domingo, 12 de diciembre de 2021

EL MAYOR FAN

Hola Mundo

Los partidos políticos se han convertido desde hace mucho tiempo en auténticas agencias de colocación. Dejaron de ser instrumentos al servicio del interés general y ahí radica el problema. Que demasiados buscan en la política una salida laboral y se dedican a medrar y a prosperar personalmente al amparo del partido que nunca abandona a sus protegidos y, consecuentemente, se ve forzado ensanchar las administraciones que gobierna para dar cobijo a todos, aunque eso dispare el gasto público. Lo hace el PP y lo hace el PSOE. ¿No es la ex concejal socialista Susana Hernández la que ahora construye submarinos? Y está por ver dónde recolocan a Diego Conesa.


No les quepa duda. Antonio Landáburu es ya "un protegido" y más pronto que tarde ostentará un cargo en el gobierno regional ya sea como director general,  secretario general de alguna consejería, asesor o diputado  y a vivir del erario público ¿Mérito y capacidad? Ninguna demostrada hasta el momento. Le basta con militar en el partido gobernante, reproducir el argumentario del día en Twitter, prestarse en su caso a maniobras nada democráticas como presidir gestoras caducadas y pelotear de forma tan pringosa que salpica.
Antonio Landáburu preside NNGG (Nuevas Generaciones) pero no lo han elegido los militantes. Fue designado por Fernando López Miras de quien se confiesa “fan incondicional” y a quien parece que trata de imitar hasta los andares. Solo hay que verles juntos. Podrían pasar por hermanos. Dicen que el aguileño ensaya incluso su forma de hablar.

 

En realidad, Landáburu preside una gestora que, según los estatutos del partido, no debería alargase más de seis meses. Pero se extenderá en el tiempo. Todo para frenar al jumillano Aitor Jiménez que, dicen, está con Patricia Fernández de Archena y es el único que ha presentado su precandidatura para presidir la organización política juvenil del PP. Aitor Jiménez, concejal en el Ayuntamiento de Jumilla, ya sabe que nunca le permitirán  presidir la organización política juvenil porque sería una voz discordante, pero tampoco puede acudir a los tribunales a denunciar a su propio partido.


El último congreso de Nuevas Generaciones se celebró en noviembre de 2015. Tocaba otro en 2018 porque según los estatutos deben celebrarse cada tres años, pero la dirección regional del partido optó por  poner al frente de las juventudes populares una gestora presidida por Fran García a quien recientemente obligaron a dimitir para que la gestora se mantenga. Cualquier cosa con tal de no ir a un congreso y que los militantes elijan libremente. La democracia está sobrevalorada para los actuales dirigentes del Partido Popular en la Región. Véase lo que han hecho con el Estatuto de Autonomía o con la Ley del Presidente y la derogación "sin consenso" de la limitación de mandatos aprobada por el gobierno de Alberto Garre.  Ríete tú de Maduro con López Miras. Bienvenidos a la bolivariana Región de Murcia.

López Miras aprueba en los sondeos del CEMOP, pero sabe que no suscita pasiones dentro de su propia organización política, que no las tiene todas consigo. No puede permitirse perder el control de Nuevas Generaciones y el altavoz que representa no vaya a ser que Patricia Fernández, la alcaldesa de Archena, decida dar el paso y disputarle la presidencia en el Congreso que ha de celebrarse en marzo de 2022.  

En primera vuelta votan los militantes, pero en segunda vuelta son los compromisarios. López Miras podría necesitar los votos de los compromisarios de NNGG de estar muy reñida la pugna. Nadie olvida que fueron los votos de Nuevas Generaciones, entonces presididos por Juan Carlos Ruiz, quienes dieron la victoria a Ramón Luis Valcárcel frente a Juan Ramón Calero en los años 90. Y como los puede necesitar, el partido está convocando a toda prisa congresos locales de NNGG en todos los municipios donde hay gestora que son casi todos. Anunian la convocatoria de un día para otro con una candidatura cerrada como ha sucedido en Lorca.


 

Antonio Landáburu, que como López Miras se afilió con 18 años o eso dice porque en 2017 declaró que era "apolítico", está amadrinado por Eva Reverte, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Águilas designada a su vez por Pedro Antonio Sánchez (la mano de PAS sigue siendo alargada) y a quien el partido ha colocado como asistente técnico del grupo parlamentario popular en la Asamblea Regional. Cuentan que Eva Reverte es junto a Mar Moreno y Guadalupe Soltero, de las que susurran  al oído de López Miras.  


La cuestión es que Landáburu lleva unos días de lo más ocupado y creativo. Es lo que tiene disponer de tiempo libre. Recibió al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, al grito de “hijo de puta. Vete ya” en su visita a una cooperativa agrícola de Mula. Eran poco más de diez detrás de la pancarta, pero gritaron mucho mucho y lograron  que su vídeo fuese retuiteado  nada menos que por la cuenta oficial del PP de la Región de Murcia. ¡¡Lo hemos logrado chicos!! Debió decirles el "líder" juvenil.

Y el zagalón remató la faena con un ridículo vídeo-montaje para denunciar la falta de luces navideñas en la ciudad de Murcia y, miren por donde, terminó siendo denunciado públicamente tanto él como su organización política por utilizar sin autorización imágenes de Popular TV. Evidentemente, le cayó la del pulpo en redes sociales. No hace falta poner adjetivos, el vídeo se comenta solo.



Landáburu ha demostrado dos cosas: que se saltó la clase sobre los derechos de autor y propiedad intelectual y que las tontadas no desaparecen con la edad sino que en algunas personas se intensifican. Diera la impresión de que, en realidad, le han encargado que espante o disuada a los militantes de NNGG para que sean pocos los que puedan votar llegado el congreso. Lo cierto es que hay más de 100 afiliaciones a NNGG paralizadas en la sede regional del PP porque, al parecer, son de Patricia Fernández.  
 
La de Archena no necesita la política para vivir pero sabe de política y, además,  suma tres mayorías absolutas consecutivas desde que en 2011 lideró por primera vez la lista del PP en Archena, mientras que López Miras no ha ganado aún ninguna cita con las urnas sino que las ha perdido todas.  Fernández puede presumir de que en Archena ningún bar ni ningún restaurante ha echado la persiana durante la pandemia mientras que la media de cierre de negocios en España ha sido del 40%.
 
Landáburu, que empezó con 18 años la carrera de derecho en la Universidad de Murcia y se pasó rápidamente a la UCAM a ver si así lograba aprobar alguna asignatura,  tiene 24 años y aún no se ha graduado. Profesores de la UCAM reconocen que como estudiante “es muy flojo”  que “le cuesta aprobar”. Solo así se entiende su afán por dar la nota y agradar  a sus jefes políticos con acciones tan infantiles y de tan evidente mal gusto.
 
Y aunque "de donde no hay, no se puede sacar” ¡oh sorpresa! ya es concejal del PP en el Ayuntamiento de Águilas. Tomó posesión del acta en junio de 2019 porque quien iba delante de él y sí resultó elegido, casualmente renunció y corrió la lista. No se sabe con certeza si renunció voluntariamente  o fue obligado a renunciar para colocar al nieto de quien fue alcalde de Águilas a finales de los años 60, durante la dictadura franquista, Emilio Landáburu.

No les quepa ninguna duda. Más pronto que tarde, le veremos con cargo político bien remunerado que para eso se curra cada día ser el mayor FAN de López Miras. No descarten que ocupe el puesto 14 ó 15 de la candidatura autonómica del PP a la Asamblea Regional en las elecciones de 2023 a no ser que la operación Patricia salga adelante que entonces Landáburu, como muchos otros, tendrá que ponerse a estudiar para graduarse y buscar trabajo de verdad. Y con él los Bernabé, los Abril, los Cano etc, etc...

Baste decir que en la cena organizada recientemente por el grupo municipal popular en el Mesón Rosarito en honor al ex alcalde José Ballesta, Landáburu fue el primero en levantarse y empezar a gritar ¡Presidente! ¡Presidente! cuando, con dos horas de retraso, entró López Miras en el comedor. Valga como elocuente detalle que poco antes, uno de los organizadores tomó el micrófono para recodar a los 850 comensales que el presidente estaba a punto de llegar y que debían aplaudirle cuando entrase. Lo que no dijo es que debían aguantar sentados hasta el final de su discurso y muchos se marcharon antes de que terminase hablar. Le dejaron literalmente con la palabra en la boca. 

La cuestión es que como los aplausos no terminaban de arrancar, ahí estaba Landáburu siempre presto a tocar la palmas como buen palmero que es. Ya si eso estudiará mañana para graduarse. De momento, le basta con hacer tontadas y demostrar que todo  en política es susceptible de empeorar porque él y su cuchipandi son el relevo generacional, a no ser, claro, que alguien acuda al rescate de un partido político inquieto y descontento en lo interno porque no hay un proyecto político claro para la Región más allá de elevar deuda hasta límites estratosféricos y confrontar con el Gobierno de España un día sí y otro también mientras se degradan servicios básicos esenciales como sanidad y educación.

No lo duden, muchos militantes con principios en el PP, que los hay, no perdonan la incorporación de tránsfugas de tan baja catadura moral y la cesión de Educación a los expulsados de VOX a los que también habrá que recolocar llegado el caso para pagar los favores prestados. Archena, dicen, está más viva que nunca pese a que desde Génova han mandado emisarios pidiéndole expresamente que desista, que no siga adelante.