domingo, 1 de noviembre de 2020

NO ES TIEMPO DE PREDICADORES

 Hola Mundo.

Confinamiento perimetral a la incompetencia política que frene la pandemia de mensajes contradictorios que lanzan las autoridades sanitarias  y políticas tanto nacionales como autonómicas. No es posible el equilibrio entre salud y economía con un virus puñetero que se mueve absolutamente descontrolado por culpa, en gran medida, de la "nueva normalidad" que el Gobierno de España vendió irresponsablemente. Solo se puede dar por controlado un virus de este tipo cuando el número de infectados es CERO. Europa se confina y España vuelve a llegar tarde. Y lo más triste es que lo expertos avisaron de que la segunda ola sería mucho más fuerte.




Alemania, con una tasa que no llega a 100 casos por 100.000 habitantes en siete días, ha anunciado el cierre de bares, gimnasios, cines y piscinas durante un mes. La región de Murcia, con una tasa de contagio superior a 600 casos y 326 fallecidos, mantiene abiertos los centros comerciales en festivoEs más, el consejero Villegas no ve riesgo en ello. Solo pide que se actúe con "cabeza" y "sentido común".  "Siempre estamos buscando el equilibro entre contener la pandemia y que no haya un impacto social demasiado importante". Y la canciller alemana, Angela Merkel avisando de que "cuanto más tardemos en actuar, peor para la economía". 


Un toque de queda a las once de la noche en invierno es un brindis al sol y todavía va el  PSOE de Diego Conesa y propone que se retrase a la medianoche para no perjudicar tanto a la hostelería creyendo que así captará el voto de algún hostelero despistado. El PSOE, que abomina de la extrema derecha, ha coincidido con VOX en una petición que no tiene ni pies ni cabeza. En todo caso, el toque de queda habría que adelantarlo a ocho o a las nueve de la noche para que resulte eficaz. Austria ha establecido un toque de queda a las 20.00 horas y cierra bares, restaurantes y hoteles.

El gobierno regional ha decidido suspender las actividades deportivas extraescolares y de las escuelas municipales ante el descontrol de la pandemia. La alcaldesa de Molina de Segura, Esther Clavero llevaba un mes diciendo que era un "disparate" iniciar la actividad deportiva que solo en su municipio moviliza a más de 10.000 personas cada día. Ni caso. Desde la consejería de Salud declararon públicamente que "no entrañaba riesgo". En privado, decían otra cosa bien distinta. "La consejería de Turismo y Deportes nos ha metido un gol" admitían. Clavero amenazó incluso con declararse insumisa ante decisiones del gobierno regional que consideraba "irresponsables" y "peligrosas". No podemos ir al cementerio si hay que salir del municipio porque el virus está descontrolado, pero los menores de 18 años federados siguen desplazándose libremente por toda la región a competir y entrenar. "No es de las actividades de mayor riego que podemos tener. Sí que pedimos que se reduzca al máximo" ha dicho el portavoz del comité Covid. Pues no pidan, ordenen su suspensión.

Se suspenden las actividades deportivas extraescolares al aire libre, pero los gimnasios que son locales cerrados y donde se suele hiperventilar debido al esfuerzo físico, permanecen abiertos en toda la región de Murcia. "Ha habido brotes en gimnasios pero no en un número significativo que justifique que es una actividad demasiado peligrosa" ha llegado a decir el portavoz del comité covid, Jaime Pérez cuando está demostrado que las clases grupales en gimnasios son foco de contagio. No ha dicho cuántos brotes se han dado en gimnasios ni cuántos justifican su cierre. Menos mal que a la consejera de Turismo y Deportes, Cristina Sánchez, se le ha encendido la bombilla del entendimiento y ha ordenado que la mascarilla sea obligatoria en todo momento dentro de los gimnasios. Hasta hace muy pocos días la orden publicada en el BORM decía que los usuarios "podían quitársela en caso de hiperventilar debido al esfuerzo físico".

Como previeron los expertos, los de verdad, la segunda ola está golpeando más fuerte y, como cigarras, no nos hemos preparado en verano. "Los datos retratan la mala gestión del gobierno regional de López Miras" que a final de mayo aseguró  "si el virus vuelve, en la región estaremos preparados".


Pues no nos hemos preparado. Porque no es verdad que la región de Murcia tenga 400 rastreadores puesto que 130 son médicos de atención primaria que deben estar dedicados a sus pacientes y no a rastrear. "No más de un millón de euros habría costado contratar en verano a 200 rastreadores "recordaba esta semana la portavoz de Podemos, María Marín. "No puedes luchar contra un virus si no sabes dónde se encuentra".

 

Hace más de un mes, a mediados de septiembre, que los modelos matemáticos anticiparon el aumento de casos en octubre en la región de Murcia y no se adoptaron medidas adicionales realmente eficaces. Una investigación de la Universidad de Murcia financiada por el Instituto de Salud Carlos III advirtió en septiembre de que Murcia alcanzaría en octubre los 1000 casos diarios y que España llegará en invierno al millón y medio de casos de coronavirus. "Estamos en una situación complicada, pues la epidemia ya ha alcanzado una dimensión considerable. Si se mantiene esta tendencia y la epidemia sigue fuera de control, la magnitud puede ser descomunal y en primavera uno de cada tres españoles estará infectado de coronavirus" advirtió  el profesor Antonio Guirao a principios de septiembre. Ni caso. "Es que los modelos matemáticos no siempre aciertan" ha dicho recientemente el portavoz del Comité Covid, Jaime Pérez a quien se le empieza a poner cara de Fernando Simón. Resultado: seguimos yendo por detrás del virus y no por delante. En la primera oleada, la región de Murcia solo tuvo suerte.

"Vencer al virus es más que nunca tarea de todos. Y lo que tenemos que hacer es muy sencillo. Volvemos al mensaje inicial, que tan buen resultado dio: quédate en casa, quédense en casa. Si no tienen que salir a algo necesario, quédense en casa" declaró el  pasado domingo solemnemente el presidente López Miras al mismo tiempo que animaba a los ciudadanos a salir de casa para ayudar al sector hostelero. "Pido a toda la sociedad que no los dejemos afrontar solos este duro trance, y que, ahora más que nunca, ayudemos a la hostelería adaptándonos a los nuevos horarios que demanda la situación de la pandemia" decía la declaración institucional. ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos en casa o salimos a consumir en los bares?

 Y puede que en su afán por ayudar al sector hostelero, al día siguiente de pedir a los murcianos que se quedasen en casa para salvar vidas y contener el virus, viajó hasta Madrid para asistir a la cena-gala-fiesta del digital El Español a la que asistieron entre 80 y 150 personas, muchas de ellas sin mascarilla, mientras su gobierno mantiene limitadas las reuniones sociales a seis personas, no permite bodas con más de 30 personas y los velatorios están limitados a 15.


¿Ha pedido disculpas López Miras a la ciudadanía murciana? No pero sí. Ha justificado su asistencia porque se rendía homenaje al Ejército que ha ayudado a la región de Murcia con 80 rastreadores. No obstante, ha admitido que si tuviese que decidir ahora su asistencia no acudiría "por respeto a quienes están viviendo con dureza la pandemia y han podido sentir desaliento". 
 
 
 
 
Los brotes en empresas agrícolas han contribuido a la expansión del coronavirus en la región de Murcia de manera determinante debido a las malas condiciones de trabajo y de habitabildiad y transporte de los temporeros. Salud ha tenido que hacer cribados específicos en una decena de empresas debido al elevado número de casos  de los que seguimos desconociendo todo. Salud se ha negado a informar de qué  empresas agroalimentarias se trata ni cuántos positivos ha detectado en ellas. Total opacidad al respecto. El único nombre que ha trascendido ha sido el de la empresa Moyca en Totana que emplea a más de 5000 personas. ¿Se están inspeccionando y controlado los contagios en los almacenes de frutas y hortalizas de la región donde es sabido se están dando muchos casos de coronavirus?

El consejero de Salud, Manuel Villegas se queja de que "el problema es que seguimos teniendo 17 modelos distintos para afrontar una misma pandemia.  En otros países de Europa hay un liderazgo claro que no tenemos en España". Y puede que tenga razón, pero un gobierno es tan bueno o tan malo como su oposición. Y el PP de Pablo Casado deja mucho que desear. Qué poco ha durado su viaje al centro de la moderación, la verdad. Por un lado elogia la decidida actuación de Merkel y Macron y por otro respalda las "caprichos" de Díaz Ayuso tildada de "profundamente ignorante" por un ex directivo de la OMS.    

Villegas, por cierto,  ha olvidado que durante el primer estado de alarma, el PP no dejaba de pedir que el control pasara a las comunidades autónomas. Pues ya lo tienen y les quema en las manos. El propio Joaquín Segado, portavoz del grupo popular, ha reconocido que fue un error que decayera el mando único. El mando único que tanto criticaron desde Murcia  en su afán por desgastar al gobierno de España como sea.  Es la lealtad de conveniencia made in San Esteban.

El presidente López Miras repite siempre que tiene ocasión que lo primero es preservar la salud de los murcianos. Tanto le preocupa nuestra salud que ni él ni su partido han sido capaces de aprobar en 25 años una Ley de Salud Pública. La existente la aprobó un gobierno del PSOE en julio de 1994. Pero sí que han tenido tiempo de aprobar leyes de aceleración empresarial y decretos ley para contaminar más el medio ambiente o para imponer abultadas multas a okupas de viviendas sociales propiedad de la Comunidad Autónoma.

El presidente López Miras asegura que cada una de las decisiones que toma están basadas en informes epidemiológicos, pero no hemos visto ninguno. Ningún estudio o informe científico que respalde sus decisiones. Sí hemos escuchado argumentarios que pasan por repetir que el virus entra por Barajas y en patera. "En esta segunda oleada, el virus ha llegado a Murcia a través de un vuelo infectado de Bolivia" declaró en Antena 3. La competencia electoral con VOX es dura y más ahora que los de Abascal, escocidos por su fracasada moción de censura, han empezado a empapelar la región con pancartas que vinculan inmigración con inseguridad. Deben echar de comer a su rebaño de votantes.

 

 
El presidente López Miras, que ha pasado el verano asegurando que la pandemia estaba "contenida" cuando, en realidad, estaba descontrolada, ha anunciado un plan de contingencia que permite ampliar en 500 las camas de hospital en solo 24 horas, pero no ha dicho de dónde va a sacar el personal sanitario necesario para atenderlas. Solo en las dos últimas semanas, 348 sanitarios de la región de Murcia  han resultado contagiados de coronavirus.
 
El gobierno regional no preparó a la región de Murcia para afrontar la segunda ola de coronavirus que tan fuerte nos está golpeando. Tampoco está adoptando medidas para atenuar las consecuencias de la bomba económica y social que está por venir. Los graves disturbios en Barcelona, Burgos, Logroño o Murcia al grito de ¡Arriba España! son solo un aviso de lo que se avecina si los dirigentes políticos no adoptan medidas de calado, dejan de utilizar la pandemia de manera partidista y, sobre todo, si no confinan de una vez su incompetencia. No es tiempo de predicadores. La gente está muy harta.