domingo, 15 de noviembre de 2020

LA CAVERNA MURCIANA

Hola Mundo.

"Cuesta abajo y sin frenos. Así vamos" comentan en privado militantes socialistas molestos con la deriva del partido. En solo año y medio, Diego Conesa ha dilapidado el importante apoyo electoral que llevó al PSOE a ser la fuerza política más votada en mayo de 2019, en parte por el trabajado realizado durante la legislatura anterior pero, sobre todo, por la ola que supuso la inesperada moción de censura contra Rajoy que ganó Pedro Sánchez. 

 

Ciertamente, un sondeo solo es la foto fija de un momento concreto, pero revela tendencias y la socialista es a la baja. Malos presagios demoscópicos para la familia socialista murciana, aunque los expertos en sociología política dicen que aún está a tiempo de recuperarse. Que queda mucho para las elecciones de 2023.

De 17 a 13 escaños según el sondeo de otoño  del CEMOP. Lo que se dice entrar en barrena. Y lo que es más grave, hay un importante trasvase de votos del PSOE al Partido Popular: 9.000 votos nada menos  que cambian de mano. 

 

Diego Conesa no furrula. La mitad de los murcianos no le conoce siendo como es el líder del primer partido de la oposición. Y si no te conocen, no te votan. Es más, Ana Martínez Vidal se queda a solo dos centésimas de Conesa en valoración de líderes con datos tomados a los diez días de que fuese nombrada coordinadora regional de Cs; y no es precisamente carismática aunque quiera parecerlo con su ridículo club de fans en Twitter.

Desde que dejó la Delegación del Gobierno, el perfil político y mediático de Conesa ha decaído hasta el aburrimiento. Ha ido a menos cada día. Sigue sin abrir la boca en las juntas de portavoces de la Asamblea Regional, no interviene en los plenos a no ser que le toque interpelar al presidente López Miras y porque lo ordena el reglamento de la Cámara o, muy probablemente, mandaría a Alfonso Martínez Baños. 

El PSOE se hunde debido principalmente a una importante desmovilización de su electorado de mayo de 2019 según el sondeo del CEMOP. El PSRM-PSOE es un partido que arrastra los pies desde hace meses y no será porque no lo pone fácil el gobierno de López Miras. Sobrevive huérfano  de estrategia política y con un líder sin voz que sigue convocando ruedas de prensa para anunciar que ha enviado un whastapp al presidente López Miras ofreciéndose a pactar "sin rencor" los presupuestos autonómicos. ¿Cuántos portazos necesita Conesa de López Miras para dejar de mandarle whastapps como un adolescente? 

Yerra al pretender cambiar imaginarios sociales que el PP ha soldado a fuego en la mente de los murcianos, cuando lo que toca es crear imaginarios nuevos como está ocurriendo con el Mar Menor, el cambio climático, la sostenibilidad ambiental, la igualdad o la justicia social. Pero no. El PSRM-PSOE sigue intentando contentar a todos sin agradar a nadie. No puedes acudir al acto aniversario de la mortandad de peces en el Mar Menor y quedarte en un rincón apartado con la excusa de que no quieres protagonismo político. El Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, está haciendo más oposición en la región de Murcia que todo el grupo parlamentario socialista murciano.

La prueba de que los socialistas van como pollo sin cabeza en la Asamblea Regional es que se les pasó el plazo para invitar a expertos a que mejoraran la Ley de Servicios Sociales en la Comisión de Sanidad y Política Social, cuando dicen que la política social está en el ADN del socialismo. Sin duda, se nota la ausencia de Emilio Ivars. ¿Desinterés o despiste? pregunté a Diego Conesa y salió con que no habían invitado a nadie porque "solo podían proponer a tres ponentes cuando se habían reunido con una docena de colectivos y asociaciones y no querían quedar mal con ninguno de ellos". Nadie ha creído tan burda excusa y nadie ha dimitido por incompetente.

Luego están sus repentinos cambios de opinión. Alfonso Martínez Baños había llegado a un acuerdo con PP y Cs que incluía la renovación del Consejo de la Transparencia y del Consejo Jurídico, atascada desde hace demasiado tiempo. Las tres fuerzas políticas habían acorado que Julián Pérez Templado presidiera el Consejo de la Transparencia en sustitución de José Molina, a cambio de la renovación de Luis Gálvez como miembro del Consejo Jurídico de la región por parte del PSOE y de la inclusión de la catedrática de Derecho del Trabajo, Francisca Ferrando, también a propuesta del PSOE. Y dentro de un año y medio, el PP propondría otro nombre para completar la renovación del Consejo Jurídico de la Región de Murcia, que es el máximo órgano consultivo de la administración regional en distintos ámbitos, entre los cuales destaca el tener que informar los proyectos legislativos que el Consejo de Gobierno manda a la Asamblea Regional para que se conviertan en leyes. 

Tras días de conversaciones, comunicaron la fumata blanca al presidente de la Asamblea Regional. Y al día siguiente se descolgó Diego Conesa con que no quería a Pérez Templado para el Consejo de la Transparencia sino al catedrático de ética, Emilio Martínez. Metió el escrito vía registro y lo anunció en Twitter dejando al pie de los caballos a su negociador parlamentario. Y a hacer puñetas el acuerdo sabiendo que no podía ganar y que su propuesta nunca saldría adelante porque PSOE y Podemos solo suman 19 escaños. Resultado: el Consejo Jurídico de la región de Murcia sigue empantanado.

No es la única pifia de Diego Conesa. Sin consultar en ningún momento con la Junta Directiva del Colegio Oficial de Graduados Sociales de la región de Murcia, que aglutina a unos 1.100 colegiados, y a petición de un pequeño grupo de graduados sociales de Cartagena, Diego Conesa ha registrado una proposición de ley de modificación de la Ley 6/1999 de Colegios Profesionales para permitir la segregación de colegios profesionales con que lo pidan 3/5 partes de los colegiados empadronados en los municipios incluidos en el ámbito territorial del nuevo colegio que se pretende segregar y que represente un número significativo.  Sin que las juntas directivas centrales de los colegios profesionales puede decir nada al respecto. 

"Conesa no ha sopesado las consecuencias de esa propuesta. Le han metido un gol bien gordo" advierte el vicepresidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de la Región de Murcia, Alfonso Hernández Quereda.  "Los colegios profesionales están indignados y no es para menos. Es que la proposición de ley socialista va en contra de Directiva Europea y de la Ley Omnibus de colegios profesionales que aboga por dar más amplitud territorial a los colegios y no por fraccionarlos". Y lo que es más grave, Conesa ha registrado una proposición de ley de calado sin hablar con todas las partes afectadas. "Con nosotros no ha habado en ningún momento" se lamenta Hernández Quereda. 

"No se trata de cambiar de candidato, pero está claro que hay que cambiar de estrategia" admiten desde la cúpula socialista murciana. Pero para cambiar de estrategia tendrían que tener estrategia. Y vuelven a reducirlo todo a que el principal periódico de la región no les hace caso y no saca sus notas de prensa "y si las saca, lo hace de aquella manera". La misma e inmadura excusa que desde hace veinte años lloriquea un partido cuya ejecutiva regional carece de secretaría de comunicación, siendo esta vital en política.

El gobierno de España está cometiendo graves errores con la gestión de la pandemia, pero también está teniendo importantes aciertos ante una crisis sanitaria, económica y social sin parangón. Pero esos aciertos no se están vendiendo en la región. No hay contrapeso político a López Miras que se está hinchando a meter goles a portería vacía. El delegado del gobierno, José Vélez es ya el delegado ausente. "Es que las delegaciones del gobierno hemos recibido órdenes de no entrar en confrontación política a cuenta de la pandemia" se excusan. Pero se puede informar sin confrontar. Se puede pisar la calle.

En el PSRM-PSOE le siguen dando al INTRO de un ordenador obsoleto. Prueba de ello es que en plena era digital han inventado el periódico en papel para comunicarse con la militancia socialista. Eso sí. El PIN de la sostenibilidad ambiental (ODS) no se les cae de la solapa.  "Lo hacemos porque ahora no se pueden hacer asambleas en las casas del pueblo, pero hemos pedido a los militantes que nos digan si lo quieren seguir recibiendo en papel o en digital" explican desde la Ejecutiva regional.
 
Se denomina "El Cambio", es de tirada bimensual  y editan unos 6.000 ejemplares cada ocasión. La tirada cuesta algo más de 1.000 euros. La idea inicial era ir repartiéndolo por las casas como se hacía en los años 80. Es más, el pasado verano intentaron que los diputados y concejales del PSOE se encargaran del reparto para empatizar con los votantes. Pero a alguien se le encendió la bombilla y dijo que igual no era buena idea que con la pandemia de coronavirus fuesen por los domicilios llamando a los timbres y repartiendo periódicos ¿Qué hicieron entonces? Pues pidieron a los diputados una donación "voluntaria" de 300 a cada uno para contratar a una empresa privada que se encargó del reparto. 


Dejar de darle al INTRO al ver que el ordenador no arranca, tampoco pasa  por entretener a la militancia con un diario personal -Palicos y Cañicas se llama- que causa más mofa que otra cosa y a través del cual nos hemos enterado de que la familia Conesa suele cenar pizza los domingos por la noche, que le gusta salir a tomar copas por los bares de Alhama con su esposa Lali o que le hizo mucha gracia que su hijo le dijera que se iba a pedir un chuletón de 24 euros porque tenía mucha hambre.
 
Nunca una pandemia sentó tan bien a un dirigente político. El PP de López Miras sube en las encuestas de 16 a 20 escaños y podría gobernar con Cs o con VOX. López Miras  no hace ascos a la extrema derecha, al contrario. Ha descubierto que la clave para mantenerse en la cima de la política es seguir el rumbo que ofrece menos resistencia y se dedica a comprar los discursos que exacerban emociones atemporales como la okupación o la inmigración. PP, Cs y VOX quieren que una comisión parlamentaria investigue la llegada de pateras, pero se niegan a investigar  la gestión del coronavirus en residencias de ancianos con el argumento de que han muerto abuelos, pero no tantos como en otras regiones de España, mientras los medios de comunicación desvelan historias aterradoras de desatención de ancianos.
 
Los sondeos marcan una tendencia alcista de los populares pese a una más que discutible gestión de la pandemia del coronavirus que, sin embargo, los murcianos aprecian positivamente mientras castigan la gestión de la oposición. "En tiempos de incertidumbre y miedo, los ciudadanos buscan algo a lo que aferrarse que les dé seguridad y el gobierno regional es lo más próximo. No se trata de algo estructural sino coyuntural" dice el sociólogo Juan José García Escribano. Es decir, que la pandemia pasará y estallará la bomba social que trae aparejada y puede que las esquirlas impacten de lleno en San Esteban y ya no haya avión de bolivianos al que culpar. Y puede que la explosión haga que, milagrosamente, los murcianos salgan  de la caverna sin memoria que habitan y descubran que viven en una tierra  con un Mar Menor casi muerto, aeropuertos fantasma, desaladoras ruinosas y universidades privadas que además de enchufar a hijos y cuñaos de, promocionan pseudoterapias como la ingesta de vitamina C contra el coronavirus mientras desde la Consejería de Salud le ríen las gracias.
 
Fernando López Miras está tardando en cambiar la Ley del Presidente para repetir como candidato del PP en 2023. El CEMOP le ha dado el argumento perfecto. Siempre puede decir que los murcianos le necesitan emulando a Ramón Luis Valcárcel.  Valcárcel se pasó tres años diciendo que no repetiría en las elecciones de 2011 como candidato a la presidencia autonómica.  Y claro que repitió, aduciendo que los murcianos le necesitaban. Y volvió a ganar con el 58,8% de los votos metidos de lleno en la crisis económica con importantes recortes en sanidad y educación.
 
La fuga de votantes que padece el partido de Ciudadanos no hay forma de taponarla.  Es lo que tiene mentir tanto y tan descaradamente y hacer la ola al Partido Popular en Twitter. En año y medio bajan de 6 a 3 escaños. Y aún así, no dudarán en apoyar la modificación de la Ley del Presidente y lo que haga falta. La cuestión es cuánto exigirá a cambio Ana Martínez Vidal ahora que llevan camino de ser el partido de la insignificancia, aunque digan en redes sociales que "pisan los talones al PSOE" en una exhibición de patético peloteo.
 
Tienen que colocar a mucha gente, demasiada, y Martínez Vidal, no lo duden, será la primera en acudir a la llamada de Murcia Suma si es que para entonces le interesa al PP cargar con tanto lastre naranja. Antes disimulará un poco haciendo que se desmarca de los populares aunque con ello exhiba sus lagunas  como ha ocurrido con la subida del salario base de los funcionarios. Ciudadanos, sin duda, es el ejemplo palpable de que en política entra cualquiera y que el más tonto hace relojes. Puedes pasar de poner inyecciones a construir submarinos. Puedes expulsar a niños de las aulas por la pandemia y luego decir que quieres unos presupuestos que garanticen la presencialidad en las aulas como está haciendo Cs.
 
Somos los más optimistas. El barómetro del CEMOP dice más cosas que resultan curiosas y contradictorias pero que quizá sean la clave de todo. El sondeo corrobora que muchos ciudadanos no tienen ni idea de lo que ofrecen los partidos políticos. Que el Mar Menor tiene un problema grave que hay que arreglar se ha instalado en el imaginario de la gente de la región. El 92% de los murcianos es partidario de declarar el Mar Menor parque regional, pero al mismo tiempo apoyan a partidos políticos que van en la dirección contraria como VOX que casi dobla sus escaños según el barómetro del Cemop; y lo hace con Antelo guiando el rebaño de almas extremistas murcianas con soflamas infumables pero que calan.
 
Por otra parte, los murcianos, según el barómetro, estamos menos preocupados por la situación económica derivada de la crisis sanitaria, y menos preocupados también por la evolución de la pandemia. No es nuevo. La serie histórica de barómetros, desde hace 20 años, indican que "los murcianos siempre se muestran más optimistas que el resto de españoles, son menos críticos, como si percibieran la realidad de otra manera. Existe cierta disonancia cognitiva entre la realidad y la percepción que tienen de ella" explica el sociólogo García Escribano. "Si nos vamos a los datos objetivos comprobamos que en la región de Murcia hay más tasa de pobreza, más precariedad, los salarios y pensiones  son más bajos,  estamos peor que otras regiones y, sin embargo, nos mostramos más  felices y optimistas".
 
En 2017, los murcianos afirmaron ser los más felices de España en su trabajo. El 84,4 por ciento de los ciudadanos de la Región de Murcia afirmó ser feliz en su trabajo, con lo que la Comunidad se convirtió así en la autonomía en la que los trabajadores más felices de España según una encuesta de Adecco. Tras la Región de Murcia, los trabajadores que dijeron ser más felices se encontraban en el País Vasco donde el salario medio se eleva hasta los 1.994 euros al mes y es la segunda comunidad a nivel nacional en retribución media. La región de Murcia, sin embargo, tiene el segundo sueldo medio más bajo del país. No supera los 1.450 euros al mes. La realidad objetiva no desaparece aunque no queramos verla.

 
¿Disonancia? Más bien conformismo e ignorancia. La ignorancia es la madre de la felicidad mientras que el conocimiento genera desasosiego. Hace que te cuestiones la existencia, que aspires a mejorar tu vida y la de tus hijos. Han existido filósofos que han mantenido que la ignorancia es felicidad y que el conocimiento tiene un punto perverso que malogra al ser humano y lo sume en la desgracia. 
 
Los murcianos no somos desgraciados por exceso de conocimiento sino porque carecemos de aspiraciones. Habitamos la caverna  de la que, evidentemente, no queremos salir.