que ver con la educación sexual que VOX quiere vetar en nombre de no sé qué moral, cuando no se trata de una cuestión moral sino de principios éticos como respeto, tolerancia, solidaridad e igualdad y hasta de salud pública si atendemos a estudios que alertan de que los jóvenes LGTBI tienen un mayor riesgo de sufrir problemas mentales e incluso suicidio por el rechazo que padecen a edades muy sensibles en el contexto escolar.
Por supuesto que "los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones" tal y como recoge el artículo 27.3 de la Constitución Española. Por eso los padres pueden elegir a qué colegio llevan a sus hijos, si reciben o no catequesis, si cursan o no la asignatura de religión o si van a un grupo scout católico o laico...etc..., pero ese artículo que tanto invocan desde VOX y PP para justificar el pin parental se plantea como sumando del artículo 27.2 que prefieren omitir y que dice que "la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respecto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales". Por no hablar del 27.1 ó del 27.6 o de la Carta Europea de los Derechos del Niño que dice que "la educación de los niños deberá favorecer al mismo tiempo su preparación a la vida activa y el desarrollo de su personalidad y deberá también aspirar al respeto de los derechos humanos, de las diferencias culturales nacionales de otros países o regiones y a la erradicación del racismo y la xenofobia. Dicha educación deberá, asimismo, permitir el conocimiento de las modalidades de funcionamiento de la vida política y social".
El pin parental no solo cuestiona la capacidad profesional de nuestros maestros y profesores para programar las charlas y actividades que consideran más oportunas como complemento curricular, es el vehículo que necesita el virus de la ignorancia, la intolerancia y el odio para extenderse como una epidemia entre nuestros jóvenes. Chicos y chicas emborrachados de falsa información, más expuestos que nunca a la manipulación, que necesitan más que nunca de formación complementaria en el aula sobre la realidad que les rodea ya sea sobre sexualidad, violencia machista, racismo, drogas, inmigración, enfermedades de transmisión sexual, ludopatía, cambio climático o prevención de embarazos no deseados que no dejan de aumentar y están llevando a muchas adolescentes a poner en riesgo su vida comprando píldoras para abortar a través de internet. Porno hablar de los jóvenes pornoadictos que requieren de terapia y a quienes sus padres regalaron el móvil con 10 u 11 años.
No se trata de la libertad de los padres, sino de la libertad de los hijos. Los padres no tienen derecho a perpetuar sus prejuicios y los hijos no tienen por qué heredar las taras mentales de sus padres. No se trata por tanto de moralidad sino de valores democráticos y constitucionales que las leyes educativas obligan a transmitir. La educación en valores no es opcional. Es la única forma de asegurar la convivencia social. El Tribunal Supremo ya sentenció en 2009 que no cabe la objeción de conciencia con la educación en valores y los derechos humanos y que eso no vulnera el derecho de los padres a que sus hijos reciban la educación religiosa y moral que deseen. Fin de la cita y de la discusión.
El agrio debate sobre el pin parental que ha detonado VOX, al menos, ha servido para dejar clara una cosa y es que la ignorancia y la estupidez no conocen límites. Pero sobre todo demuestra el total desconocimiento que hay de la Constitución Española, de las leyes educativas y de los tratados internacionales. El primero que suspende es el presidente López Miras que debería leerse el Decreto 198-2014, artículo 25-F de la CARM que dice claramente que las actividades curriculares complementarias son obligatorias.
También ha puesto al descubierto el absoluto desinterés de la mayoría de los padres y madres por conocer cómo funcionan los centros educativos a los que llevan a sus hijos. Ni puñetera idea de lo que es un Consejo Escolar en el que están representados como parte que son de la comunidad escolar. Ni idea de lo que es la Programación General Anual (PGA) de los colegios e institutos que recoge todas las actividades complementarias propuestas por el claustro que son obligatorias y evaluables en horario lectivo. Pero ahí está López Miras, de palmero de VOX e insistiendo en que se trata solamente de las actividades extracurriculares. Evidentemente también ignora que son actividades que previamente pasan el filtro de la inspección educativa y de que se informa de ellas a los padres a través de los Consejos Escolares. ¿Si un padre es yihadista, a usted le parece bien que no autorice la asistencia de su hijo a una actividad sobre respeto y tolerancia? le preguntaron a López Miras en Onda Cero. Eludió responder. Se fue por peteneras.
López Miras, que no tiene intención de atender el requerimiento del Ministerio de Educación de retirar la orden de la consejería de Educación, se ha metido en un patatal jurídico del que va a salir escaldado por los tribunales de justicia porque esa orden es ILEGAL. Él que tanto apela a la autonomía de los centros escolares y a las primeras de cambio los deja colgados de la brocha con el pin parental. Se trata de una clara injerencia en la labor docente de miles de maestros y profesores de los que se está trasladando una imagen terrible. Un breve incursión en redes sociales permite leer auténticas barbaridades que solo causan vergüenza y perplejidad por tanto disparate junto. Pareciera que los maestros son unos "narcobolivarianos rendidos a la dictadura progre y feminazi que solo quieren ideologizar y sexualizar a los niños y no dudan para ello en programar talleres sobre zoofilia y masturbación". ¡Calla! pero si Rocío Monasterio de VOX llegó a decir que "en los colegios se habla a niños de 8 años de zoofilia y parafilia". Monasterio, que nunca pudo concretar en qué colegio ocurría eso, demostró la indecencia y el desierto mental del grupo de pirómanos del que forma parte. Dicen cosas propias de perturbados y aún así PP y Cs expanden su mensaje.
"Si en Murcia las ideas de VOX ganan día a día más influencia, el gobierno murciano se irá pareciendo poco a poco al Mar Menor, cada vez más verde, más tóxico y con olor a rancio" concluyó Wyoming en El Intermedio. Cierto. El Partido Popular verdosea tanto como Ciudadanos cuya actuación política es demencial por no decir surrealista. Firman con PP y VOX el mantenimiento del pin parental (autorización expresa de los padres) y al día siguiente comparten con el gobierno de España su ilegalidad. La vicepresidenta Isabel Franco se desmarca diciendo en twitter que es cosa de su grupo parlamentario, que ella no ha firmado nada y a las pocas horas tuitea que "ha sido una puntualización personal y desafortunada" y que "está con su grupo parlamentario". Y nadie ha dimitido aún en ese partido condenado a la extinción. Al contrario, todos atornillados al sillón. Al fin y a cabo se metieron en esto por la buena paga a fin de mes y harán y dirán lo que haga falta. Vean sino al diputado de Ciudadanos, Juan José Molina durante un pleno de la Asamblea Regional, en mayo de 2018, donde se discutía precisamente sobre el pin parental que ahora permiten aún sabiendo de su ilegalidad. Fin de la cita.
DAÑO AL COLECTIVO DOCENTE. El debate entorno al veto parental esta causando un daño tremendo a maestros y profesores ya de por sí denostados pese a la gran labor que realizan. Además de una injerencia desorbitada en los centros educativos que ataca la libertad de cátedra, el pin parental de VOX, PP y Cs está sembrando un clima de desconfianza hacia el profesorado que puede ser irreparable. Es además una total falta de respeto a la labor docente. "Se educa en el respeto, la tolerancia y la diversidad como dictan la Constitución y las leyes, en consonancia con el devenir de los tiempos" subrayan indignados. El proyecto de los maestros no es otro que construir ciudadanos libres y críticos a pesar de muchos padres y madres creacionistas, negacionistas, maltratadores, machistas, homófobos, racistas, ultracatólicos y analfabetos funcionales ... y todos con su particular criterio moral de educación. A pesar incluso de los que les dicen en alguna que otra tutoría "mi hijo es mío y lo educo yo como me sale de los cojones". Que es lo mismo deben pensar los padres y madres que extirpan el clítoris a sus hijas. Que son suyas y hacen con ellas lo que su moral dicta. El origen de muchos crímenes machistas, creer que las mujeres son de su propiedad y deben obediencia ciega al varón tal y como dicta la Iglesia. VOX se ha empeñado en denostar la escula pública como un nido de rojos manipuladores y lo está consiguiendo.
La censura sobre diversidad sexual ha entrado en la escuela murciana de la mano de VOX. Partido Popular y Ciudadanos le han abierto la puerta de par en par pese a que la LOMCE (del PP) contempla que los estudiantes deben desarrollar "una actitud contraria a los estereotipos sexistas" y a que la homosexualidad no se pega, ni se copia, se nace. Es una condición del ser humano como lo es la heterosexualidad. Sus hijos no van a ser homosexuales por escuchar una charla en el aula sobre diversidad sexual, respeto y tolerancia. Y si resulta que ya se sienten atraídos por personas del mismo sexo, pero no se atreven a contarlo por miedo al rechazo familiar, descubrirán en su instituto que no están enfermos, que no están solos, que pueden ser felices. Al fin y al cabo eso es lo único que debería importar a los padres: que los hijos e hijas sean felices "recen a quien recen y amen a quien amen" como dice López Miras.
El agrio debate sobre el pin parental que ha detonado VOX, al menos, ha servido para dejar clara una cosa y es que la ignorancia y la estupidez no conocen límites. Pero sobre todo demuestra el total desconocimiento que hay de la Constitución Española, de las leyes educativas y de los tratados internacionales. El primero que suspende es el presidente López Miras que debería leerse el Decreto 198-2014, artículo 25-F de la CARM que dice claramente que las actividades curriculares complementarias son obligatorias.
También ha puesto al descubierto el absoluto desinterés de la mayoría de los padres y madres por conocer cómo funcionan los centros educativos a los que llevan a sus hijos. Ni puñetera idea de lo que es un Consejo Escolar en el que están representados como parte que son de la comunidad escolar. Ni idea de lo que es la Programación General Anual (PGA) de los colegios e institutos que recoge todas las actividades complementarias propuestas por el claustro que son obligatorias y evaluables en horario lectivo. Pero ahí está López Miras, de palmero de VOX e insistiendo en que se trata solamente de las actividades extracurriculares. Evidentemente también ignora que son actividades que previamente pasan el filtro de la inspección educativa y de que se informa de ellas a los padres a través de los Consejos Escolares. ¿Si un padre es yihadista, a usted le parece bien que no autorice la asistencia de su hijo a una actividad sobre respeto y tolerancia? le preguntaron a López Miras en Onda Cero. Eludió responder. Se fue por peteneras.
Decreto 198-2014 CARM |
"Si en Murcia las ideas de VOX ganan día a día más influencia, el gobierno murciano se irá pareciendo poco a poco al Mar Menor, cada vez más verde, más tóxico y con olor a rancio" concluyó Wyoming en El Intermedio. Cierto. El Partido Popular verdosea tanto como Ciudadanos cuya actuación política es demencial por no decir surrealista. Firman con PP y VOX el mantenimiento del pin parental (autorización expresa de los padres) y al día siguiente comparten con el gobierno de España su ilegalidad. La vicepresidenta Isabel Franco se desmarca diciendo en twitter que es cosa de su grupo parlamentario, que ella no ha firmado nada y a las pocas horas tuitea que "ha sido una puntualización personal y desafortunada" y que "está con su grupo parlamentario". Y nadie ha dimitido aún en ese partido condenado a la extinción. Al contrario, todos atornillados al sillón. Al fin y a cabo se metieron en esto por la buena paga a fin de mes y harán y dirán lo que haga falta. Vean sino al diputado de Ciudadanos, Juan José Molina durante un pleno de la Asamblea Regional, en mayo de 2018, donde se discutía precisamente sobre el pin parental que ahora permiten aún sabiendo de su ilegalidad. Fin de la cita.
DAÑO AL COLECTIVO DOCENTE. El debate entorno al veto parental esta causando un daño tremendo a maestros y profesores ya de por sí denostados pese a la gran labor que realizan. Además de una injerencia desorbitada en los centros educativos que ataca la libertad de cátedra, el pin parental de VOX, PP y Cs está sembrando un clima de desconfianza hacia el profesorado que puede ser irreparable. Es además una total falta de respeto a la labor docente. "Se educa en el respeto, la tolerancia y la diversidad como dictan la Constitución y las leyes, en consonancia con el devenir de los tiempos" subrayan indignados. El proyecto de los maestros no es otro que construir ciudadanos libres y críticos a pesar de muchos padres y madres creacionistas, negacionistas, maltratadores, machistas, homófobos, racistas, ultracatólicos y analfabetos funcionales ... y todos con su particular criterio moral de educación. A pesar incluso de los que les dicen en alguna que otra tutoría "mi hijo es mío y lo educo yo como me sale de los cojones". Que es lo mismo deben pensar los padres y madres que extirpan el clítoris a sus hijas. Que son suyas y hacen con ellas lo que su moral dicta. El origen de muchos crímenes machistas, creer que las mujeres son de su propiedad y deben obediencia ciega al varón tal y como dicta la Iglesia. VOX se ha empeñado en denostar la escula pública como un nido de rojos manipuladores y lo está consiguiendo.
La censura sobre diversidad sexual ha entrado en la escuela murciana de la mano de VOX. Partido Popular y Ciudadanos le han abierto la puerta de par en par pese a que la LOMCE (del PP) contempla que los estudiantes deben desarrollar "una actitud contraria a los estereotipos sexistas" y a que la homosexualidad no se pega, ni se copia, se nace. Es una condición del ser humano como lo es la heterosexualidad. Sus hijos no van a ser homosexuales por escuchar una charla en el aula sobre diversidad sexual, respeto y tolerancia. Y si resulta que ya se sienten atraídos por personas del mismo sexo, pero no se atreven a contarlo por miedo al rechazo familiar, descubrirán en su instituto que no están enfermos, que no están solos, que pueden ser felices. Al fin y al cabo eso es lo único que debería importar a los padres: que los hijos e hijas sean felices "recen a quien recen y amen a quien amen" como dice López Miras.