Hola Mundo.
Confinamiento perimetral a la incompetencia política que frene la pandemia de mensajes contradictorios que lanzan las autoridades sanitarias y políticas tanto nacionales como autonómicas. No es posible el equilibrio entre salud y economía con un virus puñetero que se mueve absolutamente descontrolado por culpa, en gran medida, de la "nueva normalidad" que el Gobierno de España vendió irresponsablemente. Solo se puede dar por controlado un virus de este tipo cuando el número de infectados es CERO. Europa se confina y España vuelve a llegar tarde. Y lo más triste es que lo expertos avisaron de que la segunda ola sería mucho más fuerte.
Alemania, con una tasa que no llega a 100 casos por 100.000 habitantes en siete días, ha anunciado el cierre de bares, gimnasios, cines y piscinas durante un mes. La región de Murcia, con una tasa de contagio superior a 600 casos y 326 fallecidos, mantiene abiertos los centros comerciales en festivo. Es más, el consejero Villegas no ve riesgo en ello. Solo pide que se actúe con "cabeza" y "sentido común". "Siempre estamos buscando el equilibro entre contener la pandemia y que no haya un impacto social demasiado importante". Y la canciller alemana, Angela Merkel avisando de que "cuanto más tardemos en actuar, peor para la economía".
El
gobierno regional ha decidido suspender las actividades deportivas
extraescolares y de las escuelas municipales ante el descontrol de la
pandemia. La alcaldesa de Molina de Segura, Esther Clavero
llevaba un mes diciendo que era un "disparate" iniciar la actividad
deportiva que solo en su municipio moviliza a más de 10.000 personas
cada día. Ni caso. Desde la consejería de Salud declararon públicamente que "no
entrañaba riesgo". En privado, decían otra cosa bien distinta. "La consejería de Turismo y Deportes nos ha metido un gol" admitían. Clavero amenazó incluso con declararse insumisa ante decisiones del gobierno regional que consideraba "irresponsables" y "peligrosas". No podemos ir al cementerio si hay que salir del municipio porque el virus está descontrolado, pero los menores de 18 años federados siguen desplazándose libremente por toda la región a competir y entrenar. "No es de las actividades de mayor riego que podemos tener. Sí que pedimos que se reduzca al máximo" ha dicho el portavoz del comité Covid. Pues no pidan, ordenen su suspensión.
Se suspenden las actividades deportivas extraescolares al aire libre, pero los gimnasios que son locales cerrados y donde se suele hiperventilar debido al esfuerzo físico, permanecen abiertos en toda la región de Murcia. "Ha habido brotes en gimnasios pero no en un número significativo que justifique que es una actividad demasiado peligrosa" ha llegado a decir el portavoz del comité covid, Jaime Pérez cuando está demostrado que las clases grupales en gimnasios son foco de contagio. No ha dicho cuántos brotes se han dado en gimnasios ni cuántos justifican su cierre. Menos mal que a la consejera de Turismo y Deportes, Cristina Sánchez, se le ha encendido la bombilla del entendimiento y ha ordenado que la mascarilla sea obligatoria en todo momento dentro de los gimnasios. Hasta hace muy pocos días la orden publicada en el BORM decía que los usuarios "podían quitársela en caso de hiperventilar debido al esfuerzo físico".
Como previeron los expertos, los de verdad, la segunda ola está golpeando más fuerte y, como cigarras, no nos hemos preparado en verano. "Los datos retratan la mala gestión del gobierno regional de López Miras" que a final de mayo aseguró "si el virus vuelve, en la región estaremos preparados".
Hace más de un mes, a mediados de septiembre, que los modelos matemáticos anticiparon el aumento de casos en octubre en la región de Murcia y no se adoptaron medidas adicionales realmente eficaces. Una investigación de la Universidad de Murcia financiada por el Instituto de Salud Carlos III advirtió en septiembre de que Murcia alcanzaría en octubre los 1000 casos diarios y que España llegará en invierno al millón y medio de casos de coronavirus. "Estamos en una situación complicada, pues la epidemia ya ha alcanzado una dimensión considerable. Si
se mantiene esta tendencia y la epidemia sigue fuera de control, la
magnitud puede ser descomunal y en primavera uno de cada tres españoles
estará infectado de coronavirus" advirtió el profesor Antonio Guirao a principios de septiembre. Ni caso. "Es que los modelos matemáticos no siempre aciertan" ha dicho recientemente el portavoz del Comité Covid, Jaime Pérez a quien se le empieza a poner cara de Fernando Simón. Resultado: seguimos yendo por detrás del virus y no por delante. En la primera oleada, la región de Murcia solo tuvo suerte.
"Vencer al virus es más que nunca tarea de todos. Y lo que tenemos que
hacer es muy sencillo. Volvemos al mensaje inicial, que tan buen
resultado dio: quédate en casa, quédense en casa. Si no tienen que salir
a algo necesario, quédense en casa" declaró el pasado domingo solemnemente el presidente López Miras al mismo tiempo que animaba a los ciudadanos a salir de casa para ayudar al sector hostelero. "Pido a toda la sociedad que no los dejemos afrontar solos este duro
trance, y que, ahora más que nunca, ayudemos a la hostelería
adaptándonos a los nuevos horarios que demanda la situación de la
pandemia" decía la declaración institucional. ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos en casa o salimos a consumir en los bares?
Y puede que en su afán por ayudar al sector hostelero, al día siguiente de pedir a los murcianos que se quedasen en casa para salvar vidas y contener el virus, viajó hasta Madrid para asistir a la cena-gala-fiesta del digital El Español a la que asistieron entre 80 y 150 personas, muchas de ellas sin mascarilla, mientras su gobierno mantiene limitadas las reuniones sociales a seis personas, no permite bodas con más de 30 personas y los velatorios están limitados a 15.
El consejero de Salud, Manuel Villegas se queja de que "el problema es que seguimos teniendo 17 modelos distintos para afrontar una misma pandemia. En otros países de Europa hay un liderazgo claro que no tenemos en España". Y puede que tenga razón, pero un gobierno es tan bueno o tan malo como su oposición. Y el PP de Pablo Casado deja mucho que desear. Qué poco ha durado su viaje al centro de la moderación, la verdad. Por un lado elogia la decidida actuación de Merkel y Macron y por otro respalda las "caprichos" de Díaz Ayuso tildada de "profundamente ignorante" por un ex directivo de la OMS.
Villegas, por cierto, ha olvidado que durante el primer estado de alarma, el PP no dejaba de pedir que el control pasara a las comunidades autónomas. Pues ya lo tienen y les quema en las manos. El propio Joaquín Segado, portavoz del grupo popular, ha reconocido que fue un error que decayera el mando único. El mando único que tanto criticaron desde Murcia en su afán por desgastar al gobierno de España como sea. Es la lealtad de conveniencia made in San Esteban.
El presidente López Miras repite siempre que tiene ocasión que lo primero es preservar la salud de los murcianos. Tanto le preocupa nuestra salud que ni él ni su partido han sido capaces de aprobar en 25 años una Ley de Salud Pública. La existente la aprobó un gobierno del PSOE en julio de 1994. Pero sí que han tenido tiempo de aprobar leyes de aceleración empresarial y decretos ley para contaminar más el medio ambiente o para imponer abultadas multas a okupas de viviendas sociales propiedad de la Comunidad Autónoma.
El presidente López Miras asegura que cada una de las decisiones que toma están basadas en informes epidemiológicos, pero no hemos visto ninguno. Ningún estudio o informe científico que respalde sus decisiones. Sí hemos escuchado argumentarios que pasan por repetir que el virus entra por Barajas y en patera. "En esta segunda oleada, el virus ha llegado a Murcia a través de un vuelo infectado de Bolivia" declaró en Antena 3. La competencia electoral con VOX es dura y más ahora que los de Abascal, escocidos por su fracasada moción de censura, han empezado a empapelar la región con pancartas que vinculan inmigración con inseguridad. Deben echar de comer a su rebaño de votantes.